domingo, 31 de marzo de 2024

POR QUÉ FRACASA LA POLÍTICA (2023), DE BEN ANSELL. LAS CINCO FALLAS DE NUESTRO SISTEMA POLÍTICO Y CÓMO EVITARLAS.

En los últimos años, el concepto de política, que nunca ha sido santo de la devoción de la mayoría de la gente, está sufriendo su consideración más baja en la valoración de los ciudadanos. No solo es que tengamos la impresión de que los políticos dedican su tiempo a asuntos que poco tienen que ver con los problemas reales del día a día como el trabajo, vivienda, seguridad ciudadana o la educación, sino que estamos empezando a padecer peligrosas alternativas a los partidos tradicionales que quieren llevar la política a sendas muy radicales. La política debería ser un instrumento en el que todos se sintieran partícipes, no solamente una élite privilegiada que se beneficia de su cercanía al poder, tal y como estamos viendo últimamente cuando están saliendo a la luz los trapos sucios de los dos partidos más importantes de España. 

El libro de Ansell tiene más de teórico que de práctico. Se dedica a describir los cinco grandes factores que conforman la idea de política - democracia, igualdad, solidaridad, seguridad y prosperidad - y cómo debemos actuar para fomentarlos sin caer en las trampas del sistema. Todo ello teniendo en cuenta que las promesas en política puede llevárselas el viento y no hay manera de hacerlas cumplir si el gobierno no tiene voluntad de ello, aunque luego existirán nuevas elecciones para hacer pagar los incumplimientos. En realidad, una de las grandes fallas del sistema está determinada por la limitación del mandato de los políticos, algo muy necesario en democracia, pero que fomenta sobre todo la realización de proyectos a corto plazo, algo que los electores puedan apreciar como un haber del gobernante para las próximas elecciones, pero se abandonan los planes a largo plazo, porque habrían de consensuarse con el resto de fuerzas y ni los resultados ni los méritos serían inmediatos. Quizá por eso el déficit está desbocado en tantos países, un problema que se va dejando para que sea resuelto por las próximas generaciones:

"En un mundo ideal, los Gobiernos harían sacrificios cuando el país vive una época de prosperidad, para que sus frutos puedan cosecharse cuando lleguen tiempos más difíciles. Pero si pensamos que un partido político rival pueda atribuirse el mérito de una medida en el futuro, mientras que el partido actualmente en el poder queda como el que eleva los impuestos, se entenderá por qué es tan difícil hacer inversiones públicas a largo plazo."

Todo en la política tiene que ver con el choque entre los intereses personales de cada cual y los intereses colectivos. Todos quieren que sus impuestos les beneficien personalmente, de ahí la reticencia de los ricos a pagarlos, porque apelan a una meritocracia mal entendida (el ascensor social en España está averiado desde hace décadas) y estiman que cada cual debería ser capaz de pagarse sus servicios de sanidad, educación o pensiones, como hacen ellos. Por eso es tan importante que la democracia se base en un debate sin límites y sin restricciones, única manera de encontrar los puntos en común que nos hagan avanzar en derechos y libertades. Los países que funcionan mejor son los que utilizan los siempre limitados recursos públicos de una manera sabia y mirando al futuro, no solo a los beneficios inmediatos de la inversión. El libro de Ansell constituye una sabia apelación a la cordura de los políticos (y de los ciudadanos) para que la política no se convierta en una carrera de fondo entre grupos radicales y populistas, sino que los más prudentes y sabios sean los que finalmente detenten el poder y gobiernen para todos.

ABRÁZAME FUERTE (2021), DE MATHIEU AMALRIC.

Una mujer, que parece harta de su vida familiar, huye de su domicilio. A partir de ahí, vamos a ir viendo el viaje de la protagonista (externo e interno) y comprobando que tiene una especie de conexión con el marido y los hijos que ha dejado atrás. Es como si Clarisse estuviera viviendo un duelo interno por ella misma, por su pasado, pero todo esto es mostrado de una forma muy confusa al espectador por su extraña estructura narrativa. Quizá lo que busca Amalric es desorientarnos para que empaticemos con la desorientación vital de la protagonista, pero al final esta forma de narrar es contraproducente, porque uno se acaba desinteresando de lo que sucede en pantalla. Únicamente el buen hacer de una actriz tan solvente como Vicky Krieps es capaz de sostener la película, pero por lo demás resulta una obra bastante confusa y aburrida, justificando una especie de mensaje que nunca vemos claro. Abrázame fuerte es una obra fallida que hubiera ganado con una estructura menos experimental o al menos realizando un experimento menos desconcertante.

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sábado, 30 de marzo de 2024

EL CUARTO PODER (1952), DE RICHARD BROOKS.

Estos tiempos son aciagos para la prensa independiente. Los medios importantes necesitan del patrocinio de grandes empresas, cuando no del mismo Estado, para sobrevivir, lo que consigue que la idea de independencia periodística sea una broma. Por eso es bueno asomarse a películas como esta, en la que un periódico lucha contra viento y marea - incluyendo la amenaza cierta de cierre - para señalar y denunciar a un mafioso corrupto. Ed Hutcheson (Bogart), el director del periódico representa la dignidad frente a quienes quieren bajar los brazos y es capaz de exprimir hasta el último día de vida de la cabecera para tratar de culminar el que cree que es su deber social. El frenético ritmo de la redacción es reflejado maravillosamente por Richard Brooks, pero el retrato de los periodistas no se detiene ahí, sino que también el espectador es invitado a entrar en su espacio de ocio, un bar cercano al periódico donde los empleados pueden dar rienda suelta a sus frustraciones y a sus anhelos, pero sobre todo desahogarse de las tensiones diarias a través del humor. El cuarto poder tiene también mucho de cine negro, pues retrata ambientes sórdidos que se encuentran en el imaginario colectivo de lo que son los bajos fondos y esas cloacas que sin duda siguen existiendo en nuestras ciudades. La película de Brooks es, en suma, una magistral reivindicación del poder de la prensa y de su función de desenmascaramiento de los corruptos y quienes les apoyan.

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viernes, 29 de marzo de 2024

LA ANSIEDAD DE VERONICA VOSS (1982), DE RAINER WERNER FASSBINDER.

Nos encontramos ante la tercera parte de la trilogía que dedicó Fassbinder a la inmediata posguerra alemana en el lado occidental, una especie de crónica de sueños rotos, de esperanzas que se desmoronan a pesar del indudable éxito económico de la imposición de la democracia y el capitalismo por parte de las potencias ocupantes. Aquí la antigua Alemania la representa Veronica Voss, una actriz en decadencia cuyo trabajo fue muy apreciado en el cine del Tercer Reich. Hoy vive como un ser marginal y padeciendo una especie de enfermedad nerviosa que a veces le hace exigir caprichos de diva. El interés que surge por ella por parte de un periodista deportivo parece revivir su ser, pero no impedirá que siga dependiendo de las dosis de morfina que le suministran en una extraña clínica. El argumento recuerda bastante al de El crepúsculo de los dioses, de Billy Wilder, las dos son películas amargas acerca de actrices que ya vivieron sus mejores años, pero esta posee una amargura muy alemana, casi fatalista, rodada en un blanco y negro apagado y triste. 

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TE ESTOY AMANDO LOCAMENTE (2023), DE ALEJANDRO MARIN.

Una de las sorpresas cinematográficas del cine español del año pasado fue esta tragicomedia que evoca los primeros días de la visibilización del movimiento homosexual en Andalucía, más concretamente en Sevilla. El anhelo del protagonista es poder disfrutar de su opción sexual en libertad, pero se enfrenta a una España en transición, donde todavía no se ha aprobado la Constitución y siguen vigentes las leyes franquistas que reprimen la homosexualidad. Así pues la película retrata, con un tono festivo muy bien ponderado, cómo el movimiento va saliendo poco a poco de la clandestinidad e intenta hacerse público frente a una población educada durante décadas en el rechazo al maricón, ese ser contrapuesto a la virilidad propia del hombre que esperaba el franquismo que fuera un español. Una de las mejores cosas de Te estoy amando locamente es que transmite perfectamente la esperanza de unos años en los que todo estaba por hacer y se esperaban cambios radicales que por fin tuvieran en cuenta a los sectores de población que más habían sufrido una represión de cuarenta años. Por suerte, en este ámbito, las cosas han terminado saliendo razonablemente bien, aunque el camino ha sido largo y lleno de retrocesos, por lo que, tal y cómo nos advierte la película, jamás hay que bajar la guardia respecto a libertades adquiridas.  

P: 7

jueves, 28 de marzo de 2024

LA MESÍAS (2023), DE JAVIER AMBROSSI Y JAVIER CALVO.

Una de las mejores series que ha dado este país. Es original y dotada de una trama que cautiva al espectador y no lo suelta hasta el último capítulo (aunque su tramo final desmerezca un poco de lo visto a lo largo de la serie). La Mesías cuenta cómo el fanatismo religioso domina la vida de una familia y cómo afecta a los dos hijos mayores, que pueden salir de esa secta, pero muy tocados psicológicamente, mientras las cinco hermanas menores permanecen bajo la tutela de esa mujer horrible que dice hablar con Dios y con su apocado marido. Todo ello constituye un drama familiar estremecedor, en el que el espectador siente que los dos hermanos mayores viven en un laberinto sin salida. Por un lado han alcanzado su libertad después de años de sufrimiento y malos tratos, pero por otro anhelan volver a sentir que tienen una familia. Todo ello se narra en tres momentos temporales: la niñez, la adolescencia y la infancia de los dos hermanos. La serie mezcla toda clase de elementos de cultura popular y está cuidada hasta en las canciones y coreografía que tienen que grabar las hermanas mayores (constituías por sus padres en el grupo Stella Maris) para Youtube. El guion de La Mesías es casi perfecto, aunque tiene algunos elementos que sobran, como la trama de los extraterrestres y los cazadores de ovnis, que no llevan a ningún sitio. Lo mejor de todo es esa capacidad de transmitir cuan sórdido puede volverse un ser humano y las consecuencias de esa locura religiosa sobre una familia fanatizada a su pesar.

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ESPOSAS FRÍVOLAS (1922), DE ERICH VON STROHEIM.

La película de Von Stroheim fue la más cara producida hasta el momento, más de un millón de dólares de la época, incluyendo unos fastuosos decorados que reproducían el centro de Montecarlo. Después de algunos éxitos cinematográficos, el director y actor podía permitirse esas exigencias a su estudio, aunque no se le permitió estrenar el montaje que él quería de ocho horas, quedándose la película en algo más de dos. La trama es muy folletinesca, con un falso conde ruso seduciendo a la esposa del embajador americano. El mismo Von Stroheim interpreta con solvencia al embaucador, un personaje que todavía tiene modos decimonónicos y que apela constantemente a su sentido del honor para conseguir sus objetivos. Quizá la película quiere mostrar la decadencia de la sociedad europea postbélica y cómo la solidez antigua de los matrimonios se iba desvaneciendo con facilidad en el aire. Con todo esto, la película ha envejecido bastante y no es de tan interés para el público actual como otras de la misma época, como las que hacía el cine alemán o las de Griffith. 

P: 6

miércoles, 27 de marzo de 2024

TIERRA DE FARAONES (1955), DE HOWARD HAWKS.

Rodada en un espectacular cinemascope, Tierra de faraones se dedica ante todo a contar cómo unos profesionales van superando todos los problemas que conlleva la construcción de una pirámide en el Egipto de los faraones. No era el interés por el antiguo Egipto lo que movía a Hawks - su primer proyecto respecto a esta película había sido un guion que narraba la construcción de una pista de aviación en China durante la Segunda Guerra Mundial - sino la idea de rodar una obra repleta de retos constructivos, lo cual también puede ser apreciado como una metáfora del arte de hacer buenas películas. A pesar de las licencias típicas que se toman en este tipo de producciones históricas, la película de Hawks intenta acercarse lo más posible al rigor histórico y por eso otorga suma importancia a la idea de eternidad que subyace en este desmesurado proyecto constructivo: el faraón quiere seguir siendo grande en la otra vida y necesita que se le recuerde en ésta por toda la eternidad: la cámara del tesoro que ha ido reuniendo a través de sus repetidas victorias bélicas es un contundente testimonio de ello. Además, se trata de una película muy entretenida, un auténtico goce visual en una época irrepetible del cine histórico, cuando no existían los efectos digitales, los monumentos tenían que construirse de cartón piedra y las multitudes estaban conformadas por seres humanos.

P: 8

LAS BUENAS COMPAÑÍAS (2023), DE SILVIA MUNT.

Película de claro mensaje feminista, Las buenas compañías transcurre en el País Vasco a mitad de los años setenta, en esa tierra de nadie política en la que acababa de morir Franco, pero todavía España no era una democracia. La película retrata la lucha de unas jóvenes por establecer el derecho al aborto, algo indiscutido hoy, pero que en algo tiempo era visto por muchos como una idea poco menos que herética y propia de asesinos. La historia la vemos a través de los ojos de Bea, una adolescente de dieciséis años con problemas en casa y que ve a sus compañeras como a su auténtica familia y la lucha que está sosteniendo junto a ellas como su verdadera educación. Aunque peca de algo de maniqueísmo propio de este tipo de historias, Las buenas compañías es un buen retrato de época que falla un tanto en la historia de amor un tanto forzada que propone en su trama.

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martes, 26 de marzo de 2024

LAS COSAS QUE PERDIMOS EN EL FUEGO (2016), DE MARIANA ENRÍQUEZ. POBRES CRIATURAS.

Mariana Enríquez es un auténtico fenómeno literario. En su última visita a Málaga, para presentar su último libro, Un lugar soleado para gente sombría, mucha gente tuvo que quedarse fuera por la enorme asistencia de público y algunos la comparan con una estrella de rock de gira por todo el país. Las cosas que perdimos en el fuego es un libro de cuentos muy brillante, repleto de relatos inquietantes protagonizados por seres oscuros y marginales que se mueven entre la ficción y la realidad. Comúnmente en sus relatos una persona de vida acomodada o al menos más o menos normal se encuentra con lo singular, con seres perturbadores a los que tiene un impulso de ayudar, a pesar de no conocer las reglas del lugar en el que se está metiendo.

Pero aquí lo terrorífico tiene que ver con lo marginal, con seres que viven en la zona pobre de la sociedad, por lo habitan un submundo con el que pocos querrían contactar. En este sentido los cuentos de Las cosas que perdimos con el fuego también tienen un componente social y de denuncia de las desigualdades en Argentina. Aquí están presentes todos los males que nos aquejan como sociedad pasados por un prisma que los hacen todavía más inquietantes: la violencia de género, los barrios marginales, las enfermedades que afectan a los más pobres, las adicciones... Pero todo ello narrado de una manera tan personal que consigue que el lector se revuelva incómodo en su asiento mientras está leyendo, unas sensaciones que pocos escritores son capaces de conseguir.

Es difícil quedarse con un solo relato, pues todos son de altísima calidad. Especialmente inquietante me ha parecido Bajo el agua negra, en el que la protagonista, una fiscal, se adentra en una zona marginal de Buenos Aires descrita con la misma textura que algunos de esos sueños que no llegan a pesadilla, pero resultan enormemente angustiosos. O La casa de Adela, un original acercamiento al tema de las casas encantadas. Cualquier amante del terror o simplemente de la buena literatura debe acercarse a los cuentos de Mariana Enríquez.

POBRES CRIATURAS (2023), DE YORGOS LANTHIMOS.

Inspirándose en Frankenstein, de Mary Shelley, Lanthimos entrega esta película sobre un ser femenino amoral nacido de un experimento muy singular. Se trata de una mujer joven recién fallecida a la que se le coloca el cerebro de la hija que llevaba en su vientre y se la revive. A partir de ahí Bella va a comenzar un aprendizaje muy singular, instigado por su creador, el doctor Baxter, un hombre maduro con la apariencia del monstruo de Frankenstein. Un punto de inflexión en el aprendizaje de Bella va a ser el descubrimiento de la sexualidad como un poderoso instrumento de placer y escándalo que va a ser utilizado a partir de ahora por la protagonista de una manera absolutamente amoral, propia de un ser que no atiende a convenciones sociales. Habrá hombres que creerán aprovecharse de ella, pero será ella la que utilice su radical libertad para estar o no con ellos según sus apetencias. Su inmoralidad llega a tal punto que no le importa prostituirse en un burdel parisino, todo ello en búsqueda de una identidad femenina y a la vez liberadora. Una película que hace de la transgresión creativa un verdadero lema y que destaca por su singular estética, que se mueve entre Terry Gilliam y Tim Burton. Una película muy original y a la vez muy propia de estos tiempos, que debe mucho a la soberbia interpretación de una entregada Emma Stone.

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sábado, 23 de marzo de 2024

UN ESPÍA ENTRE AMIGOS (2014), DE BEN MACINTYRE. LA GRAN TRAICIÓN DE KIM PHILBY.

Kim Philby es uno de esos personajes que solo pueden haber existido en el convulso siglo XX. Miembro desde muy joven del M16, el Servicio Secreto británico, obtuvo su prestigio con una brillante actuación durante la Segunda Guerra Mundial. Desde antes de su ingreso en el Servicio, Philby había manifestado simpatías por el comunismo y por el Régimen soviético, pero dentro del M16 eso fue siempre considerado un pequeño pecado de juventud que no interfería en un eficaz servicio a la patria. Y lo cierto es que Philby era agente de la Unión Soviética, uno de rango tan importante que fue considerado para asesinar a Francisco Franco cuando estuvo en España durante nuestra Guerra Civil trabajando como periodista freelance

Si por algo se caracterizaba el M16 de la época es porque sus miembros formaban un círculo cerrado en el que primaba la amistad y las juergas frecuentes. Una especie de familia en la que todos se confiaban mutuamente los secretos con los que trabajaban en el día a día y esperaban que todos se comportaran como miembros de la clase social alta a la que casi todos pertenecían por nacimiento. Este ambiente propició que Philby se destacara como uno de los mayores proveedores de secretos, trabajando en secreto con la inteligencia soviética:

"Durante el desempeño de su nuevo cargo, Philby desarrolló un patrón dual según el cual él mismo era el encargado de echar a perder su propio trabajo, pero aun así se las arregló para no despertar sospechas. Diseñaba complejos planes destinados a combatir a la inteligencia soviética y automáticamente los ponía en conocimiento de los rusos; abogaba por aumentar los recursos dedicados a combatir la amenaza comunista, al tiempo que él mismo encarnaba esa amenaza; los hombres de su sección trabajaban con esmero, pero sus esfuerzos nunca llegaban a buen puerto."

Su eficacia se incrementó aún más cuando fue enviado a Washington como enlace la embajada británica con la recién creada CIA. Desde esta posición nuestro protagonista logró desbaratar todas las operaciones de desestabilización de países del Este de Europa de las que formaba parte, por lo que fue directamente responsable de numerosas muertes. Philby, que se convirtió en un tipo cada vez más bebedor, parecía disfrutar con esa existencia ficticia en la que debía engañar constantemente a gente como su amigo íntimo Nicholas Elliot, alguien que fue siempre su valedor, incluso cuando el M16 empezó a recopilar indicios claros de que Philby podía ser un espía soviético.

Lo más característico de Kim Philby en el trato íntimo es su gran cercanía y apertura con sus conocidos. Era un tipo que siempre estaba organizando fiestas en las que no faltaban cantidades ingentes de alcohol, fiestas que le servían para captar secretos de sus participantes. En su interior, guardaba fidelidad a la doctrina comunista, aunque su forma de vida fuera muy distinta, a través de un fe íntima que nunca se doblegó. Cuando fue descubierto jamás confesó. Aguantó las acusaciones y llegó a dar una famosa rueda de prensa para disipar las dudas que pudiera haber de que se tratara de un espía soviético. Solo cuando las evidencias fueron abrumadoras, se sinceró con su amigo Elliot, aunque solo parcialmente y sabiendo que en pocos días iba a huir a la Unión Soviética, donde fue acogido como una especie de héroe.

El libro de Ben Macintyre cuenta de manera magistral esta sorprendente historia, que sería increíble si se tratara de una ficción, pero que fue una triste realidad para el Servicio Secreto británico, una institución cuya ceguera respecto a Philby partía del hecho de considerarlo uno de los suyos sin más ambages. Al final queda la duda respecto a su fácil huida a la Unión Soviética ¿fue propiciada por el M16 para quitarse de en medio a un tipo que podía revelar verdades muy incómodas o fue la última de una increíble serie de torpezas lo que la hizo posible? Kim Philby queda en todo caso como uno de los más estrambóticos personajes del siglo XX y uno de los símbolos de la Guerra Fría.

LA MUERTE TENÍA UN PRECIO (1965), DE SERGIO LEONE.

De un argumento tan simple como el de dos cazarrecompensas - que son los mejores en lo que hacen - que unen fuerzas para cazar a un forajido, Sergio Leone construye una película tan artificiosa como fascinante. Las escenas de presentación de ambos ya nos los presentan como una especie de héroes todopoderosos que han de enfrentarse a un villano a su altura. La película se ve con mucho agrado y es una especie de precedente de formas más actuales de hacer cine, al estilo Quentin Tarantino y similares. Aquí se abandona toda pretensión de verosimilitud en favor del efectismo, de las escenas que queden en la retina del espectador y luego pueda recordarlas. La muerte tenía un precio dobla la apuesta estilística que ya comenzó en Con un puñado de dólares y consolida una manera muy original de ver el western, que se corroboraría posteriormente con la última parte de la trilogía del dólar, El bueno, el feo y el malo.

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martes, 19 de marzo de 2024

NO ERAN IMPRESCINDIBLES (1945), DE JOHN FORD.

 Es curioso que John Ford se negara en principio a asumir el rodaje de esta película, ya que no quería filmar una derrota de la Marina estadounidense, pero cambiara de idea después de su experiencia en el Día D. No eran imprescindibles narra los primeros días después de Pearl Harbor, cuando el Ejército estadounidense no estaba preparado para afrontar la invasión japonesa de las islas Filipinas. La película tiene en todo momento un tono heroico, abundando en la dignidad de los soldados que se enfrentan valientemente a su adversario en inferioridad de condiciones. Concretamente No eran imprescindibles se centra en un grupo de lanchas torpederas cuyas tripulaciones van muriendo y quedando fuera de combate hasta quedar reducidas a su mínima expresión. En cierto modo, Ford narra esta epopeya como si se tratara del personal de un fuerte cercado por los indios en el Oeste. Las sensaciones son las mismas y también las reacciones de los soldados, siempre profesionales y exaltando la camaradería por encima de todo. Las escenas de combate son espectaculares para la época y siempre dan sensación de verosimilitud. No en vano, sus responsables acababan de ser testigos de la guerra más devastadora de todos los tiempos.

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lunes, 18 de marzo de 2024

JOYLAND (2022), DE SAIM SADIQ.

Aunque está casado, Haider está obligado a vivir en la casa familiar, donde domina un irrespirable aire patriarcal (nos encontramos en Pakistán) que envuelve todos los aspectos de la existencia. Cuando consigue trabajo en una especie de teatro de variedades el protagonista comenzará una historia de amor con Biba, una artista trans por la que se siente irresistiblemente atraído, una relación que le proporciona esos espacios de libertad de los que carece en su vida cotidiana. Prohibida por obvias razones en un país como Pakistán, Joyland es un amargo canto a la libertad que se disfraza por momentos de comedia. Refleja muy bien, a través del retrato familiar que consigue, las tensiones entre la sociedad tradicional y machista y los jóvenes que desean una apertura con mayores dosis de libertad. Las mujeres pueden trabajar, pero solo como complemento al trabajo de los hombres. Cuando una de ellas manifiesta su aspiración profesional de ser decoradora de interiores, su marido le espeta: "¿Por qué decorar las casas de las otras personas, cuando puedes decorar la tuya propia?", dejando meridianamente claro cuál es su lugar en la familia. Joyland es a la vez una película muy bien realizada para conseguir ser crítica y comprometida con el retrato que se pretende de la dura realidad de Pakistan, así que viéndola el espectador puede conocer lo que significa vivir en un régimen patriarcal dominado por el pensamiento religioso.

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MODELO 77 (2022), DE ALBERTO RODRÍGUEZ.

La cárcel Modelo de Barcelona es un espacio impresionante, un centro penitenciario ya en desuso que forma parte de la historia de la ciudad. Está estructurada siguiendo como modelo el panóptico de Jeremy Bentham, una forma de control en la que todos los espacios son visibles para el vigilante, situado en un lugar central. La película describe, a través de su protagonista, el ambiente en la cárcel durante la época de la Transición, cuando muchos presos comunes tenían la esperanza de que la amnistía de la que tanto se hablaba también les alcanzara a ellos. La recreación que ha logrado Alberto Rodríguez de los espacios interiores de la cárcel hace que Modelo 77 destaque por su ambientación, con lo que el espectador puede identificarse con la sensación de falta de libertad de los distintos personajes en un espacio que en aquella época ya se encontraba decrépito por su falta de cuidados. Además, los presos se movían en aquellos años entre la esperanza sobre el nuevo régimen - una de cuyas asignaturas pendientes era la reforma de la ley de régimen penitenciario - y los abusos perpetrados por funcionarios que todavía pertenecían a la vieja escuela franquista. Una película estupenda que nos hace volver a unos ambientes poco explorados en una de las épocas más evocadas de nuestra historia reciente.

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domingo, 17 de marzo de 2024

20 DÍAS EN MARIÚPOL (2023), DE MSTYSLAV CHERNOV.

La guerra de Ucrania sigue siendo una dolorosa realidad en nuestros días. Tras más de dos años de combate su final no se ve todavía en el horizonte y sí que existen posibilidades claras de que el conflicto se extienda a otros países de la región o de que la OTAN acabe interviniendo de una manera más directa. 20 días en Mariúpol nos traslada a los primeros días de la guerra a la tristemente famosa ciudad costera de Mariúpol, donde unos periodistas nos narran el comienzo del asedio a esta ciudad, con un retrato de sus habitantes cuyas reacciones van desde la incredulidad al estupor y la desesperación. Ver la película de Chernov es una experiencia muy incómoda, porque el espectador se va a ver identificado en todo momento con la gente que sale en pantalla, personas que hasta hace poco gozaban de una existencia normal y que de un día para otro contemplan como su mundo se convierte en un verdadero infierno. Porque el documental no nos priva de todo tipo de escenas fuertes: heridas, mutilaciones o muerte de menores en directo. Todo ello con el telón de fondo de unos continuos bombardeos indiscriminados contra la población civil. Vuelve la guerra despiadada a Europa y el documental de Chernov constituye toda una advertencia de lo que esto significa, expresándolo de la manera más cruda.

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sábado, 16 de marzo de 2024

AS BESTAS (2022), DE RODRIGO SOROGOYEN.

Desviándose de los tópicos del cine español, As Bestas es un thriller rural de carácter realista que se ambienta en uno de los numerosos paisajes de la llamada España vaciada. La pareja protagonista, Antoine y Olga, se instalaron hace tiempo en unas tierras con la ilusión de cultivarlas con mimo y sacarles rendimiento. La tensión se va a desatar cuando no acepten la oferta de una multinacional para instalar en el paraje molinos de energía eólica, ya que si alguno de los propietarios rechaza la oferta, no podrá realizarse dicha instalación. Aquí entra en escena la España más negra, la de Gutiérrez Solana y el mejor Camilo José Cela, con una violencia que va subiendo poco a poco de grado, desde la meramente oral hasta la física. As bestas refleja un mundo duro y salvaje que todavía está presente en nuestro país, esa España abandonada que nunca recibe la atención de los políticos más que para nombrarla esporádicamente en sus campañas electorales. Sorogoyen refleja ese primitivismo todavía latente en la que también hay tiempo para conocer los anhelos y aspiraciones de unos hermanos (los que van a desatar la violencia) que quieren prosperar a toda costa y salir de un mundo que solo les ha traído miseria. Una película ejemplar, que resume lo que debería ser el cine español: temas poco explorados que reflejen una visión valiente de las realidades de nuestro país, además de una realización excelente.

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viernes, 15 de marzo de 2024

LOS DERECHOS EN BROMA (2023), DE PABLO DE LORA. LA MORALIZACIÓN DE LA POLÍTICA EN LAS DEMOCRACIAS LIBERALES.

Desde hace tiempo asistimos estupefactos a la degradación de la política, a debates estériles, luchas fratricidas en el seno de los partidos políticos y a un populismo desatado por parte de izquierda y derecha que atiende a los temas más llamativos y estériles y deja de lado los auténticos problemas de los ciudadanos, como el acceso a la vivienda, las listas de espera en la sanidad o la poca calidad del empleo existente. Toda esta putrefacción, con los partidos acusándose mutuamente de casos de corrupción más graves que los propios, inevitablemente se refleja también en la calidad de nuestra legislación que, como denuncia Pablo de Lora, cada vez es más retórica (en el sentido más vacío del término) y menos práctica. Es decir, que muchas de nuestras leyes no son más que declaraciones de intenciones muy voluntariosas que en la práctica no resuelven nada, solo dejar claras las benéficas intenciones morales del legislador, un fenómeno que el autor denomina legislación santimonia:

"En la legislación santimonia, el legislador aprovecha para imponer un cierto relato, como ha destacado el constitucionalista Andrés Betancor. La retórica del relato se traslada de la exposición de motivos —frecuentemente profusa y gratuitamente extensa como sabemos— a un articulado en el que se expresa más que se prescribe; se anuncia más que se ordena; se desea más que se regula. Y todo con el afán, apenas disimulado, de mostrar músculo moral. Cuando este libro termina de escribirse, la Comunidad Autónoma de Aragón ha promulgado una «Ley de Cultura de la Paz en Aragón». En su exposición de motivos (ocupa la mitad de una ley que cuenta con nueve artículos), el legislador aragonés da cuenta de que «antropólogos e historiadores han demostrado que los seres humanos están programados para la cooperación y la ayuda mutua» y que «en Aragón, la cultura de la paz tiene un fuerte arraigo, vinculado con la fuerza del pacto como tradición». El legislador aragonés se remonta a las «asambleas de paz y tregua», del siglo XII, o al Compromiso de Caspe, de 1412. Mejor no remontarse a julio de 1938 cuando empezó a librarse la batalla del Ebro."

Todo esto consigue una especie de infantilización de lo público. Las leyes se convierten en admoniciones de la moral imperante en la que se deja de lado lo práctico y se abusa de lo emocional, llegándose en alguna exposición de motivos a la increíble actitud de afear la legislación del gobierno anterior nombrando sus siglas políticas. Pero lo peor es que, siendo leyes tan loables, usualmente se olvida poner a disposición de la administración los recursos públicos para su cumplimiento o al menos para el desarrollo de las intenciones del legislador. Entonces de lo que se trata es de una especie de maquillaje de la realidad para que parezca que el Estado está preocupándose y abordando los problemas de los ciudadanos, cuando en realidad toda esta retórica se traduce en puro humo. Así pues, lo único que importa en la política española es parecer más virtuoso que el adversario y cercano a unos ciudadanos que se dejan engañar con suma facilidad (solo hay que analizar las promesas de las campañas frente a la realidad de la gestión diaria). Un problema que se agudizado más en los últimos tiempos cuando el gobierno ha dedicado todos sus esfuerzos en sacar adelante una ley de amnistía frente al sentir de la mayoría de la gente.

LIVING (2022), DE OLIVER HERMANUS.

No sabemos si era necesario recrear de nuevo la imprescindible película de Kurosawa, sobre todo a través de un remake que transcurre en la misma época que ésta, aunque ambientado en Inglaterra. Living se beneficia sobre todo de la fabulosa actuación de Bill Nighy y de la espléndida fotografía (casi podríamos calificarla de retro) que evoca perfectamente esos años de posguerra en Londres. La historia en sí misma no cambia demasiado respecto a la original: un funcionario que lleva una existencia monótona y aburrida y que además no es nada productivo en su trabajo, cambia repentinamente de actitud cuando le diagnostican un cáncer terminal. A partir de ahí, sacando parte de sus ahorros del banco, intenta divertirse - aunque debe pedir ayuda, porque no sabe cómo hacerlo - y finalmente decide dejar un modesto pero importante legado para la posteridad: la construcción, tantas veces postergada por el Ayuntamiento de un parque infantil en una zona anegada por aguas residuales. Living sigue siendo la misma fábula del hombre que despierta a las puertas de la muerte e intenta hacer feliz a su entorno, algo que no se le había ocurrido nunca, pero tiene entidad propia como para que su visionado sea una experiencia muy agradable.

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jueves, 14 de marzo de 2024

HADJI MURAT (1912), DE LEV TOLSTÓI. EL HÉROE DEL CAÚCASO.

Durante buena parte de la primera mitad del siglo XIX Rusia estuvo en guerra en el territorio del Cáucaso, una de las zonas naturales de expansión del imperio. Aquello era un avispero repleto de pueblos diferentes que en muchas ocasiones se encontraban en conflictos territoriales, por lo que la política más eficaz era establecer alianzas para afianzar los avances. Todo esto lo conocía muy bien un Tolstói, que llegó en 1851 (mismo año en el que transcurre la novela) al Cáucaso como soldado y pudo recopilar material de sobra para escribir en el futuro la que sería su última obra. 

En la figura de Hadji Murat se resume la nobleza del guerrero, algo que es reconocido también por los mismos rusos, los enemigos a los que se entrega para poder combatir contra su rival, el imán Shamil, que mantiene como rehenes a los miembros de su familia. El guerrero tiene en estas circunstancias las manos atadas y necesita que los rusos negocien con su enemigo para liberar a su familia y así poder pagar su deuda con sus habilidades legendarias para el combate al servicio del Imperio. La figura del héroe impresiona a sus distintos interlocutores. El gran enemigo se ha convertido de forma inesperada en un aliado y es una circunstancia que los rusos quieren aprovechar con inteligencia, aunque es preciso antes informar a las altas instancias para que decidan sobre el ilustre prisionero.

Destaca en Hadji Murat la riqueza de personajes que imprime Tolstói al desarrollo del relato. Todos tienen una psicología compleja y el autor es capaz de conseguir que el lector establezca una relación de cariño con todos ellos, protagonistas de un conflicto de baja intensidad, repleto de emboscadas y enfrentamientos entre pequeños grupos de hombres. También hay espacio de que aparezca el mismísimo zar, en un capítulo memorable en el que se detallan algunas de sus augustas costumbres. 

Al igual que la planta que el autor describe al principio, Murat es un luchador implacable, un hombre amable en las distancias cortas, pero capaz de matar en un instante a cualquiera si las circunstancias lo requieren. Su espíritu es rebelde y está entregado al objetivo de salvar a su familia, por lo que acaba tomando medidas extremas al respecto, lo que desencadena el drama final. Para Harold Bloom Hadji Murat "representa lo sublime en la prosa de ficción y lo considero el mejor relato del mundo, o al menos el mejor que yo he leído."

LA DAMA DESCONOCIDA (1944), DE ROBERT SIODMAK.

Película que toma elementos del cine negro y del cine de misterio, La dama desconocida no destaca por su guion, un tanto endeble, sino por el ambiente casi de pesadilla que es capaz de recrear. La dama desconocida cuenta la peripecia de un falso culpable que lo tiene todo en contra para demostrar su inocencia después de que alguien haya asesinado a su mujer. Aquí la auténtica heroína va a ser una compañera de su despacho de arquitectura, secretamente enamorada de él, que se adentrará en un mundo de sombras y de criminalidad con la misión de encontrar la verdad. Ella encontrará un inesperado aliado en el inspector de policía que ha liderado la acusación del protagonista, puesto que ve tan absurda su defensa (dice haber estado acompañado toda la noche por una mujer desconocida a quien nadie parece haber visto) que intuye que el acusado puede ser inocente. Aunque no se trata de las mejores películas de Siodmak, debido a sus errores argumentales, La dama desconocida contiene algunos momentos memorables, como el descubrimiento final del asesino en un apartamento repleto de esculturas, en un ambiente lleno de claroscuros muy a tono con la emoción de la escena.

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miércoles, 13 de marzo de 2024

NO TE VERÉ MORIR (2023), DE ANTONIO MUÑOZ MOLINA. AMOR MÁS PODEROSO QUE LA MUERTE.

Lo primero que llama la atención cuando se emprende la lectura de la nueva novela de Antonio Muñoz Molina es la enorme extensión de su primera frase, una frase que nos va poniendo en situación acerca de una historia de amor trágica. Un romance que comenzó siendo ambos jóvenes en la España franquista. No se trata de una relación prohibida, pero es vista con malos ojos por los padres de él, unos padres que pretenden que el protagonista estudie y se vaya al extranjero a comenzar una carrera laboral que lo aleje de la negrura de una España en la que no se atisba la posibilidad de un futuro democrático, puesto que la experiencia de la Guerra Civil los dejó traumatizados. Como él es obediente a la voluntad de sus progenitores, dejará que ella se case y seguirá adelante con sus planes - los planes de sus padres - aunque vivirá una última tarde inolvidable con ella el día antes de partir a Estados Unidos, estando ausente el marido de ella.

Gabriel Aristu se convertirá en un triunfador a los ojos del resto del mundo. Directivo de un gran banco, viajará por todo el mundo y establecerá una vida y una familia que cumplen todos los tópicos del sueño americano, aunque siempre llevará dentro la espina de su amor perdido, de lo que pudo ser y no fue si él hubiera sido un joven más decidido y menos sometido a la voluntad de su familia. Aristu termina moviéndose como pez en el agua en una cultura ajena. Es interesante - y esto muy propio de Muñoz Molina, pues se trata de vivencias de carácter autobiográfico - la continua descripción de los contrastes entre la forma de vida en Estados Unidos y en España. Nuestro país aparece como algo anacrónico en los años del franquismo, como una estampa congelada en el tiempo, mientras Estados Unidos es la tierra de las oportunidades y de la abundancia, un país siempre cambiante y repleto de contrastes brutales, sobre todo respecto a las obras del hombre y las de la naturaleza.

A mitad de la novela conoceremos a otro personaje, Julio Márquez, que en muchos aspectos es la antítesis de Aristu. Especialista en arte barroco español y recién salido de un divorcio traumático, Márquez ha ido a pasar un semestre a una Universidad de Estados Unidos en la que conocerá al protagonista. Incapaz de adaptarse a las costumbres de su nuevo país, Márquez servirá como guía al lector para que conozcamos algunos aspectos de la vida cotidiana de Aristu y completemos algunos huecos de su biografía. El final de No te veré morir es tan dramático como consecuente con todo lo que hemos leído antes y a la vez Muñoz Molina nos coloca como lectores ante una difícil tesitura moral. Una novela estupenda, como nos tiene acostumbrado el autor. que se lee casi de un tirón debido al gran interés que suscita su historia en el lector.

LA RULETA DE LA FORTUNA Y LA FANTASÍA (2021), DE RYUSUKE HAMAGUCHI.

Película compuesta por tres episodios cuyo nexo común son sus temáticas, un discurso muy japonés sobre amistad soledad y amor, hasta el punto de que un espectador occidental puede tener dificultad para comprender algunas de las actitudes de sus personajes. Además todas tratan acerca de posibilidades alternativas, de lo que pudo haber sido y al final no fue. Lo único que sucede es que las tres historias son demasiado simples y demasiado dependientes de diálogos en gran parte insustanciales. Es algo parecido a lo que luego haría con Drive my car, aunque de manera mucho más coherente y a través de un guion mucho más profundo y bastante más complejo. En suma, una película de episodios muy irregular, en la que alguno de los cuales se puede ver con cierta simpatía, pero que apenas me deja poso ni nada en lo que pensar una vez terminada.

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martes, 12 de marzo de 2024

DICTADORES (2018), DE FRANK DIKÖTTER. EL CULTO A LA PERSONALIDAD EN EL SIGLO XX.

El siglo XX es el de la consolidación de la democracia en buena parte del mundo, pero también experimentó el nacimiento de brutales dictaduras cuyos protagonistas instauraron el llamado culto a la personalidad para tratar de perpetuarse en el poder. Tales prácticas consistían en la glorificación ante el pueblo de un individuo que había nacido en el seno del pueblo. Hitler, Stalin, Mussolini, Mao y otros de rango menor como Duvalier o Ceauçescu necesitaban de una propaganda continua y machacona, de una presencia habitual y casi sagrada en la vida cotidiana de sus ciudadanos o súbditos para mantener la apariencia de un apoyo popular permanente. Evidentemente, si la propaganda no era suficiente, existían cuerpos represivos que podían infiltrarse en todos los estamentos sociales y vigilar cualquier voz disidente.

Todo esto tenía como objetivo principal tener cautiva a la población, que nadie pudiera confiar en nadie, ya que los sentimientos de devoción que tenían que manifestarse obligatoriamente ante todos los demás podían ser sinceros o no. Era como una religión, pero en ésta era más importante la veneración a la persona del dictador que el propio credo de éste, que podía ser cambiante. Así se conseguía una lealtad sin fisuras: seguir unas ideas puede dar lugar a disidencias, el culto a una persona presuntamente infalible, no. Al estar rodeado todo el tiempo de aduladores, no era extraño que el dictador desarrollara una desconfianza patológica hacia todo el mundo, de ahí la tendencia a organizar purgas más o menos brutales a la menor sospecha, real o imaginaria, de que pudiera estar organizándose una conjura a su alrededor. Ser sinceramente fiel a uno de estos personajes no garantizaba que esa persona pudiera ser ejecutada o mandada a prisión en cualquier momento, lo que hacía especialmente difícil la vida en los círculos cercanos al poder:

"No puede existir un culto a la personalidad que no se sustente en el miedo. En pleno siglo XX, cientos de millones de personas en todo el planeta no tuvieron otra opción que colaborar en la glorificación de sus líderes. Éstos apuntalaron su propio gobierno mediante la amenaza de la violencia. En tiempos de Mao o de Kim, bastaba con burlarse del nombre del líder para terminar en un campo de trabajos forzados. Quien no llorara, aplaudiera o gritara de acuerdo con lo ordenado sufría un severo castigo. En tiempos de Mussolini o Ceauçescu, los responsables editoriales recibían instrucciones diarias sobre lo que se podía mencionar y lo que estaba proscrito. En tiempos de Stalin, escritores, poetas y pintores temblaban sólo de pensar que sus elogios pudieran no parecer lo bastante sinceros."

Dictadores constituye una lectura verdaderamente fascinante, puesto que al desarrollar individualmente en cada uno de sus capítulos la vida de estos personajes y su ejercicio del poder, podemos establecer las semejanzas y diferencias de cada uno de ellos en su afán de ser amados y temidos a la vez. También pretendían ser recordados como benefactores y para ello algunos intentaron dejar constancia de su presencia eterna a través de desmesuradas obras arquitectónicas que todavía hoy pueden visitarse como el monstruoso Palacio del pueblo que legó el régimen de Ceauçescu. Evidentemente no todos estos personajes lograron morir en la cama. Ser protagonistas de la historia de manera tan intensa también tenía sus riesgos para ellos mismos.

THE ARCHITECT (2023), DE KERREN LUMER-KLABBERS.

El otro día leí en un periódico que se había denunciado al propietario de unos aparcamientos en Mallorca por tener inquilinos viviendo en los mismos. Esto hace que The architect se convierta en una serie realista y no distópica, al menos si comparamos sus principales premisas con la situación de nuestro país. La serie noruega propone un escenario para un futuro muy muy cercano en el que el empleo se ha precarizado más y el acceso a la vivienda se ha hecho virtualmente imposible, incluso para profesionales cualificados con buen sueldo. La protagonista, una arquitecta que ha empezado a trabajar para un estudio no tiene más remedio que habitar una plaza de aparcamiento junto a un numeroso grupo de vecinos. Con este punto de partida The architect se va construyendo como una serie bastante anodina, sin mucha ambición más allá de mostrar una sociedad levemente distópica con la que el espectador se puede ir identificando. Sus capítulos son muy breves - verlos seguidos toma prácticamente el mismo tiempo que ver una película -, pero cuando termina uno tiene la sensación de haber visto un capítulo no muy brillante de Black Mirror.

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lunes, 11 de marzo de 2024

VIDAS PASADAS (2023), DE CELINE SONG.

Los primeros segundos de Vidas pasadas interpelan directamente al espectador, puesto que nos presenta a sus tres protagonistas - una mujer y un hombre coreanos y uno estadounidense - sentados de madrugada en la barra de un bar y una voz en off especula acerca de la relación entre ellos. Pronto vamos a descubrir que los dos coreanos comparten un pasado tan romántico como tormentoso. Fueron a la misma clase de niños y pudieron vivir una intensa historia de amor que quedó en suspenso cuando ella emigró con su familia a Canadá, terminando en Estados Unidos cuando empezó a desarrollar una carrera como dramaturga de cierto éxito. Allí conoce a su actual marido (el norteamericano que se ve al principio), aunque la relación invisible con Heung jamás la abandonará. Bien es cierto de que antes de que conozca a su esposo americano Nora (la protagonista) ha mantenido una relación virtual con Heung, pero eso no ha sido suficiente para compensar la distancia entre Corea y Estados Unidos. Una visita a Nueva York, ya cuando ambos son treintañeros y ella está casada, se convertirá en un encuentro agridulce, una evocación de lo que podría haber sido y no fue a través de la creencia coreana en el In-Yun, un término budista que apela al destino y a las vidas pasadas de personas que se encuentran de modo circunstancial. Vidas pasadas, película de gran éxito de público y crítica intenta ser profunda, aunque al final el desarrollo de las relaciones entre el trío protagonista no deja de ser superficial y su mensaje muy simple. A destacar la preciosa fotografía con la que se nos deleita durante todo su metraje.

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SU JUEGO FAVORITO (1964), DE HOWARD HAWKS.

Un regreso de Hawks al espíritu del género de la screwball comedy cuyo argumento bebe de La fiera de mi niña. Aquí Rock Hudson interpreta a Roger, un vendedor estrella de artículos de pesca y firmante de un libro especializado en el tema que en realidad no sabe pescar, ni siquiera nadar. El principal rasgo de comedia del argumento ha quedado muy anticuado en nuestra época: se trata de una inversión de roles en el que la protagonista toma la iniciativa amorosa y además salva a Roger de apuros en más de una ocasión. Lo mejor de Su juego favorito es la confrontación permanente en una competición de amor-odio entre sus dos protagonistas, una guerra de sexos muy propia de este tipo de género. Como se ha dicho en muchas ocasiones, este papel habría sido un auténtico caramelo para Cary Grant. Aunque Rock Hudson realiza un trabajo sobresaliente, seguramente el británico lo hubiera superado, otorgándole matices insospechados. A destacar también que los mejores momentos de la película los protagoniza un oso, auténtica estrella de la cinta.

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sábado, 9 de marzo de 2024

LA LLAMADA (2024), DE LEILA GUERRIERO. UN RETRATO.

En diciembre de 1976 la jovencísima Silvia Labayru fue secuestrada por los militares que se habían hecho con el poder recientemente en Argentina mediante un golpe de Estado. Embarazada de varios meses, fue torturada nada más llegar a la tristemente célebre Escuela de Mecánica de la Armada (actualmente un Centro de la Memoria sobre la dictadura Argentina) y secuestrada durante año y medio, hasta que se le permitió exiliarse a nuestro país. El libro de Leila Guerriero es un retrato íntimo de su protagonista y de su tormentosa historia, elaborado gracias a las entrevistas que durante un par de años (los años de la pandemia) la periodista celebró con la víctima, unos encuentros que fueron derivando en una auténtica amistad entre las dos.

La llamada deja claro desde el principio que Labayru fue una doble víctima: cuando sus torturadores la dejaron en libertad fue inmediatamente cuestionada por sus compañeros del exilio. Aseguraban que quien salía libre es porque había colaborado con los militares y que los verdaderos héroes eran los asesinados. Durante el libro el lector asistirá estremecido al testimonio de su protagonista: las torturas nada más ingresar para sacar información inmediata, las noches de soledad encadenada, la angustia de creer que va a ser asesinada, el parto en condiciones poco sanitarias y después la extraña confraternización con algunos de sus secuestradores (algunos lo llamarán síndrome de Estocolmo), que la lleva a tener relaciones sexuales con uno de sus secuestradores - ella siempre tendrá claro que ha sido violada - e incluso con la participación de la mujer de éste. 

Lo peculiar de la estancia de Labayru en la ESMA es que se le permitieron libertades insólitas con la idea de secuestro, incluidos viajes al extranjero para encontrarse con su pareja, lo la hizo sospechosa durante muchos años de colaboración, aunque queda claro en el relato que ella no podía hacer otra cosa si no quería poner en peligro a su familia:

"A decir verdad, tampoco había mucha explicación para entender que a una secuestrada la dejaran ir a Montevideo ni, antes de eso, que entregaran a su hija a la familia de origen ni, después de eso, que le permitieran dormir en casa de su padre: no había forma de entenderlo porque aún no había testimonios de sobrevivientes ni un cuerpo de relatos que diera cuenta de lo que sucedía allí adentro. De modo que, de cara a ese muro impenetrable del presente puro, cada quien dirimía su confianza o su incondicionalidad haciendo equilibrio sobre un aparato psíquico erosionado por el miedo, el desconocimiento y la especulación."

Pero La llamada es mucho más que la noticia de un secuestro. Es el retrato de una mujer y de las personas que la han rodeado en el exilio, de su lucha para que la violación fuera incluida en la relación de delitos que cometieron los militares en esos años terribles y por superar los traumas del cautiverio. Se trata de una lectura dura y adictiva, una descripción precisa de lo que significa ser una doble víctima en una historia que va emergiendo poco a poco mediante una serie de conversaciones informales en las que se mezclan pasado y presente. Un libro indispensable si se quiere comprender el siniestro mecanismo interno de las dictaduras y su nulo respeto por la dignidad humana.

AMENAZA EN LA SOMBRA (1973) DE NICOLAS ROEG.

La fuerza de esta película radica en su perfecta ambientación en una Venecia decadente, sucia y misteriosa, muy alejada de la imagen turística de la misma. Hasta allí viaja un matrimonio que acaba de perder a su hija y se enfrentan a una serie de premoniciones y a una leve esperanza de volver a verla. La trama linda en todo momento con lo sobrenatural, pero sin mostrarlo explícitamente, por lo que el terror que muestra es muy psicológico, transmitiendo al espectador la angustia infernal en la que viven los protagonistas. Lo que Roeg intenta es que palpemos una especie de misterio que se disipa ante nuestros ojos, haciendo converger pasado, presente y futuro, como si existiera la posibilidad metafísica de ver más allá de lo que tenemos delante, sobre todo cuando el matrimonio acaba de protagonizar el suceso más traumático posible en su existencia. Todo acaba en una impresionante última escena que resume lo que ha sido la película, lo cuidadoso e inquietante de su montaje y la fuerza del destino aplicado a su protagonista.

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viernes, 8 de marzo de 2024

TORMENTO (1964), DE MIKIO NARUSE.

Reiko es una viuda todavía joven que ha perdido a su marido en la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces ha sacrificado su vida dirigiendo la pequeña tienda de alimentación de su suegra. Su existencia está consagrada al trabajo, algo que considera su obligación familiar, pero el negocio se encuentra ahora amenazado por la proliferación de nuevos supermercados con cuyas ofertas no pueden competir. El otro desafío a su presuntamente equilibrada existencia es la presencia de su cuñado Koji, bastante más joven que ella y con un carácter totalmente contrapuesto al suyo, pues lleva una vida licenciosa repleta de juergas y borracheras, aunque el motivo íntimo de esa disposición ante la existencia es que está enamorado de ella. El tormento del título se justifica cuando él es capaz de declararle su amor y ella no es capaz de responder, aunque en lo íntimo sienta lo mismo. Las convenciones sociales se imponen en el camino a su felicidad: una viuda no debe casarse con su cuñado mucho más joven. Frente a su sencillez formal, Naruse nos ofrece una obra extremadamente compleja acerca del carácter japonés, de su sentido del honor y la familia. El cineasta japonés lleva esta lógica hasta sus últimas consecuencias y no tiene piedad por unos personajes cuyos sentimientos perturban el orden social establecido. Una obra cuya tragedia va cocinándose a fuego lento y cuyo final estremece al espectador.

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TODO A LA VEZ EN TODAS PARTES (2022), DE DAN KWAN Y DANIEL SCHEINERT.

Todo a la vez en todas partes es una de esas películas que suscita pasiones encontradas. Sus defensores - entre los que se encuentra buena parte de la Academia de Hollywood - alaban su presunta originalidad y frescura. Sus detractores - entre los que me encuentro yo - no aprecian más que una larguísima paja mental en la que cabe cualquier cosa que se le ocurra a los autores, una película que no ofrece tregua ni respiro, una de las propuestas más absurdas y con menos sentido de los últimos años. Ni siquiera su argumento es original, pues recoge el manido tema de los multiversos (algo tratado en profundidad en las sagas cinematográficas de Marvel y DC) y lo transforma en una película sin un argumento coherente (usando también elementos de la saga Matrix), tan se nos ofrecen una serie de peleas muy locas y un humor a lo Taika Waititi que el espectador debe soportar durante las interminables dos horas y diez minutos de su metraje. Si este es el futuro del cine de Hollywood, mejor sería que cerraran los Estudios y nos ahorramos sufrimientos en los próximos años.

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jueves, 7 de marzo de 2024

ÚLTIMA NOCHE EN MILÁN (2023), DE ANDREA DI STEFANO.

El teniente de policía Franco Amore está a punto de jubilarse. Ha gozado de una carrera impecable en la policía de Milán, entre otras cosas porque nunca se ha visto en la necesidad de disparar a nadie. A través de un familiar, acepta un trabajo privado de escolta, algo que le reportará buenos dividendos para afrontar su jubilación, aunque su instinto parece decirle que no es buena idea. Después de un magnífico plano aéreo, que nos muestra una ciudad nocturna casi como una jungla laberíntica, Última noche en Milán comienza por el final de la historia y luego retrocede en el tiempo unos días para contarnos cómo se ha llegado a ese punto. Se trata de una sólida propuesta de cine policiaco que juega con maestría sus bazas: el retrato del ambiente nocturno milanés, la tensión insoportable y la fatalidad propia de este tipo de narraciones. El espectador se pone en todo momento en la piel del protagonista y padece con él el inmenso error de última hora que comete, porque es posible echar por el retrete el respeto ganado durante décadas de carrera irreprochable. Quizá el único punto flaco de la película de Di Stefano se encuentre en su último tercio, en el que abusa de ciertos tópicos de cine estadounidense pero, por lo demás, Última noche en Milán se alza como una propuesta muy sólida e interesante.

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ARMAGEDDON TIME (2022), DE JAMES GRAY.

Paul Graff está entrando en la adolescencia y con ella desarrolla su vena rebelde frente a su familia, de la cual solo respeta y venera a su abuelo. Junto a su amigo Johnny, un compañero de clase negro y por lo tanto sujeto a discriminación, realiza una serie de acciones cada vez más atrevidas hasta que llegan a robar un ordenador del colegio. Las consecuencias de sus actos serán muy diferentes para ambos, ya que provienen de clases sociales muy distintas. Toda una lección del funcionamiento de su país para Paul, que vive intensamente el año 1980 en el que transcurre la película. Es la época de la llegada de Ronald Reagan al poder y de Margaret Thatcher al mismo puesto en Gran Bretaña, un tiempo marcado por la amenaza de guerra nuclear y por inminentes cambios económicos que van a acabar con la idea de socialdemocracia y distribución de la riqueza. Armageddon Time funciona en cierto modo como alegoría de una época ya lejana, pero que sigue influyendo en nuestros días. Como si la historia se repitiera, la posible próxima llegada - por segunda vez - de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y el nuevo riesgo de guerra nuclear con Rusia establecen claros paralelismos con aquella época. James Gray consigue una historia sólida pero que no da de sí todas sus posibilidades. A recordar la escena en la que Paul tiene un encuentro con su amigo desde dentro de la verja del Colegio privado al que ha ido a parar después de su etapa rebelde, mientras Johnny tiene que conformarse con sobrevivir en la calle.

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miércoles, 6 de marzo de 2024

LA DIVINA COMEDIA DE OSCAR WILDE (2019), DE JAVIER DE ISUSI. LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE MELMOTH.

Después de ser liberado de la cárcel de Reading, donde cumplió dos años de trabajos forzados, Oscar Wilde era una sombra de lo que había sido. No solo por el estigma de haber estado en prisión, sino por los vergonzosos - para la época - que habían motivado su paso por ella. Incapaz de volver a su vida anterior, Wilde se estableció en París al amparo de un pequeño círculo de amistades que no le abandonaron en sus horas más bajas. El magnífico cómic de Javier de Isusi recoge este periodo inmediatamente anterior a su fallecimiento y, entre episodios verídicos e inventados, construye un retrato muy completo del genio literario. Aquí Wilde se siente acabado y lleva una existencia autodestructiva, pero sigue siendo el mejor conversador de la historia, hasta el punto de que él mismo admite que su obra literaria escrita palidece frente a la su ingenio improvisado. Wilde sabe en su fuero íntimo que su delito no mereció el sufrimiento de su paso por prisión, pero aun así sigue sintiendo una especie de culpabilidad interior de la que no merece ser salvado. 

Los últimos años de Wilde son presentados por Isusi como una gran obra de teatro, una tragicomedia por donde va errando el autor de El retrato de Dorian Gray, todavía admirado, pero incapaz de escribir su última obra maestra. Ahora que ha conocido la el secreto de la vida en su plenitud, el máximo dolor posible, estima que no merece la pena escribir lo que él mismo está representando cada día en ese inmenso escenario parisino. Como él mismo dice: "Si no existiera el dolor, nuestra alma estaría tan extasiada con la belleza y los placeres del mundo que no podría nunca despertar. El dolor hace que dejemos de buscar fuera para poder buscar dentro de nosotros."

BABY DRIVER (2017), DE EDGAR WRIGHT.

Baby driver es una película cuyo funcionamiento depende de que el espectador sea capaz de seguir su ritmo, un ritmo pautado por la selección musical que escucha un protagonista permanentemente adornado por unos auriculares y unas gafas de sol. Baby se dedica al muy cinematográfico oficio de conducir en la huida de atracos. Es un muy joven profesional que es capaz de cualquier cosa con un vehículo, pero también es una persona que no pertenece a ese mundo criminal, pese a sus nervios de acero. A mitad de la trama comienza una historia de amor con una camarera, historia muy poco creíble por la velocidad a la que se produce: a los pocos días de haberlo conocido, la chica confía tan ciegamente en él que lo ayuda en su huida después de un atraco fallido. La película de Wright cuenta con un comienzo muy prometedor, pero poco a poco se va desinflando, hasta que llegamos al acto final, que se compone de una serie de eventos inverosímiles y efectistas que sacan definitivamente de la película al espectador. En su descargo, hay que admitir que Baby driver es una película entretenida en todo momento, pero ojalá hubiera mantenido durante todo su metraje el tono de sus primeros compases.

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martes, 5 de marzo de 2024

EL VALOR DE LA ATENCIÓN (2022), DE JOHANN HARI. POR QUÉ NOS LA ROBARON Y CÓMO RECUPERARLA.

No es ningún secreto que uno de los males de nuestro tiempo es la falta de atención, esa falta de capacidad para concentrarnos en una actividad medianamente exigente - como leer un libro, por ejemplo - más de unos minutos. Y este mal está más extendido entre las jóvenes generaciones, criadas en un entorno digital que reclama su atención de manera constante y de mil maneras distintas. Viajar en el metro y observar cómo un adolescente maneja la aplicación Tiktok y cambia de vídeo cada pocos segundos, en una clara muestra de ansiedad por abarcar todo el contenido posible de la aplicación, es una prueba evidente de esta realidad. Johann Hari se ha dedicado a investigar durante un tiempo las causas de la plaga de falta de atención en el mundo y ha preguntado a todo tipo de expertos para llegar a una cuantas conclusiones al respecto, algunas obvias y otras insospechadas.

En las últimas décadas la vida se ha acelerado. Los trabajos son más exigentes, requieren respuestas constantes a toda clase de estímulos en forma de correos electrónicos, llamadas por el móvil o actualizaciones de programas. Ni siquiera en el propio domicilio hay descanso, puesto que estas aplicaciones acompañan al empleado a su hogar y muchos de ellos son incapaces de desconectar y cuando lo hacen no es con ningún fin productivo, sino para seguir enganchados a las nuevas tecnologías, aunque esta vez en forma de ocio, con aplicaciones diseñadas para que el usuario esté el máximo tiempo con ellas con el objetivo de que tenga acceso a dosis de publicidad cada vez más sofisticada y más adaptada a sus gustos (esto se consigue a través del llamado capitalismo de vigilancia, al que dedicó un imprescindible ensayo Shoshana Zuboff).

Las soluciones a estos males contemporáneos son evidentes: bajar el ritmo, dormir más, hacer más ejercicio, aprender técnicas de concentración que consigan que podamos dedicarnos a una sola tarea durante un tiempo prolongado... Soluciones aparentemente fáciles que son fácilmente trastocadas por las poderosas llamadas de atención de nuestros dispositivos móviles, un aparato con el que la mayoría de la gente pasa sus horas muertas haciendo mil cosas a la vez para no hacer nada en realidad. Sus aplicaciones podrían haber sido diseñadas, como se pretendía al principio, para nuestra utilidad, pero al final solo son instrumentos para inundarnos de propaganda. Los efectos colaterales derivados de las continuas distracciones son asumidos como algo inevitable por el capitalismo de vigilancia.

Pero hay otros factores que también afectan a la falta de atención en las nuevas generaciones. Uno de ellos es el cambio de dieta, repleta de alimentos procesados, que ha operado en el mercado en las últimas décadas. Y otra, no menos importante, es algo tan sencillo como la falta de libertad de los niños. Yo pertenecí a una de las últimas generaciones que jugó libremente en la calle sin supervisión de adultos, una práctica cada vez más marginal, pero que durante milenios ha servido para que los niños aprendan a desenvolverse, a cooperar, a ser creativos e incluso a aburrirse sin tener sus horas programadas todo el tiempo, como sucede en la actualidad. Dejar que un niño haga cosas solo en la calle, sin vigilancia, parece un crimen hoy en día, por el presunto peligro que deriva de ello, pero en un mundo occidental en el que los niveles de crimen están más bajos que nunca, debería ser una práctica común.

Al final del libro Hari concluye que la revolución que nos libere de la falta de atención generalizada solo puede venir de la gente a título individual, organizándose para cambiar las prácticas de esas compañías que secuestran y esclavizan nuestro tiempo, tanto en el ámbito laboral como en el de ocio:

"Yo ya tenía muy clara una cosa. Si seguimos siendo una sociedad de personas que duermen poco y trabajan demasiado; que cambian de tarea cada tres minutos; que son seguidos y monitorizados por unas redes sociales pensadas para descubrir sus debilidades y manipularlas para que sigan viendo contenidos sin fin; que están tan estresadas que se vuelven hipervigilantes; que adoptan unas dietas que les llevan a tener picos y desplomes de energía; que respiran a diario una sopa química de toxinas que les inflama el cerebro, entonces, sí, seguiremos siendo una sociedad con graves problemas de atención. Pero existe una alternativa. Y pasa por organizarse y plantar cara, por rechazar las fuerzas que incendian nuestra atención y sustituirlas por otras que nos ayuden a sanar."