domingo, 9 de febrero de 2025

CÓMO LEERSE TODO MARVEL (2021), DE DOUGLAS WOLK. UN ASOMBROSO VIAJE.

Seguramente el Universo Marvel es la saga de ficción que más se ha prolongado en el tiempo (comenzó a principios de los sesenta, aunque hay precedentes de la misma a partir de los cuarenta), pues permanece con plena salud en nuestros días. La idea de Douglas Wolk de leer los apróximandamente treinta mil cómics publicados desde entonces parece delirante, pero el autor emprendió tan titánica tarea y ha escrito un libro en el que reflexiona acerca de su experiencia. Según los entendidos, el tiempo Marvel funciona diferente al nuestro, por lo que se supone que han transcurrido solo unos quince años en se universo desde que surgieron los Cuatro Fantásticos. Unos quince años repletos de acontecimientos, combates, sagas, invasiones alienigenas, guerras civiles y todo tipo de eventos que no dejan respirar ni un solo día a los superhéroes protagonistas de esta mitología moderna.

Para Wolk los cómics Marvel componen una montaña inmensa que vale la pena explorar. No importa por dónde empieces a leerlos, siempre habrá huecos que deben ser completados con otros cómics y prácticamente nadie será capaz de tener una visión al cien por cien de los acontecimientos sucedidos en este complejo mundo, y más si tenemos en cuenta el concepto del multiverso. Pero lo verdaderamente importante es que el lector (y estos cómics están concebidos para gente de todas las edades) pase un buen rato y siempre quiera saber más. Lo cierto es que, en mi caso, empecé a frecuentarlos de niño y nunca ha terminado mi vinculación con ellos, aunque vuelva a ellos de forma muy esporádica. Existen auténticos aficionados que llevan décadas comprando estos cómics y han hecho suyos estos personajes, por lo que pueden llegar a convertirse en guardianes de la continuidad y la lógica interna de estas historias.

Como es lógico, el autor no tiene capacidad de narrar todo lo sucedido en más de sesenta décadas de cómics, por lo que escoge algunos recorridos temáticos - por ejemplo, la presencia de presidentes estadounidenses en los cómics Marvel - y expone una serie de números como ejemplo de la riqueza de contenido de estas historias que tantas lecturas diferentes admiten. Y es que, a diferencia de DC, que reinicia su Universo de vez en cuando, Marvel ha sabido salvaguardar su historia original con más o menos coherencia, añadiendo en el camino a miles de personajes y decenas de miles de historias para todos los gustos, aunque lo que impera en estas narraciones es el drama, el más difícil todavía en las vidas saturadas de unos héroes que siempre saben recomponerse para salvar la Tierra una y otra vez. Contra todo pronóstico, los cómics Marvel siguen publicándose y no parece que su final esté cerca, a tenor del éxito de su universo cinematográfico derivado.

EL PINGÜINO (2024), DE LAUREN LEFRANC.

Uno de los grandes aciertos de la irregular película The Batman fue el de un irreconocible Colin Farrell interpretando al Pingüino. Resulta insólito que la serie dedicada a este personaje haya resultado mucho mejor que la película original. Aquí se exploran los bajos fondos de Gotham y el ascenso de su protagonista al rol de jefe mafioso que todos conocemos en los cómics. En primer lugar Farrell, con todo ese maquillaje compone un personaje muy humano y repleto de matices, un tipo que sabe moverse como pez en el agua por unos barrios devastados por las consecuencias del final de la película, pero llenos de oportunidades para un tipo ambicioso como él. En cierto modo la serie toma elementos de la segunda parte de El padrino para narrar un violento ascenso al poder. En segundo lugar la relación que se establece con su joven pupilo (con estremecedora sorpresa final). El Pingüino deja abierto un universo muy interesante en el submundo de los barrios bajos de Gotham. Queda por saber si este gran trabajo va a ser aprovechado como merece en películas futuras del hombre murciélago (y también, ya de paso, si todos estos personajes forman parte o no del nuevo Universo DC que se abre con la nueva película de Superman),

P: 8

sábado, 8 de febrero de 2025

LA SUSTANCIA (2024), DE CORALIE FARGEAT.

La sustancia pretende ser una reflexión acerca del culto al cuerpo y a la juventud en esta era de redes sociales en la que todo queda obsoleto enseguida y las novedades con inmediata fecha de caducidad se suceden. La protagonista es una madura actriz que ganó en su momento el Oscar, una vieja gloria que ahora protagoniza un espacio televisivo de aerobic, al estilo de Jane Fonda en los años ochenta. La tentación se le aparece a través de la sustancia del título, un compuesto químico que promete a quien se la administre desdoblar su cuerpo y sacar del mismo una versión joven y perfecta de sí misma. Según aseguran las escuetas instrucciones las dos personas son la misma, aunque no pueden convivir, sino que deben relevarse cada semana. Aquí es donde empiezan los problemas, puesto que la versión joven empieza una arrolladora carrera como modelo y necesita más tiempo para atender a sus numerosos compromisos, lo cual pronto degenera en un conflicto entre dos personas que presuntamente son la misma. Obviando el hecho absurdo que una persona tome una sustancia de origen desconocido, a solas, sin ningún control médico, los resultados de esta decisión resultan bastante poco beneficiosos para su protanista, puesto que ese otro yo se vuelve alguien independiente que ataca al cuerpo maduro original que le estorba en cuanto a sus decisiones vitales (¿quién podría vivir una existencia coherente habitando el mundo una semana sí y la otra no?). Aunque al principio la película se ve con interés, por la salvaje crítica al mundo actual que contiene, el último acto de la misma se convierte en un festival gore sin sentido. Los homenajes se suceden en La sustancia: El doctor Jekyll, Frankenstein, El retrato de Dorian Gray e incluso el hombre elefante se dan cita en esta cinta desmesurada que al final no es más que un guion de serie B con presupuesto y pretensiones, una película que debería haber mantenido el rumbo de la crítica social y no al gore insustancial que la remata.

P: 5

domingo, 26 de enero de 2025

CÓNCLAVE (2024), DE EDWARD BERGER.

La Iglesia católica es una institución que da mucho juego en el cine y en la literatura. Se trata de una organización a nivel mundial dirigida desde un lugar tan fascinante como el Vaticano, que cuenta con siglos de tradición, historia, intrigas y juegos de poder. Cónclave comienza con la muerte de un papa y la obligación de organizar un cónclave de cardenales para la elección de un nuevo. La responsabilidad de su organización recae en el cardenal Lawrence, un hombre que recientemente ha intentado dimitir de su cargo y se siente abrumado por la complicada tarea que recae sobre sus hombros. Porque un cónclave es una lucha de poderes que hablan muy mal de la presunta unidad de la Iglesia, lo cual atormenta a un Lawrence que pronuncia un discurso de apertura que intenta fomentar el consenso y la tolerancia ("la certeza es el enemigo de la tolerancia", dice). Poco a poco, como no podía ser de otra manera, las intrigas se van enredando con nuevas revelaciones y la presencia de un cardenal desconocido hasta entonces, que ha estado realizando su apostolado en secreto en Kabul. Cónclave es una película muy entretenida que reflexiona sobre la idea de poder y el deseo de obtenerlo a toda costa, también en una institución que se ve a sí misma como inspirada por el mismo Dios. Quizá su final no sea plenamente satisfactorio, pero el ambiente intrigante que crea durante todo su metraje, con esos pasillos o esos lugares en penumbra dónde se reunen los personajes, permite que el espectador siga la trama con sumo interés.

P: 6

sábado, 25 de enero de 2025

HOLLYWOKE (2022), DE CHRISTIAN TOTO. CÓMO HOLLYWOOD VENDIÓ SU ALMA CON EL CINE BUENISTA.

Desde hace ya demasiados años, el cine de Hollywood ha entrado en una decadencia absoluta, no solo arrastrado por su tendencia a las secuelas y su falta de ideas, sino por la necesidad de incluir a minorías en sus películas, aunque sea de manera forzada. Las películas ya no se juzgan por su calidad, sino por capacidad de ofrecer diversidad en sus repartos y equipo técnico (los Oscars cuenta ya con una normativa al respecto). Se hace escrutinio acerca del pasado de actores y directores, que deben disculparse de cualquier nimiedad que cometieran hace años para seguir contando para la industria. Todo un conglomerado ideológico que busca una hipócrita idea de pureza que al final acaba destruyendo de manera irreversible la libertad creativa de los autores.

El autor es un crítico de ideología conservadora. Parece increíble que sea la derecha la que esté militando en pro de la libertad, mientras la izquierda se pliega ante una ideología woke que cada vez reclama mayores exigencias, algo que acaba trasladándose a cine y series. También está la idea de Estados Unidos como un país racista y lleno de odio (algo que en parte es cierto), pero que se traslada a la pantalla de una manera visceral, cuando también es verdad que se trata de una nación en la que millones de personas de todas las razas e ideologías están deseando vivir. La mayoría de los críticos de cine se pliegan ante esta realidad y aplauden cualquier película que contenga el mensaje adecuado:

"Sin embargo, un número cada vez mayor de los críticos actuales caen en la triste descripción compartida de ese clip intemporal. Actúan al mismo tiempo como defensores del movimiento woke y como su brazo ejecutivo no oficial. Hacen el recuento del número de minorías representadas en las películas y atacan a la producción si lo consideran insuficiente para sus estimaciones. Arremete contra las historias que sugieren temas de centroderecha, como si tales ideas no debieran tenerse en cuenta en el proceso creativo."

Lo más triste de todo esto es que el público suele rechazar este tipo de obras de inclusión forzada y nula credibilidad, haciendo perder a los Estudios millones de dólares. Aunque hay tímidos movientos de apertura (¿qué sucederá con la llegada de Donald Trump al poder? ¿las tornas irán moviéndose en sentido contrario?) lo cierto es que podríamos escribir una enciclopedia de películas fallidas por lo ridículo de sus planteamientos y el descaro de su mensaje ideológico, a lo que se otorga mayor importancia que a un guion sólido. Hollywoke es un libro de combate y de denuncia. Se podrá no estar de acuerdo con muchos de los planteamientos de Christian Toto, pero es indudable que el libro pone el dedo en llaga frente a uno de los grandes males de nuestro tiempo: el cuestionamiento de la libertad de expresión, algo que también ha llegado a nuestra vida cotidiana.

domingo, 19 de enero de 2025

EN LA CIUDAD (2003), DE CESC GAY.

Una película coral que intenta retratar la vida íntima de una serie de personajes que viven en Barcelona, tienen relaciones entre ellos, pero no se conocen íntimamente entre sí. Todos guardan secretos, vidas ocultas y realidades inconfesables de las que es testigo el espectador. La inmensidad de una gran ciudad da lugar a que la habite todo tipo de gente, personas a las que podemos clasificar de un primer vistazo, pero de las que nunca podríamos sospechar la realidad de sus vidas. En la ciudad retrata muy bien esta realidad, pero falla un poco a la hora de hilvanar las relaciones entre sus protagonistas, quizá porque son demasiados y de todos se quiere contar algo. También hay algunos episodios poco creíbles, pero que son necesarios para dar densidad a la trama, sobre todo porque aquí no hay personajes que lleven una vida sentimental equilibrada. Da impresión en algunos personajes que necesitan estar en pareja únicamente para evitar estar solos y de esa convivencia frágil surgen las infidelidades. Los tiempos han cambiado y esa relación que se retrata de una adolescente con su profesor, que intenta mostrarse como el triunfo de un amor transgresor, hoy en día sería considerado abuso y no se mostraría en una película de esa manera.

P: 6

sábado, 18 de enero de 2025

LA LÍNEA DE SOMBRA (1917), DE JOSEPH CONRAD. RITO DE PASO

El material principal de la obra literaria de Joseph Conrad son sus experiencias vitales de juventud y primera madurez. Podemos decir que, quitando su infancia, la primera mitad de su existencia estuvo consagrada al mar y la otra mitad a su carrera literaria en la que cosechó abundante material de sus ricas experiencias. La línea de sombra simboliza el paso de la juventud a la madurez a través de un viaje terrible en barco, precisamente cuando el autor-personaje consiguió su primer destino como capitán. Aunque el comienzo de la novela es un tanto extraño, narrando el fortuito proceso por el que el protagonista abandona el barco en el que estaba empleado y encuentra por casualidad un empleo de capitán que debe ser cubierto de manera urgente, el entusiasmo de este primer destino tan prestigioso será pronto sustituido por la dura realidad de unas circunstancias adversas:

"Sí, caminamos, y el tiempo también camina, hasta que, de pronto, vemos ante nosotros una lína de sombra advirtiéndonos que también habrá que dejar tras de nosotros la región de nuestra primera juventud."

Porque las condiciones del mar se presentan poco adecuadas para el avance de la nave hacia su destino y además se desata una terrible epidemia entre la tripulación, descubriendo el protagonista que las reservas de quinina fueron diezmadas por el anterior capitán. Precisamente este anterior capitán será un presencia invisible y casi sobrenatural durante todo el viaje, habiendo algún miembro de la tripulación que considera el barco maldito por las indignidades cometidas por su anterior líder. La narracion se vuelve opresiva y el carácter del protagonista cada vez más sombrío. Puede que su primera resposabilidad como capitán de una nave sea la última, aunque sea porque las circunstancias parecen haber conspirado en contra de su viaje.

Es el sentido de culpabilidad que siente el protagonista lo que paraliza su capacidad de actuar, conduciéndole a un terrible estado de aislamiento y parálisis, de sentimiento de fracaso absoluto. En un determinado momento teme que la tripulación, horriblemente debilitada por la enfermedad, acabe rebelándose y tomando el control de la nave, pero si algo puede sacar de positivo de esta experiencia es precisamente la nobleza de sus hombres, fieles en la más absoluta adversidad:

"Las palabras que cambiábamos eran escasas y pueriles, si se tiene en cuenta la situación. Yo tenía que hacer un esfuerzo para mirarlos cara a cara. Esperaba siempre encontrar miradas cargadas de reproches. Pero no era así. La expresión de sufrimiento de sus ojos era, en verdad, bastante difícil de resistir. Pues ellos no podían hacer nada para evitarlo. Por lo demás, me pregunto si era el temple de sus almas o la cordialidad de su imaginación lo que les hacía tan admirables, dignos de mi eterno respeto."