martes, 31 de mayo de 2022

MULHOLLAND DRIVE (2001), DE DAVID LYNCH.

Entre el sueño y la realidad se mueven los personajes de esta absorbente película de David Lynch. Aunque su trama puede resultar confusa, no lo es tanto si la contemplamos como un sueño derivado de la angustia de una protagonista que intenta reprimir su culpa a través de la construcción onírica de una realidad muy sórdida. No es seguro que Mulholland Drive deba interpretarse de esa manera, pero creo que es la que ofrece mayor lógica interna a las fascinantes imágenes que ofrece Lynch en una de sus películas míticas. También es cierto que seguramente un segundo visionado inmediatamente después del primero aclararía muchas cosas - o al menos ofrecería nuevas claves - en una obra tan compleja y poliédrica como ésta. Eso quiere decir que Mulholland drive invita a tantas lecturas como espectadores tenga y a enriquecer las mismas a través de nuevos acercamientos. Lo que es indudable es que David Lynch narra de una manera muy personal y que se ha ido labrando una poderosa carrera precisamente para tener el derecho a hacerlo.

P: 8

viernes, 27 de mayo de 2022

VESTIDA PARA MATAR (1980), DE BRIAN DE PALMA.

De esta película, que vi en televisión hace ya décadas, recordaba sobre todo sus primeros veinte minutos, que siguen pareciéndome lo mejor de la misma, con esa espléndida Angie Dickinson seguida en todo momento por la ágil dirección de Palma. Es maravilloso el paseo al que lleva al espectador a través del Museo de Arte Moderno. Toda esa parte rezuma erotismo y sorpresa y el director desarrolla la historia en un ambiente casi onírico que es muy eficaz para lanzar la sorpresa que nos tiene reservada. Es una lástima que el resto de la película no mantenga ese nivel, aunque resulte muy estimable y sea un goce admirar el buen hacer de Michael Caine en un papel complicado. Vestida para matar intenta funcionar sobre todo como un homenaje a Hitchcock y sobre todo a su obra maestra Psicosis, pero queda muy alejada de la perfección de las obras que firmaba el maestro del suspense. El final es demasiado convencional y casi previsible pero lo importante es que la película se disfruta y es prototípica del estilo efectista que se empezaba a imponer a principios de los ochenta.

P: 6

lunes, 23 de mayo de 2022

EL COCODRILO DE ARISTÓTELES (2019), DE MICHEL ONFRAY. UNA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA A TRAVÉS DE LA PINTURA.

Dejo aquí la reseña del último libro de Michel Onfray publicado en España:

https://elplacerdelalectura.com/2022/05/el-cocodrilo-de-aristoteles-de-michel-onfray.html

EL NOMBRE (2012), DE ALEXANDRE LA PATILLIÈRE Y MATTHIEU DELAPORTE.

Al igual que The party, de Sally Potter y tantas otras, esta película se adscribe al género de la comedia coral, pero en esta ocasión de una manera un tanto burda y difícilmente verosímil para el espectador. El principal problema de El nombre, más allá de la absurda premisa que que desencadena el cada vez más enconado conflicto entre personajes, viene precisamente de la falta de credibilidad que destilan los mismos, tanto en sus discursos como en sus acciones. Esto es como La cena de los idiotas, pero sin demasiada gracia: todo acaba derivando en los tópicos de las revelaciones entre amigos y familiares teñidas de un humor forzado y muchas veces de trazo grueso. Hay trozos que se ven con simpatía, pero el conjunto queda como una experiencia cinematográfica bastante olvidable.

P: 3

sábado, 21 de mayo de 2022

MI MADRE ERA DE MARIÚPOL (2019), DE NATASCHA WODIN. LOS DEMONIOS FAMILIARES DE UCRANIA.

Todos formamos parte de la historia de nuestras familias, pero es usual que no conozcamos bien éstas crónicas que jalonan nuestros orígenes y pueden explicar en parte nuestro destino y nuestro carácter. La autora del libro, cuya familia procedía de Ucrania, se propuso investigar acerca de su madre, que ella recordaba como una persona eternamente represora, asustada y finalmente asediada por episodios de locura. Aunque al principio emprender tan complicada tarea fue frustrante, poco a poco Wodin fue completando un complejo puzle familiar que desvela todos los horrores padecidos por los ucranianos en el terrible siglo XX, una época en la que ninguna familia pudo librarse de padecer el peso de la Historia con mayúsculas.

Porque a través del relato lejano de sus familiares, que a principios del siglo XX vivían cómodamente en la próspera Mariúpol, la autora va describiendo la Primera Guerra Mundial, la Revolución, la llegada del régimen soviético, la hambruna de los años veinte, la invasión nazi y el contrataque posterior. La investigación, prolíficamente descrita en los primeros capítulos del libro, se compone del examen de fotografías, antiguos documentos, testimonios que va consiguiendo a través de grupos de internet y, finalmente, de una fuente muy valiosa, los diarios de su tía Lidia. Una vez conseguido el acceso a este material, Wodin hilvana la terrible historia de su madre y de otros miembros de su familia, que tuvieron que sobrevivir en la más terrible de las realidades y adaptarse si no querían sucumbir:

"(...) el fiasco soviético y postsoviético, el fatum ruso perpetuo, el no poder despertar de una pesadilla colectiva, el estar atrapado entre la servidumbre y la anarquía, entre la resignación y la violencia, todo ese mundo tenebroso, preilustrado, toda esa historia familiar de impotencia, acaparamiento, arbitrariedad y muerte, esa desgraciada Rusia, la eterna Mater Dolorosa que tan implacablemente abrazaba a sus hijos." 

Entre otras cosas, Wodin describe muy bien el proceso que llevó a miles de ucranianos a creerse la propaganda alemana de las fuerzas de ocupación y terminar aceptando un idílico puesto de trabajo en las fábricas del Reich, una situación que se complicó más con la llegada de los Aliados, que amenazaban con devolver a todos las personas procedentes de la Unión Soviética a las garras de Stalin, que consideraba a cualquiera que hubiera trabajado, aunque fuera de manera forzada, para los alemanes como un mero traidor. Por supuesto, en el relato de la autora hay grandes lagunas, lo que otorga gran verosimilitud al mismo, sucesos y decisiones inexplicables y pequeños atisbos de memoria que dan algo de sentido a sus confusos recuerdos de niñez. Sirva este libro como homenaje a quienes de nuevo padecen una terrible guerra en Mariúpol, como un tenebroso revival del siglo XX en un territorio en el que las desgracias parecen no tener fin.

CRY MACHO (2021), DE CLINT EASTWOOD.

Impresiona ver como este hombre de más de noventa años, uno de los hombres de cine más míticos que todavía quedan en el oficio, tenga la fuerza para dirigir e interpretar una película tan interesante. Cry macho no es ninguna obra maestra, ni pretende serlo, sin embargo sirve como autohomenaje de un actor que ha interpretado numerosos personajes memorables. Aunque parece que los derroteros de la película van a ir por el lado dramático finalmente nos encontramos con una narración un tanto amable e incluso picaresca que se centra en la magnífica relación que se establece entre un hombre en el ocaso de su vida y un adolescente con toda la vida por delante. Bien es cierto que en ciertos momentos el guion se ve lastrado por una serie de situaciones un tanto inverosímiles, pero todo se perdona por la nostalgia con la que uno se deja atrapar por esta obra pequeña obra a contracorriente de lo que se suele realizar en el cine actual.

P: 6

martes, 17 de mayo de 2022

VETE DE MÍ (2006), DE VÍCTOR GARCÍA LEÓN.

Vete de mí parte de un planteamiento interesante, pues narra la llegada de un hijo que acaba de cumplir los treinta a la vida de un actor maduro divorciado. Santiago - el padre - apenas ha tratado a su hijo, hasta el punto de que no sabe a qué se ha dedicado en los últimos años. Por su parte Guillermo, el hijo, es un ser absolutamente amoral y parasitario que se mueve bajo una fachada encantadora. Guillermo dice que estudia Derecho, aunque tampoco estamos seguros de que eso sea verdad, ya que en los últimos años ha probado con mil estudios y cursos y ninguno ha terminado de seducirle, por lo que su existencia en el presente es un limbo del que solo espera poder seguir viviendo a costa de sus progenitores, ya que su gran habilidad es exhibir con cierto encanto una cara dura como el cemento. Por otro lado Santiago, ante el acontecimiento de la llegada de su vástago se mueve entre el miedo a que la situación se eternice y termine viviendo en su angosto apartamento - y eso afecte a su relación con otra actriz mucho más joven que él - y el amor que se despierta de pronto por su hijo semidesconocido. Dicho planteamiento es francamente desaprovechado porque, a partir de su segunda mitad la película se transforma en un sinsentido de broncas y borracheras, quedándose al final en tierra de nadie. Ni siquiera el recientemente fallecido Juan Diego realiza un papel memorable, porque realiza una interpretación un tanto exagerada de un personaje colérico que no es capaz de mantener una conversación racional con su hijo. En cualquier caso, la película no carece del todo de interés y se ve con simpatía, aunque con un guion más ajustado podría haberse convertido en una obra muy estimable.

P: 4

domingo, 15 de mayo de 2022

EL ESPÍA INGLÉS (2020), DE DOMINIC COOKE.

Lo que hace grande a esta película es su vocación por ser  pequeña, por no aparecer ante el público como un superproducción, sino que su ambición es filmar un guion bien estructurado acerca de un personaje histórico que merecía. Hay que decir que buena parte de la culpa del excelente resultado final lo tiene la magistral actuación de un Benedict Cumberbatch que hace suyo un papel complicado y demuestra que es uno de los mejores actores del momento. Porque parece ser que Greville Wynne era un ser anodino al que nadie se hubiera imaginado en su papel de espía, por más que al principio no supiera muy bien las repercusiones de lo que estaba haciendo. Otro de los aciertos de El espía inglés es no presentar la típica trama enrevesada propia del género. Cooke prefiere centrarse en la psicología del personaje principal, en las repercusiones que tiene en su salud mental y en las relaciones con su familia la actividad tan arriesgada que está ejercitando cuyas tensiones debe asumir prácticamente en solitario. De ahí la profunda amistad que cultiva con el alto cargo soviético que es su contacto para pasar información a los americanos en los prolegómenos de la crisis de los misiles de Cuba, un episodio cuyos fantasmas vuelven a asomarse en estos tiempos tan inciertos.

P: 8

EL COLOR DEL DINERO (1986), DE MARTIN SCORSESE.

La idea de resucitar al personaje de Eddie Felson, protagonista de El buscavidas, un cuarto de siglo después, fue toda una genialidad, por mucho que este nuevo acercamiento al jugador de billar difícilmente iba a emparejarse en calidad con el de Robert Rossen. Pero a Martin Scorsese le interesa explorar la psicología de Felson en su vejez, enfrentándose a la última oportunidad de triunfar y ganar dinero en serio a través de un diamante en bruto, Vincent, un joven jugador de billar impresionante cuyo comportamiento no dista mucho del de un niño caprichoso. Así, El color del dinero basa toda su fuerza en el enfrentamiento entre estos dos caracteres antagónicos: el viejo zorro que se sabe todos los trucos para exprimir a los rivales y el joven talento cuyo ego le impide dejarse ganar. Quizá falla levemente la química entre Newman y Cruise, ya que la diferencia de talento actoral entre uno y otro es evidente, pero la dirección de Scorsese consigue de nuevo que el espectador experimente de nuevo la magia de visitar esos garitos nocturnos en los que jugadores desesperados pierden o ganan fortunas en partidas agotadoras. Lo mejor de todo es el golpe final a Eddie: podrá ser un tipo listo y con una inmensa sabiduría vital, pero jamás podrá dejar atrás su destino de perdedor.

P: 7

sábado, 7 de mayo de 2022

PAPÁ GORIOT (1835). DE HONORÉ DE BALZAC. EN EL NOMBRE DEL PADRE.

La novela comienza mostrándonos el microcosmos de la pensión de la señora Vauquer, un lugar humildísimo en el que viven personas venidas a menos o estudiantes pobres. Entre ellos destaca el señor Goriot, un anciano que se enriqueció con la venta de fideos en tiempos de la Revolución - alguien que se supo aprovechar de ciertas influencias para ganar una pequeña fortuna en tiempos de hambre - pero que ahora arrastra una existencia humildísima. Todos se preguntan qué vicios habrán llevado a Goriot a esta situación. El hecho de que sea visitado con cierta frecuencia por unas jóvenes muy elegantes hace derivar las especulaciones hacia ciertos vicios. Pero la realidad es mucho más prosaica. O más heroica si se quiere. Las jóvenes son las hijas de Goriot y el pobre anciano lo ha sacrificado todo por su felicidad. Las ha casado y ha procurado que nunca les falte el menor de sus caprichos. Pero sus hijas son ingratas y solo se dejan ver por la pensión cuando tienen dificultades económicas, algo que está dejando poco a poco al protagonista sin los humildes medios económicos que se había reservado para su vejez.

El otro gran protagonista de la novela es Rastignac, un personaje que volveremos a encontrar en futuras obras de Balzac. Rastignac es un estudiante de derecho recién llegado a París. Su familia a puesto todas sus esperanzas de prosperar en el fruto de sus estudios, por lo que siente una gran presión y responsabilidad, ya que todos se están sacrificando para que él pueda llegar a ser un abogado famoso. Pero el joven tiene otros planes. Le seduce la alta sociedad parisina y, a través de una prima suya, se irá introduciendo poco a poco en este mundo a la vez lujoso, fascinante y repulsivo. Un mundo de apariencias en el que muchos de sus miembros más opulentos a primera vista, en realidad se encuentran ahogados por las deudas:

"Eugenio de Rastignac, que tal era su nombre, era uno de esos jóvenes que han sido forjados por la desgracia, que comprenden desde su infancia las esperanzas que sus padres depositan en ellos, y que se preparan un hermoso porvenir calculando ya el alcance de sus estudios y adaptándolos de antemano al movimiento futuro de la sociedad."

En el camino de Rastignac aparecerá un demonio tentador en forma de compañero de pensión. Vautrin le ofrece un discurso magistral y clarificador acerca de la verdadera esencia de la vida y una exposición realista de cuales son los caminos que se le ofrecen en la misma, ya que quiere aprovecharse del joven y de sus magníficas posibilidades de futuro. Porque el dinero es lo que mueve el mundo y la fortuna (la fortuna dineraria, se entiende) es lo que mueve el mundo. Pero para conseguir todo esto hay que ensuciarse las manos, como lo hizo Goriot en su momento y Rastignac no sabe si está dispuesto a pagar el precio necesario. 

Pero lo verdaderamente cautivador de Papá Goriot es su final. Esa agonía en la que lo único que necesita es lo que no obtiene: la presencia de sus hijas para despedirse de ellas mientras todavía está lúcido. Aquí Balzac se muestra como un auténtico conocedor del alma humana describiendo los delirios del protagonista mientras la enfermedad va mermando sus fuerzas, en una rara muestra de perfecto equilibrio entre ciencia y literatura. La conclusión de esta obra maestra no puede ser más emblemática, con ese Rastignac mirando París desde la distancia, como tomando impulso para conquistarlo en el futuro inmediato. Papá Goriot es una de esas novelas en las que la escritura entronca perfectamente con la condición humana y el lector no puede más que ver la esencia de la realidad entre sus páginas.

TENET (2020), DE CHRISTOPHER NOLAN.

Queriendo rememorar un poco el éxito obtenido con Origen, Nolan se embarcó en esta aparatosa superproducción en la que los personajes, en vez de moverse por el mundo de los sueños, tienen la posibilidad de moverse hacia el pasado desde el presente. Este es un concepto que puede resultar sencillo a primera vista, pero en la película, quizá pecando de aparentar cierta complejidad intelectual, está muy lastrada por una narrativa confusa en la que el espectador tiene que concentrarse en demasiadas cosas al mismo tiempo para obtener una visión coherente de la trama. Como historia de espionaje Tenet funciona muy bien - ojalá veamos a Nolan alguna vez dirigiendo con total libertad una película de la franquicia Bond - pero en sus espectaculares escenas de acción son demasiadas las ocasiones en las que uno no sabe muy bien lo que está pasando, aunque a grandes rasgos pueda seguir la historia. Quizá un segundo visionado aclare muchas cosas, pero no es la función del cine hacer que la gente vaya más de una vez a ver una determinada película para tratar de entenderla y tampoco que sea necesario leer artículos o ver vídeos en internet para hacerlo. Tenet tiene sus puntos de interés y podría haber sido una gran obra - Origen era igualmente compleja, pero uno comprendía muy bien lo que sucedía en la pantalla - pero es justo apreciar su vocación de ser original y enseñar algo nuevo al espectador.

P: 5

miércoles, 4 de mayo de 2022

CHICAGO, AÑOS 30 (1958), DE NICHOLAS RAY.

Curiosa mezcla de cine negro con melodrama, aderezada con unas buenas piezas musicales con as que se aprovecha ampliamente la presencia de Cyd Charisse. Con Thomas Farrell quizá Robert Taylor compone uno de sus personajes más complejos y memorables. Porque Farrell es nada menos que un abogado de la mafia que es capaz de cualquier truco sucio para defender a sus clientes, por lo que es muy apreciado por su jefe. Solo el flechazo amoroso que sufre por el personaje de Cyd Charisse le hace replantearse su existencia e intentar huir del mundo criminal en el que ha cimentado su carrera profesional. Y es Farrell es un tipo complejo, un resentido por el complejo que le produce su discapacidad física, pero también alguien que se da cuenta de que necesita desesperadamente redimirse a través de un amor verdadero. Y de eso va esta historia, de segundas oportunidades y del mundo criminal del que es tan difícil desembarazarse. Magnífica fotografía en color y una historia mucho más compleja de lo que parece a primera vista hacen de esta obra una película a reivindicar, una rara avis del cine negro que quizá no se adapta del todo a los cánones del género.

P:8

lunes, 2 de mayo de 2022

SPENCER (2021), DE PABLO LARRAIN.

Larrain es siempre un director interesante y aunque a priori la vida de la familia real británica me interesase bien poco, acercarme a esa magnífica serie llamada The Crown me hizo ver las cosas de otra manera y acoger este proyecto con interés desde que se anunció hace un par de años. Aquí no se trata de rodar una biografía de Diana, sino de retratar un único fin de semana navideño en la época en la que princesa era ya una mujer desquiciada por las descaradas infidelidades de su marido y sentía cualquier convivencia con la familia real como un auténtico infierno. Kristen Stewart se esfuerza en interpretar a un personaje lleno de matices que se mueve entre su repugnancia a su familia política, la nostalgia por los tiempos de su niñez y adolescencia y el amor a sus hijos, los cuales no quiere que se corrompan. El problema de Spencer es que es una película demasiado pequeña e intimista y falla a la hora de ser original en el retrato de un personaje del cual se ha dicho prácticamente todo ya. Debemos tener siempre en cuenta que esta es una historia inventada, solo basada en lo que pudo pasar en ese fin de semana en el que una ya psicológicamente desequilibrada Diana decidió romper definitivamente amarras con la familia de la que había pasado a formar parte hacía solo diez años. El triunfo del final es solo engañoso: todos sabemos el triste final de quien pasó a ser demasiado pronto un juguete roto de una familia real deshumanizada.

P: 5 

domingo, 1 de mayo de 2022

MILENIO (2008), DE TOM HOLLAND. EL FIN DEL MUNDO Y EL ORIGEN DE LA CRISTIANDAD.

Dejo aquí el último artículo que he publicado en El placer de la lectura:

https://elplacerdelalectura.com/2022/04/milenio-el-fin-del-mundo-y-el-origen-de-la-cristiandad-de-tom-holland.html

LADRÓN (1981), DE MICHAEL MANN.

El primer largometraje de Michael Mann como director dejaba ver algunas de las obsesiones que iban a caracterizar el resto de su carrera. En este caso se trata de retratar la vida de un profesional de la delincuencia que acaba de pasar buena parte de su juventud en la cárcel, donde ha adquirido una ética criminal y violenta que puede estallar en cuanto se sienta engañado por sus socios accidentales, aunque su auténtico anhelo sea retirarse y formar una familia. Lo mejor de la película son las escenas de robo, el retrato que Mann realiza de la actuación metódica y tranquila del protagonista en esos momentos de tensión. También destaca el personaje de Leo, un mafioso que intenta dar la impresión de que el funcionamiento de su organización criminal es similar al de una empresa con un jefe paternalista, pero que es capaz de cambiar radicalmente de actitud cuando cree que alguien se está pasando de la raya. Lo peor de Ladrón es ese efectismo muy propio de los años ochenta que llega a su culmen en la casi ridícula escena final, una ensalada de tiros a cámara lenta que afortunadamente Mann rectificaría en obras posteriores muchísimo más sólidas como Heat. Aquí se intenta dejar todo el peso de la película en el estrellato de James Caan, algo que se consigue solo a medias.

P: 5