sábado, 30 de septiembre de 2023

MÁQUINAS COMO YO (2019), DE IAN McEWAN. LA INGLATERRA DE TURING.

Máquinas como yo empieza describiendo una realidad alternativa ligeramente distópica (la nuestra también lo es), en la que Alan Turing no se ha suicidado a las cuarenta y un años, sino que ha desarrollado una próspera carrera que ha desembocado en el hecho de que en la década de los ochenta ya existen prototipos humanoides con inteligencia artificial. Aunque es un hombre que sobrevive económicamente a duras penas con sus inversiones en bolsa, Charlie, el protagonista, se permite el capricho de comprar uno de estos primeros adanes. Esta decisión conlleva muchos riesgos, porque la convivencia con un ser cuya mente ha sido condicionada a base de algoritmos puede llegar a ser conflictiva, ya que el humano y el robótico son seres muy distintos, con capacidades que pueden ser complementarias a la vez que antagónicas:

"Pero cuando le estaba mirando a los ojos, empecé a sentirme alterado, inseguro. Pese a la clara línea divisoria entre lo viviente y lo inanimado, no era menos cierto que él y yo estábamos unidos por las mismas leyes físicas. Quizá la biología no me otorgaba un estatus especial, y tenía poco sentido decir que la figura que se hallaba de pie ante mí no estaba enteramente viva. En mi extenuación, me sentía sin amarras, y me dejaba llevar al océano azul y negro, y emprendía dos direcciones a la vez: rumbo al futuro incontrolable que nos estábamos forjando, donde podríamos disolver al fin nuestras identidades biológicas, y al mismo tiempo rumbo al pasado remoto de un universo naciente, donde la herencia común, en orden decreciente, eran las rocas, los gases, los compuestos, los elementos, las fuerzas, los campos energéticos; para nosotros dos, el semillero de la conciencia, fuera cual fuese la forma que adoptara."

El conflicto llega cuando Adán se enamora de la novia de su dueño. En muchas cosas el ser artificial es como un niño, con unos valores morales que no han sido forjados en la experiencia cotidiana sino en un laboratorio. Él no comprende las sutilezas habituales que utiliza el ser humano para sobrevivir ni relativiza valores como la verdad o la ley. Esto lo convierte en un juez implacable de las acciones de Charlie y Miranda, considerándose a sí mismo una especie de adalid del bien absoluto aunque esto conlleve la perdición de quienes considera sus amigos.

Máquinas como yo no es de las mejores novelas de McEwan, pero es valiosa en cuanto a reflexión intelectual acerca del mundo que se nos viene encima, un mundo en el que quizá los humanos se conviertan en "esclavos de un tiempo vacío, sin meta alguna" o quizá la liberación de muchos trabajos que hoy nos ocupan la mayor parte del día pueda llevar a una potenciación de las capacidades intelectuales (al menos en ciertos individuos, no en la mayoría), que establezca al fin esa utopía siempre anhelada. En cualquier caso, la narración advierte del peligro que engendran ciertos paraísos artificiales que están a la vuelta de la esquina. Quizá el destino del protagonista sea una especie de profecía de lo que le espera a la humanidad.

TIEMPO (2021), DE M NIGHT SHYAMALAN.

Uno de las tragedias más íntimas del ser humano es la conciencia del paso del tiempo, tiempo que pasa cada vez más deprisa conforme se van cumpliendo años. En la película de Shyamalan, unos turistas en busca de experiencias exclusivas son llevados a una playa paradisiaca en la que pronto se dan cuenta de que están envejeciendo a pasos acelerados - su existencia completa va a durar una sola jornada - y de la que es imposible salir. Con esta premisa tan interesante, el famoso director construye una obra irregular, ya que dedica el mismo esfuerzo a narrar los intentos de fuga del grupo que a reflexionar sobre la angustiante situación que están experimentando, esa angustia por la muerte que conseguimos aplazar en el día a día y que para ellos, de pronto se ha acelerado. Además, alguna escena un tanto ridícula resta tensión a la trama, aunque lo peor es ese final anticlimático más interesado en ofrecer una explicación detallada a todo lo que ha sucedido que a mantener un halo de misterio mucho más conveniente si se quiere ser coherente con lo que ha sido hasta ese instante la película.

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miércoles, 27 de septiembre de 2023

EL MATRIMONIO DE MARIA BRAUN (1979), DE RAINER WERNER FASSBINDER.

La derrota de la Alemania nazi provocó que la mayoría de los supervivientes tuvieran que arreglárselas para salir adelante en ciudades destruidas gobernadas provisionalmente por quienes habían sido sus enemigos en la guerra. Cada cual utilizaba lo que tenía más a mano. En el caso de la protagonista de esta película, ella no tiene ningún problema en utilizar su belleza para seducir y tomar como amante a un soldado norteamericano. Sucede que Maria se había casado pocos años antes con un combatiente alemán dado por desaparecido en el frente ruso. El marido reaparece y mata a sangre fría al americano ante la mirada indiferente de ella, que vuelve a tomar amante mientras su esposo cumple condena. Esta vez es un inversor que quiere ganancias en el inmenso río revuelto que era la Alemania de la época que refleja la película Maria acabará asociándose con él, dejando claro definitivamente que es un ser sin moral, alguien que únicamente persigue su bienestar material, una auténtica superviviente que indica el camino a quienes quieran prosperar después de la derrota, aunque sigue siendo extrañamente fiel al amor por su esposo. También representa la protagonista a ese milagro alemán que se consiguió en las condiciones más extremas y con la ayuda decisiva de los antiguos enemigos de occidente. Aunque la película de Fassbinder refleja perfectamente el espíritu de una época y es capaz de ofrecer un sólido retrato psicológico de su protagonista, se resiente por la falta de verosimilitud de algunas escenas, como la de la boda del principio o el asesinato del norteamericano, en las que las reacciones de los personajes causan extrañeza al espectador. 

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domingo, 24 de septiembre de 2023

BARBIE (2023), DE GRETA GERWIG.

El gran éxito inesperado de este año ha sido esta película basada en una popular muñeca. Con un gran diseño de producción, Barbie recrea el mundo utópico donde vive la protagonista, un lugar donde su existencia es perfecta porque todos conocen su función social y ella - la Barbie prototípica - ni siquiera tiene que trabajar, pues el fin para el que fue creado fue verse a sí misma divina todo el tiempo y asistir a fiestas todas las noches. Poco a poco iremos descubriendo que Barbieland no es un lugar tan perfecto después de todo. Los Ken, que han sido creados para ser compañeros o complementos de Barbie, no son tan felices, puesto que necesitan la atención permanente de la muñeca a la que han sido asignados para sentirse vivos y ellas no parecen estar muy por la labor. Además, ellos tienen un papel muy secundario en la sociedad, puesto que no gozan de ningún puesto importante en la misma. A raíz de tener unos repentinos pensamientos sobre la muerte y advertir unas leves imperfecciones físicas en su hasta ahora ejemplar cuerpo, la Barbie protagonista se ve obligada a emprender un viaje al mundo real en busca de la niña que está jugando con ella. Hasta aquí la película ha sido ejemplar, mostrándonos con trazos certeros unas reglas de juego que se mueven entre la saga Toy Story y El show de Truman, pero todo se va desmoronando lentamente cuando la muñeca llega al mundo real. La representación de nuestro mundo y, en concreto, de la ciudad de Los Angeles está subordinada al mensaje ideológico que pretende la película, por lo que es absolutamente tramposa. Que la protagonista, nada más llegar a una playa californiana empiece a ser acosada por todos los hombres presentes e incluso uno le llegue a pegar un cachete en el trasero no representa en absoluto la realidad actual. Tampoco la representan esos ejecutivos de Mattel, todos hombres y todos con una forma de hablar y de actuar propia de imbéciles. Si se quería representar la opresión del patriarcado, seguramente había formas mucho más realistas y efectivas de hacerlo. A partir de aquí Barbie se convierte en una obra vulgar más preocupada de lanzar su mensaje feminista - aunque al final los Ken queden de nuevo como ciudadanos de segunda - que de ofrecer una historia coherente con lo que se ha narrado al principio. En cualquier caso la película es disfrutable por el excelente trabajo de sus protagonistas, es especial de Ryan Gosling, que saca petróleo a un papel cuanto menos complicado.

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sábado, 23 de septiembre de 2023

EL MAL DORMIR (2022), DE DAVID JIMÉNEZ TORRES. UN ENSAYO SOBRE EL SUEÑO, LA VIGILIA Y EL CANSANCIO.

En cierto modo, este es un ensayo autobiográfico, dado que su autor padece problemas de insomnio desde su infancia. Este es un mal oculto, que el resto de la humanidad, los que dormimos bien prácticamente todas las noches apenas podemos intuir. Por supuesto, sabemos en qué consiste porque todos hemos pasado alguna vez una noche en vela, de esas que no se acaban nunca y que nos hace sentirnos medio muertos durante todo el día siguiente. Pero padecer este mal noche tras noche y sacar fuerzas para seguir cada jornada con la vida laboral y familiar es la vida cotidiana de David Jiménez Torres y de muchos otros insomnes. El ensayo que ha escrito es un intento desesperado por entender su problema, pero lo hace intentando captar la complicidad del lector, con un tono distendido y alejado de dramatismos.

Aunque puede parecer que el insomnio crónico tiene su causa en problemas de la vida diaria de los que el cerebro no puede desconectar para ofrecer descanso, pero parece que los motivos son más complejos y ocultos. Quizá los insomnes sean descendientes de aquellos hombres que velaban toda la noche para advertir de cualquier peligro a los que dormían, una función social imprescindible hace milenios que ha dejado de ser útil en las sociedades actuales. Tampoco ayuda al maldurmiente saber que hay miles de estímulos esperando para hacer más llevadera la enésima noche en vela: 

"A medida que la modernidad iba tomando forma, nuestro cuerpo se encontraba con un ambiente cada vez más hostil a su necesidad de descanso. Desde los horarios de trabajo creados por la industrialización hasta las pantallitas de los móviles, un cúmulo de factores externos nos habría vuelto más ansiosos, menos capaces de obedecer a los mecanismos naturales del sueño. Hace años que organismos como la Organización Mundial de la Salud o el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades del gobierno estadounidense advierten de que las naciones desarrolladas se encuentran inmersas en una «epidemia de falta de sueño». Así pues, la historia del mal dormir es también una historia de la modernidad; y, en concreto, de su lado oscuro."

Lo peor de todo es que la vigilia es un mal estrictamente solitario, algo que difícilmente puede ser compartido con otros. El que no puede dormir queda a solas con sus pensamientos, sintiéndose culpable de no poder descansar para afrontar un día de mañana que parece no llegar nunca. No es raro así que los que padecen este mal puedan caer en la depresión, porque su falta de descanso le impide llevar una vida normal en un mundo cada vez más competitivo. El mal dormir es un ensayo muy bien escrito, que expone con mucha amenidad un problema, intenta indagar en su génesis histórica y describe cómo afecta al protagonista, a él mismo, reivindicando a los maldurmientes como a colectivo inadaptado a la vida actual por culpa de un problema invisible para quien no lo padece.

REGRESO A HOPE GAP (2019), DE WILLIAM NICHOLSON.

Después de treinta años de matrimonio, Edward decide por sorpresa separarse de su esposa Grace. Ésta no se lo va a tomar nada bien y no va a aceptar la nueva situación, luchando con todas sus fuerzas para volver al status quo que ella considera normal y en el que se siente segura. El personaje de Grace se nos muestra como alguien absolutamente desagradable que ha tiranizado a su esposo con su carácter irascible frente a la personalidad mucho más apagada de Edward, hasta el punto de aquí podemos hablar de violencia psicológica ejercida de manera continuada durante años. Para ella la gota que colma el vaso es que él se haya ido a vivir con otra mujer, una iniciativa de la que veía incapaz a su esposo. Intentando mediar en el conflicto se encuentra el hijo de ambos, que comprende la decisión de su padre, pero también conoce la fragilidad de su madre frente a esa fachada de mal genio. Regreso a Hope Gap es una película pequeña que sabe jugar bien sus cartas, basándose en excelentes interpretaciones y en la reflexión intimista sobre lo que significa el compromiso matrimonial y su posible ruptura, apoyándose también en los hermosos paisajes que se retratan en los paseos de los protagonistas.

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domingo, 17 de septiembre de 2023

LA PEOR PERSONA DEL MUNDO (2021), DE JOACHIM TRIER.

La nueva película de Joachim Trier se nos presenta casi desde un punto de vista antropológico de los cambios enormes de Occidente en los últimos años respecto a los ideales de trabajo y familia. Si lo lógico hace un par de décadas era pelear por un puesto estable y de prestigio en la sociedad junto con un matrimonio - también estable - con hijos, Julie, la protagonista absoluta del filme, representa la inestabilidad actual de los jóvenes. Unos jóvenes que, por una parte se sienten mimados por unos padres que sí consiguieron - al menos en parte - hacer realidad estos tramposos sueños pero que por otra saben que ellos no van a conseguirlos, aunque la situación de Noruega diste mucho de la de los jóvenes de los países del Sur de Europa. La existencia amorosa y profesional de Julie se basa en una montaña rusa emocional que va desde lo caprichoso y egoísta a lo impulsivo. La relación que establece con un exitoso autor de cómics un poco mayor que ella parece otorgarle la estabilidad que anhela, pero pronto se verá impulsada a nuevas aventuras que le permitan experiencias que presuntamente le permitan sentirse viva. La peor persona del mundo puede leerse entonces como una especie de manifiesto generacional en el que no faltan escenas que reflejan algunos de los males actuales, como el intento de cancelación - muy reveladora la entrevista televisiva que le realizan, tachando su obra, fundamentalmente cómic underground pleno de libertad salvaje, como un ataque a las mujeres. Una película que hubiera sido más interesante si se hubiera atrevido a ir un paso más allá en el retrato de la sociedad actual.

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sábado, 16 de septiembre de 2023

EL PODER DE LAS PALABRAS (2022), DE MARIANO SIGMAN. CÓMO CAMBIAR TU CEREBRO (Y TU VIDA) CONVERSANDO.

Aunque pueda parecer un libro de autoayuda de los que tanto proliferan en nuestras librerías, El poder de las palabras es en realidad la obra de un neurocientífico que quiere usar sus conocimientos para mejorar la vida de sus lectores. Y en esta ocasión lo hace recurriendo al poder sanador (en sentido mental) de una buena conversación, una conversación de calidad que - es posible - cada vez sea más difícil de encontrar en el mundo que estamos construyendo, repleto de todo tipo de mensajes banales y ruido de fondo. El auge de las redes sociales, que en demasiadas ocasiones no son más que pozos de odio y fanatismo virtual no ayuda a que en la realidad puedan construirse debates serenos, profundos y libres:

" Las conversaciones funcionan en ciertos ámbitos, que Montaigne esbozó en El arte de conversar. Terminaremos de precisarlos en el próximo capítulo, pero aquí resaltamos algunos de sus principios. Cuando todos los participantes tienen tiempo y derecho a hablar y ser escuchados, la conversación adquiere toda su fuerza. Es entonces cuando se convierte en un espacio idóneo para revisar nuestro razonamiento y advertir posibles fallos: es el sistema de pensamiento lógico revisando el automático, Fonda contra los demás. En cuanto la conversación se aleja de ese hábitat, ya sea porque participa demasiada gente en ella o porque no hay ánimo de escuchar, empiezan a aparecer las conclusiones de Asch o Baronchelli. Las conversaciones se vuelven pujas sociales de intimidación para convencer por medio de la presión social y no de los argumentos. Estamos en medio de batallas campales, en el corazón de las redes sociales,"

Apelar a la razón, o al menos a que cada uno pueda explicar sus razones no es tarea fácil en un mundo regido por emociones impulsivas y absolutamente polarizado. Por eso Sigman recomienda celebrar conversaciones en grupos pequeños y bien escogidos - por ejemplo, un club de lectura - cuyos miembros sean capaces de establecer turnos y palabras y escuchar. Hacerse partícipe de otros puntos de vista enriquece la vida propia y relativiza nuestras creencias más profundas, nos hace más humanos en suma porque puede hacernos detectar errores que teníamos arraigados en nuestro pensamiento. Esta es la mejor fórmula para controlar nuestras emociones y no exhibirlas sin reflexionar antes, aunque sea mínimamente. Filósofos como Montaigne nos enseñan a conocernos a nosotros mismos, pero la verdadera salud espiritual se consigue con buenos compañeros de conversación:

"(...) la verdadera soledad consiste en no tener con quién hablar. Sin buenas conversaciones se desregulan pilares básicos de la salud, desde el sistema inmune a toda una gama de procesos metabólicos que incluyen hasta la expresión de nuestros genes. También se degrada el sistema de control cognitivo con el que gobernamos nuestras ideas y emociones. La soledad resulta ser, pues, uno de los factores de riego más nocivos e ignorados de la salud física y mental."

MENTIRAS ARRIESGADAS (1994), DE JAMES CAMERON.

Mentiras arriesgadas comienza, sin complejos, con un claro homenaje a la serie Bond y, más en concreto, a Goldfinger. Vemos a Schwarzenegger salir del agua para infiltrarse en una fiesta que se celebra en una mansión. Se quita su traje de hombre rana y bajo él lleva un impoluto smoking que le permitirá no llamar la atención entre el resto de invitados. Pero cuando termina la acción podemos ver que Harry Tasker no es James Bond. A diferencia de él, tiene una familia a la que oculta su condición de agente secreto usando de tapadera un aburrido puesto como agente de ventas. Con esta premisa, James Cameron filmó una película espectacular y muy divertida cuya vocación no es precisamente la de ser verosímil, sino la de hacer pasar un buen rato al espectador con escenas cada vez más aparatosas rodadas por el mejor especialista en acción. Hay que decir que a Schwarzenegger el papel le viene como anillo al dedo, pues se trata de un actor bastante dotado para la comedia. Su personaje a veces recuerda a esa parodia de Los Simpsons, McBain, aunque con mucha más tridimensionalidad, a lo que ayuda la química que tiene con Jamie Lee Curtis. Lo cierto es que sus dos horas y media pasan en un suspiro, sobre todo cuando asistimos en su tramo final a una de las escenas más espectaculares jamás rodadas, la de la persecución del Harriet por los cayos de Florida. Cosas de los noventa.

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martes, 12 de septiembre de 2023

LA MUJER DE TCHAIKOVSKY (2022), DE KIRILL SEREBRENNIKOV.

La mujer de Tchaikovsky narra una pasión singular, la de Antonina Miliukova por el afamado músico. En la película aparece como una mujer obsesionada por el genio, que insiste, hasta el punto de quedar en evidencia, en que debe casarse con ella. Tchaikovsky, que era homosexual en un tiempo en el que era necesario ocultar esa condición, acabó accediendo, quizá para huir de los rumores y el escándalo. Pronto fue evidente que el matrimonio era una farsa. Mientras Antonina quiere hacer valer sus derechos de esposa y penetrar en un mundo privilegiado y burgués de la mano de su esposo, éste se distancia cada vez más de ella y vuelve a sus antiguas costumbres. La película constituye todo un retrato psicológico de una mujer despechada, que se ha ilusionado durante un tiempo en una espera de normalidad que no llegará nunca, por lo que su salud mental se llega a resentir, llegándose al final a una penosa batalla por un divorcio que ella se niega a concederle. Magnífica interpretación de Alyona Mikhaiova en una obra que cuida especialmente la ambientación de época que - creo - no intenta trasladar, como hacen muchas otras, la moral o las preocupaciones del presente a los hechos del pasado.

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viernes, 8 de septiembre de 2023

OCHO DÍAS DE MAYO (2020), DE VOLKER ULLRICH. DE LA MUERTE DE HITLER AL FINAL DEL TERCER REICH.

A finales de abril de 1945 la situación militar de la Alemania nazi era desesperada. Asediada en dos frentes, los rusos estaban a punto de culminar la conquista de Berlín y los Aliados la de Múnich. Mientras tanto, las ciudades alemanas que todavía no habían sido liberadas continuaban recibiendo salvajes bombardeos ante la pasividad de la defensa aérea. Cuando Hitler se suicidó, el 30 de abril, muchos pensaron que todo había acabado, pero la confrontación bélica se prolongó una semana más, bajo el sorprendente liderazgo de la persona a la que el dictador alemán había designado sucesor: el almirante Karl Dönitz. En vez de rendirse y acabar de una vez con el conflicto, el gobierno de Dönitz se dedicó a intentar ganar tiempo, a través de rendiciones parciales en el oeste, para intentar salvar al mayor número de tropas de caer en manos de unos soviéticos con sed de venganza. 

Mientras tanto, la población civil asistía atónita a la prolongación de una agonía que ya duraba años. Después de soportar los continuos bombardeos aéreos, ahora tenían que ver cómo sus pueblos y ciudades eran escenarios de violentos combates que ya carecían de sentido alguno. Los que eran ocupados por americanos o ingleses podían darse por afortunados, puesto que los soldados rusos fueron tristemente protagonistas de violaciones en masa contra mujeres alemanas de todas las edades, como si de un botín de guerra se tratara. Mientras tanto, los soldados vencedores iban liberando campos de concentración y de exterminio que mostraban escenarios dantescos que superaban todos los horrores contemplados hasta ese momento. El mundo iba conociendo la verdadera naturaleza del proyecto nazi y se consensuaba la necesidad de juzgar a los responsables, algo que terminaría sucediendo poco después en Núremberg. 

El libro de Volker Ullrich pone su foco ante todo en los sentimientos de la población civil en un momento tan crítico, en una transición incierta hacia un futuro que no pocos veían como un tiempo de humillación y desesperanza. En cualquier caso la experiencia más inmediata de la mayoría de la gente era una especie de alivio frente al fin de los bombardeos una vez que el frente sobrepasaba sus ciudades. Para ingleses y estadounidenses esto derivó en no pocas ocasiones en sorprendentes rendiciones y en una sumisión total de la población a los nuevos conquistadores. 

Al final, el gobierno de Dönitz fue tolerado por los Aliados durante un par de semanas después de la rendición, un gobierno fantasma que tomaba decisiones inútiles en un territorio que ya no controlaba. Después sus miembros fueron detenidos de una manera infamante y llevados a la prisión de Luxemburgo donde se encontraban otros altos dirigentes de la Alemania nazi que habían ido siendo capturados en este periodo caótico. La nación alemana, que tres años antes había sido dueña y señora de Europa se había convertido en un erial en el que trataban de sobrevivir soldados que se rendían, prisioneros de guerra e internos en campos de concentración recién liberados, población civil que había perdido su vivienda y sus medios de vida y otras muchas personas de múltiples nacionalidades que se encontraban en Alemania como enemigos o como aliados de los nazis. Los exiliados que volvían a su país después de tantos años quedaban atónitos ante el nivel de destrucción de una nación que parecía no poder volver a levantarse. El sentimiento general frente a esta situación insólita lo resumió bien el futuro presidente de la República Federal Alemana, Theodor Heuss: "Fuímos redimidos y aniquilados a un tiempo". 

LA PARADOJA DE ANTARES (2022), DE LUIS TINOCO.

La paradoja de Antares presenta una situación imposible que protagoniza un solo personaje, una mujer que pertenece a un pequeño grupo de científicos dedicados a la búsqueda de indicios de vida extraterrestre en el espacio. Alexandra, después de años de monotonía en una labor de resultados inciertos cuanto menos, va a pasar la noche más larga de su vida cuando detecte una señal que se va haciendo más y más prometedora, mientras a su alrededor se acumulan una serie de graves problemas familiares y meteorológicos que van a obligar a que tome una serie de decisiones imposibles desde el punto de vista moral y profesional. Lo mejor de la película del debutante Tinoco es su capacidad para mantener en todo momento el interés de un espectador que se identifica en todo momento con lo que le sucede a la protagonista, con el mérito añadido de que todo transcurre en una sola habitación. Además, la película es capaz de ser didáctica acerca del método científico incluyendo esta premisa en el guion de manera muy solvente. 

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domingo, 3 de septiembre de 2023

EL FIN DEL AMOR (2019), DE TAMARA TENENBAUM. QUERER Y COGER EN EL SIGLO XXI.

El proceso de encontrar pareja no tiene nada que ver en la actualidad con lo que suponía hace solo algunas décadas. Tradicionalmente las relaciones conyugales se establecían en el seno de las relaciones familiares, a través de las bodas concertadas, al menos respecto a las familias más pudientes. El resto intentaba encontrar a alguien compatible dentro del ámbito geográfico en el que le había tocado vivir. La revolución sexual de los años sesenta, junto a la tecnológica de las dos últimas décadas ha conseguido que los jóvenes - y no tan jóvenes - puedan conocer a gente de lugares muy distantes pero con intereses muy cercanos. O al menos así era cuando comenzó internet. La llegada de aplicaciones como Tinder ha estimulado la búsqueda de relaciones geográficamente cercanas, rápidas y sin compromiso. Encontrar una pareja estable se ha vuelto una tarea complicada, puesto que si el candidato de antes tenía que competir con un número limitado de rivales, ahora dicha competencia se ha multiplicado exponencialmente, por lo que el nivel de exigencia ha aumentado en la misma medida. De ahí surgen dos alternativas radicalmente diferentes a la hora de emparejarse:

"De un lado tenemos las formas antiguas de vida en común: la familia tradicional, los nacionalismos, la pertenencia a una cultura y a una lengua compartidas. Del otro lo que se nos ofrece como alternativa, una especie de individualismo neutralizado: consumir, competir, cuidarse a una misma, preservarse. Los conservadurismos clásicos siguen insistiendo —y cada vez de modo más violento— con el primer polo como única receta para la felicidad: quien no se case ni tenga hijos se quedará solo, quien se pelee con su gente (la que le toca en suerte por nacimiento, por la cultura en la que nació) estará renunciando a la posibilidad de sentirse en casa en algún lado. Por fuera de estas estructuras, nos dicen, solo queda el desamparo. Un nuevo tipo de conservadurismo propone el segundo polo como única alternativa disponible: empoderarse es trabajar, ganar plata, coger mucho, consumir. Los vínculos, en este nuevo paradigma, son pensados también en términos de objetos de consumo: si me hace sentir bien, lo conservo; si ocupa demasiado lugar, lo tiro."

Tamara Tenenbaum parte de su experiencia personal, pues nació en una comunidad judía ortodoxa en Argentina, donde las bodas seguían concertándose al estilo tradicional, aunque afortunadamente ella pudo oponerse a esa costumbre para sí misma sin demasiados problemas. Pero tampoco la alternativa resulta ser enteramente satisfactoria. La búsqueda de relaciones es fácil, pues existen numerosos instrumentos para ello, pero esto también consigue que la tentación de buscar una alternativa a lo que actualmente se tiene sea muy poderosa. Todo esto deriva en una exposición de victimismo respecto al género femenino, llegando a decir que es el género que más sufre cuando se produce un rechazo, como si los hombres no tuvieran la misma capacidad de padecimiento al respecto. También que las mujeres necesitan gastar mucha más energía y recursos para sentirse bien en la búsqueda de pareja y que el varón promedio no necesitan tantos productos y tratamientos para sentirse bien consigo mismo. Cierto es que esto es un constructo social, pero también que todos somos igualmente libres para elegir en lo que gastamos nuestro tiempo, nuestro dinero y nuestro tiempo de ocio.

Si bien se trata de una lectura interesante, sobre todo cuando la autora narra sus experiencias personales, El fin del amor bebe demasiado de la sociología de Eva Illouz, hasta el punto de que este libro puede servir perfectamente como introducción a la lectura de aquella - cuyo último libro comparte título con este de Tenenbaum -, pues todos estos temas van a ser mucho más rigurosamente desarrollados en Illouz. Quizá lo que aporta Tenenbaum son ideas más frescas y espontáneas, pues muchas se derivan de su propia experiencia. Especialmente interesante es la reflexión sobre internet, realizada por una persona que prácticamente ha vivido desde su juventud con este instrumento, desde los primitivos foros hasta las más sofisticadas redes sociales de la actualidad. La autora expresa perfectamente el abismo existente entre la red de hace veinte años, un lugar amable y repleto de posibilidades de futuro y el lugar en gran medida hostil en que se ha convertido en la actualidad:

"Internet era un mundo separado y definido, esa es la primera diferencia entre 2005 y 2018: nos sentíamos seguros (a pesar de que los medios hicieran campañas para alertar sobre pedófilos y vendedores de riñones y nuestros padres las creyeran) porque lo que allí pasaba parecía no tener consecuencias en la vida real. Si te peleabas con tu comunidad e incluso te banneaban (expulsaban), podías irte y nadie se enteraba; incluso podías apagar la computadora y sentir que todo eso desaparecía. Esto cambió con la aparición y masificación de las redes sociales y los smartphones, que produjeron las condiciones necesarias para las redes de levante: los seudónimos (nicknames) que protegían nuestro yo de Internet de la intrusión del mundo físico fueron reemplazados por el nombre real que hoy casi todos usamos en Facebook (que a su vez se linkea con casi todas las aplicaciones de levante). A medida que se llenó de información (cada vez más fácil de encontrar gracias a Google) el anonimato se hizo casi imposible. Nuestros padres empezaron a usar redes sociales. Nuestros jefes también. Hoy la gente pierde trabajos y parejas por cosas que pasan en Internet y el bullying que reciben los y las adolescentes allí tiene una continuidad indistinguible con el que reciben en el colegio. Internet dejó de ser algo que podíamos apagar para volverse indistinguible de nuestra vida social, laboral y afectiva en general."

LA HISTORIA OFICIAL (1985), DE LUIS PUENZO.

Rodada poco después del final de esa pesadilla que supuso el gobierno de los militares en Argentina, la película de Luis Puenzo hurga profundamente en la herida del siniestro legado de ese periodo. Un régimen repleto de exiliados, represaliados, torturados y niños robados. Y también de gente como la protagonista, una ingenua profesora que cree estar casada con un santo varón y que la adopción de su hijo se realizó cumpliendo todos los trámites legales. Poco a poco irá descubriendo una realidad terrible que ha estado durante los años precedentes ante sus ojos, pero ella no ha querido ver. Ni siquiera cuando una amiga íntima vuelve del exilio y le cuenta su espantosa historia de torturas y vejaciones que motivaron su huida al extranjero puede ella dejar de ofrecer una reacción candorosa. En todo caso, la venda se va a acabar cayendo y Alicia va a experimentar un doloroso baño de realidad que se contrapone radicalmente a la historia oficial, esa en la que ella siempre creyó como inocente profesora. La película cuenta con un guion extraordinario que sirve a la vez como perfecto retrato de personajes y como denuncia de una época cuya vileza debe ser puesta ante los ojos del espectador a través de las evocaciones y descubrimientos de esos mismos personajes. Que ganara el Oscar a la mejor película extranjera fue un reconocimiento muy merecido.

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sábado, 2 de septiembre de 2023

LA CIUDAD DE LOS PRODIGIOS (1986), DE EDUARDO MENDOZA. ENTRE DOS EXPOSICIONES.

El desarrollo industrial y cultural de Barcelona se produjo entre las exposiciones universales de 1888 y 1929. Este es el periodo histórico que utiliza Eduardo Mendoza para desarrollar a su personaje, Onofre Bouvila, una especie de hombre hecho a sí mismo que asciende desde la más completa miseria hasta convertirse en uno de los hombres más ricos, poderosos y temidos del país. La novela se recrea en la descripción completa de una ciudad en constante transformación, desde sus rincones más sórdidos, como la pensión en la que el adolescente Bouvila se aloja cuando llega a la ciudad y comienza a ganarse la vida aprovechándose de su relación con los anarquistas, hasta los barrios y las villas de lujo que la alta burguesía se construye para significarse frente al resto de sus vecinos. Esta es la época en la que se derriban las murallas de la ciudad y empieza a desarrollarse el prodigioso ensanche de Barcelona, un proyecto urbanístico muy racional que no va a estar libre de una salvaje especulación inmobiliaria en la que el protagonista siempre apostará al caballo ganador.

Bouvila es un personaje con más sombras que luces, tanto que el lector jamás va a poder conocerlo del todo. Es uno de esos hombres extremadamente reservados que solo se relacionan con los demás cuando los negocios lo exigen y que se ha creado una leyenda de invulnerabilidad construida a partir de algunos crímenes muy meditados que le han impulsado a la cima del poder. También es un tipo práctico. Aunque desprecia al obrero, comprende muy bien las razones de las insurrecciones violentas, con quema de iglesias incluida, que se producen cada poco tiempo en la ciudad. Su solución es una especie de esbozo socialdemócrata que aspira a un mínimo bienestar obrero para que éstos también sean consumidores:

" (...) vosotros pensáis que el obrero es un tigre sediento de sangre, agazapado en espera del momento de saltaros al cuello; una bestia a la que hay que mantener a distancia por todos los medios. Yo os digo, en cambio, que la realidad no es así: en el fondo son personas como nosotros. Si tuvieran un poco de dinero correrían a comprarse lo que ellos mismos fabrican, la producción aumentaría en espiral tremendamente."

A pesar de su enorme ambición, La ciudad de los prodigios es una novela un poco coja en algunos aspectos, en primer lugar por la frialdad de su protagonista y también por esas apelaciones al presente que aparecen de vez en cuando en la narración y que sacan levemente al lector de la época que se está retratando. En cualquier caso es una lectura muy interesante para cualquiera que visite Barcelona, puesto que la mejor manera de narrar la historia de una ciudad es describir las formas de vida de sus habitantes.

THE FLASH (2023), DE ANDY MUSCHIETTI.

Esta película puede servir como una perfecta metáfora del tremendo caos en el que se ha convertido el universo cinematográfico de DC. Al margen de que la intención sea reiniciarlo todo a través de una nueva película de Superman a estrenar dentro de dos años, los personajes que se han ido conociendo en distintas películas siguen apareciendo, aunque existan propuestas que se quedan un poco en tierra de nadie, como la reciente Black Adam. The Flash podría haber sido la película que resolviera un poco todo este caos, aprovechando que está dedicada a los viajes en el tiempo a través de una especie de multiverso, pero su guion tiene tantas fallas - sobre todo si uno se pone a pensar después de haberla visto - que finalmente no lleva a ninguna parte. Al menos se trata de una producción muy entretenida, cuya larga duración no pesa, aunque sus efectos especiales sean de lo peor que se ha visto en cines en los últimos años. La presencia de Michael Keaton, retomando su personaje de Bruce Wayne, es el gran acierto de la película, pues el actor no se limita a vivir de la nostalgia, sino que ofrece una interpretación muy digna y carismática, tanto que ensombrece el protagonismo de la presunta estrella de la función. El homenaje final a distintas interpretaciones del universo DC no pasan de ser unos minutos dedicados a los aficionados, pero que no parecen llevar a ninguna propuesta interesante de futuro. The Flash está totalmente desaprovechada, pues quizá era la última oportunidad de poner orden en esas incoherencias constantes que han caracterizado esta saga cinematográfica.

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