miércoles, 24 de diciembre de 2025

EL HOMBRE GRATIS (2024), DE MARIO JARAMILLO. ESCLAVOS DEL ALGORITMO.

Uno puede ir a la gasolinera y echarse el combustible del surtidor por sí mismo. Luego, en el supermercado, puede verse obligado a pasar los productos por las cajas de autopago y después acudir a un cine sin taquillas, debiendo realizar uno mismo el proceso de elección de películas, butaca y pago. El mundo se ha convertido en un lugar con ofertas infinitas, pero también en una fábrica de esclavos del consumo, pues todo está diseñado no solo para el consumidor haga el trabajo que antes realizaban los empleados retribuidos de una compañía, sino para que sus niveles de ansiedad frente a tantas posilidades se disparen, por lo que todos terminamos comprando un buen número de cosas que jamás usaremos. Internet, esa herramienta que prometía tantas bondades hace veinte años, se ha convertido en el principal instrumento de la nueva sociedad de consumo:

"Internet ha puesto algo en el mercado que parecía inalcanzable antes de su invención: el comercio de masas, el consumo de masas. Hombres tras las cosas, cosas que se consumen, hombres consumidos, hombres-cosas. La sociedad uniformada. Internet es producto de un capitalismo que lo nutre a niveles exponenciales."

La realidad del presente ha echado por tierra todas las teorías económicas clásicas acerca del trabajo retribuido. Ahora la recompensa por el trabajo que realiza el consumidor no es dinero, sino el placer del consumo. Todo lo que creemos que es gratis repercute económicamente en los beneficios de las grandes multinacionales, que se han convertido en las auténticas dueñas del mundo. Las máquinas no nos liberan, como se llegó a pensar hace ya bastantes años, sino que se posicionan a favor de los intereses de quienes las programan, que usan al consumidor como conejillo de indias para ir renunciando a cada vez más costes laborales. Si comprar un billete de avión, por ejemplo, se ha convertido en un proceso angustioso y dotado a veces de una intolerable incertidumbre es gracias a que nos hemos acostumbrado a hacer estas cosas solos, estimulados por la idea de que así ciertos productos y servicios nos saldrán más económicos. 

Así pues, la idea de libertad de elegir se ha ido transformando en una especie de docilidad por parte del consumidor, que tolera ciertos tratos por parte de las empresas que jamás hubiera permitido en el pasado. Indudablemente no hay marcha atrás en este proceso. Como la rana que nada en el agua hirviendo, poco a poco nos han ido acostumbrando a todos estos desmanes que al final identificamos con comodidad y abundancia de oferta. Pero esto es solo la punta del iceberg. La verdadera riqueza que extraen las multinacionales de nuestros comportamientos son datos muy valiosos que serán traducidos a nuevos beneficios económicos. Vivimos en un mundo distópico que contribuimos a consolidar ¿libremente? día a día.

domingo, 21 de diciembre de 2025

UN PÁJARO AZUL (2023), DE ARIEL ROTTER.

Un pájaro azul comienza con una escena muy interesante. Aunque veamos a una pareja desnuda en la intimidad de su dormitorio, no se trata de una escena erótica, sino de la convivencia cotidiana de un hombre y una mujer que son razonablemente felices, aunque una pequeña sombra enturbie su relación: la imposibilidad de ella de quedarse embarazada, a pesar de los reiterados intentos. Todo saltará por los aires cuando se descubra una infidelidad de Javier. Se acostó una sola noche con una compañera de trabajo cuando ambos asistían a un congreso y la dejó embarazada. Este hecho, que él considera una falta puntual y ella una infidelidad completa, hará saltar por los aires a la pareja. Javier será expulsado del domicilio común y comenzará una travesía en el desierto plena de sufrimiento y arrepentimiento, puesto que una tentación banal a la que quizá cedió por reforzar su ego masculino ha destrozado su existencia. El embarazo de la amante duele más a Valeria al contrapenerlo a su imposibilidad de haberlo conseguido durante tantos años. Simbólicamente es como si Javier hubiera amado mejor a esa desconocida que a ella misma. Aunque faltaría un poco más de desarrollo de personajes, Un pájaro azul es una interesante propuesta que aborda un conflicto de pareja desde una perspectiva sosegada y muy psicológica, adoptando casi en todo momento el punto de vista del protagonista, del que el espectador se hace cómplice y desea que se le perdone, pues su sufrimiento nos está diciendo (cada cual puede opinar éticamente lo que considere oportuno) que su castigo es excesivo frente a la falta cometida. Quizá todo esto sirva para reforzar la relación de la pareja o quizá sea una herida incurable durante toda la vida de la misma. Es el espectador el que debe decidir finalmente.

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sábado, 20 de diciembre de 2025

MELANCOLÍA DE LA RESISTENCIA (1989) DE LÁSZLÓ KRASZAHORKAI Y ARMONÍAS DE WECKMEISTER (2000), DE BÉLA TARR Y ÁGNES HRANIZKY. LA PAVOROSA REVOLUCIÓN.

Ya el prólogo de Melancolía de la resistencia, la escena del tren, condensa el espíritu de la novela: una de las habitantes de la ciudad viaja hacia ella en un ambiente terriblemente decadente, lleno de personas resignadas al mal funcionamiento de la vía férrea. Además, la mujer percibe cierta hostilidad en el ambiente que va a materializarse en una escena muy desagradable cuando acuda a los baños del vagón. Todo esto nos prepara para el verdadero corazón del libro, cuyo personaje central va a ser Valuska, el hijo de esta mujer. 

Valuska ante todo tiene el rol de testigo de unos hechos terribles que van a ser el eje de la narración. Se trata de un muchacho muy sensible que posee la inocencia de un niño, alguien que cuenta todavía con una gran capacidad de asombro, pero también alguien muy pasivo, sin ambiciones y sin capacidad alguna de cambiar las cosas. La llegada de un circo a la ciudad, cuya principal atracción es el enorme cadáver de una ballena va a convertirse en la semilla de una revolución tan violenta como falta de sentido, una revolución que va a culminar con la terrible escena del asalto a un hospital. Frente a esto, la única voz lúcida parece ser la del señor Eszter, un intelectual que vive solo para la reflexión y que se aisla voluntariamente del resto rodeado de sus libros. Si alguien intuye lo que está pasando, es él, pero se trata de la persona menos adecuada para actuar, pues parece interesarle el resto del mundo solo como análisis intelectual, no como realidad que deba ser mejorada, ya que su extrema lucidez le hace descartar la acción:

"Hemos fracasado plenamente en la acción, en el pensamiento y la imaginación, pero también en el lamentable afán por comprender las causas; hemos vendido a precio de saldo a Dios nuestro Señor, hemos perdido, jugando, el respeto al rango y a la dignidad, y hemos decidido no mantener la noble superstición de la eterna medida, que siempre había determinado nuestro peso a través de la distancia respecto a los ancestrales diez mandamientos... podemos afirmar, pues, que hemos salido malparados, miserablemente malparados en un universo en que, con toda probabilidad, pintaremos cada vez menos. Los hombres (...) hablan de terremotos y del juicio universal, porque no saben que no habrá ni terromoto ni juicio universal... Estos son absolutamente superfluos, porque todo se vendrá abajo por si solo, se vendrá abajo para que todo empiece de nuevo, y la cosa seguirá así sin parar, porque es así, sin duda (...) es como nuestra inútil rotación en el espacio: una vez empezada, no hay manera de pararla."

Un discurso coherente, pero contemplativo. Los que sí actúan son los oportunistas, como su exmujer, que aprovehan el desorden, que quizá han provocado ellos mismos, para instaurar un régimen nuevo que promete orden sin libertades, puesto que las libertades son peligrosas para el mismo. Sin duda Melancolía de la resistencia está influido por los acontecimientos que estaban sucediendo en Hungría en la época en la que fue escrito. Aquí lo presuntamente revolucionario deviene en un vacío producto de una descomposición tan enorme como el cadáver de la ballena. 

La versión cinematográfica respeta absolutamente el espíritu de la novela mostrando el ambiente decadente y terrorífico que es característica de la misma, aunque lo dota de un singular lirismo en algunas escenas, que es acentuado por la música. Armonías de Weckmeister parece querer trasladar a la pantalla esas frases interminables de Kraszahorkai, que constituyen todo un reto para cualquier lector. En ambas, novela y película, se acentúa la estupidez primordial del ser humano, su incapacidad, precisamente, para establecer una sociedad armónica que equilibre los intereses de todos sus habitantes, quizá también porque la naturaleza, no solo la humana, va a oponer siempre obstáculos insalvables para ello. Es el fin de la era de las utopías y la adaptación obligada a la fría realidad.

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domingo, 14 de diciembre de 2025

EL TESORO DE SIERRA MADRE (1948), DE JOHN HUSTON.

Película ejemplar e innovadora en muchos aspectos, El tesoro de Sierra Madre es una película de aventuras protagonizada por los tres mejores anti-héroes del cine. El personaje de Bogart, Fred Dobbs aparece como un tipo perdedor que anda vagabundeando por México sin oficio ni beneficio. Conocerá a otro americano, Bob Curtin, a los que se unirá el veterano Howard, que les propondrá probar suerte en las montañas en la búsqueda de oro. La búsqueda de riqueza actúa aquí como un catalizador moral responsable de los distintos comportamientos de los personajes. Dobbs es un tipo desconfiado y paranoico que acaba siendo repulsivo, ya que es incapaz de apreciar a sus compañeros, ni siquiera cuando le salvan la vida. Curtin es un tipo decente, pero también movido por la ambición de una riqueza rápida y capaz de plantearse el asesinato si aparece alguien que pueda poner en peligro sus planes. Howard es el alma del trío, un tipo que ya ha vivido mucho y que conoce al dedillo el oficio de buscador de oro y los peligros - físicos y morales - que conlleva. Es el maestro de los otros dos, pero comprende que las circunstancias de la búsqueda tienen que ver también con el concepto de fortuna: no solo basta con encontrar una veta de oro, también hay que gestionar de manera inteligente el reparto de la misma y saber cuándo parar. En este sentido El tesoro de Sierra Madre es una película inolvidable por el comportamiento de los personajes, muy alejado de lo que se esperaba en unas estrellas de Hollywood, especialmente en el caso de Bogart. Su Dobbs, al igual que el de la novela, se volverá especialmente repulsivo y pagará un alto precio por ello. El final del filme es plenamente coherente con la moral perdedora - con leves esperanzas de redención en algunos momentos - que ha estado presente en todo su metraje, metraje que, por otra parte, se ha movido a un ritmo ejemplar, factores todos que logran que esta película sea una obra maestra única. 

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CAZA DE BRUJAS (2025), DE LUCA GUADAGNINO.

Película directamente derivada de los excesos del Me Too (curiosamente estamos viviendo un fenómeno así en España en el lugar dónde menos podía pensarse), Caza de brujas es una película cuyo mensaje moral se manteniene deliberadamente ambiguo durante todo el metraje. La historia sucede en un entorno universitario en el que se acusa a un profesor de agresor sexual, aunque no hay pruebas claras al respecto. Evidentemente, dichas acusaciones son un torpedo en la línea de flotación del personaje, que pronto es expulsado provisionalmente del ámbito académico y señalado por mil rumores. El profesor Gibson es joven y alguien muy cercano - quizá demasiado para algunos - a sus estudiantes, pero se toma la acusación como algo personal, no puede soportar la ansiedad de que se apliquen los protocolos y se desquicia. Este comportamiento refuerza el mensaje ambiguo de la película: no tenemos información clara acerca de si el personaje es culpable o no, pero su comportamiento agresivo (que podría ser lógico si está enfrentándose a una denuncia falsa) refuerza la impresión de que podría ser culpable. Además, se trata de un tipo arrogante, con una clara impresión de superioridad cultural sobre el resto que refuerza su aislamiento ante una circunstancia así. El personaje de Julia Roberts, una profesora un poco hastiada del ambiente académico, pero que tenía una buena relación con Gibson se encuentra en una posición muy complicada: sus simpatías pueden estar con el acusado, pero también comprende que debe atender a la presunta víctima, por lo que debe actuar como representante de la Universidad y actuar en consencuencia, máxime cuando recuerdos del pasado la golpean. Con todo este argumento Caza de brujas podría haber sido una obra tan consistente y perturbadora como La caza, de Thomas Vintenberg, pero las decisiones que toma Guadagnino a la hora de contar la historia (con personajes tan absurdos y fuera de la historia que se está contando como el marido del personaje de Julia Roberts), la enrevesan en exceso y hacen que el espectador pierda el hilo en ocasiones. Con todo, es innegable que esta obra es hija de un tiempo tan confuso moralmente como el nuestro, por lo que su visionado cuenta con indudables puntos de interés.

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sábado, 13 de diciembre de 2025

LA ERA DE HITLER (2025), DE ALEC RYRIE. UN REFERENTE INMORAL.

Hasta la Segunda Guerra Mundial, Jesucristo fue el gran referente ético, al menos en occidente. Mucha gente era creyente, o al menos fingía serlo y el ideal moral se encontraba en las enseñanzas de los Evangelios. La llegada de Hitler al poder y su posterior agresión bélica cambió la percepción de la brújula moral y el dictador alemán pasó a ser el sumun de la maldad, el señor de la guerra genocida con el que se ha comparado posteriormente a otros dirigentes. A partir de aquí, los instintos éticos de buena parte de la Humanidad siempre hacían referencia a Hitler aunque, a diferencia de Jesús, él lo hacía de modo negativo. Llamar a alguien "nazi" se convirtió en el peor de los insultos y no cabía duda de que la guerra contra Alemania había sido un conflicto moralmente justo, a pesar de los excesos en los que pudieron incurrir los Aliados. También, hasta ahora, ha habido consenso respecto al rechazo al antisemitismo. La tesis de Ryrie es que, como diría Bob Dylan, los tiempos están cambiando y muchos tabúes éticos se están viniendo abajo:

"Durante gran parte de mi vida, en el ámbito público ha existido un silogismo que casi todos aceptaban: el nazismo es decididamente malo: los nazis odiaban a los judíos; en consecuencia el antisemitismo es tabú. De hecho, es preferible pecar por exceso e incurrir en un ligero filosemitismo, aunque a veces se haga con cierta torpeza."

Como sabemos, este consenso se ha roto, sobre todo en los últimos tiempos en los que no pocas voces califican a los propios israelíes como genocidas contra el pueblo palestino. Ahora, con la llegada de millones de inmigrantes a países europeos, el nazismo pugna con fenómenos históricos como el imperialismo o la trata de esclavos como mal histórico absoluto. La mitología de la lucha contra Hitler le ha venido muy bien hasta ahora a Europa para construir un relato histórico de batalla contra la opresión, que sirvió muy bien en tiempos de la Guerra Fría, pero parece que ha llegado el momento para Occidente de enfrentar otros fantasmas del pasado en los que no sale tan bien parado. Esta falta de consenso de los últimos años ha derivado en una creciente polarización política que a su vez puede ser denominada como "guerra cultural": la izquierda más radical y la derecha más tradicional ofrecen visiones del mundo antagónicas que el autor quisiera reconciliar en unos consensos morales mínimos que permitieran hacer cambiar a unos políticos que cada vez trabajan menos por los intereses de los ciudadanos, centrándose más en reforzar sus trincheras culturales.

Existe un capítulo muy interesante en el libro en el que se plantea si es bueno tomar como referente el esfuerzo bélico que hubo que realizar para parar a Hitler comparándolo con situaciones actuales, como la agresión de Putin a Ucrania. ¿La Segunda Guerra Mundial es un ejemplo moral tan puro que debe ser tomado como medida absoluta para situaciones que apreciamos como semejantes a aquella? Ryrie expresa sus dudas al respecto. También el apaciguamiento puede funcionar a veces y evita muertes innecesarias, aunque este es un debate deliberadamente polémico, como lo son buena parte de las tesis que Alec Ryrie expone en este libro que tiene la virtud de presentar unas tesis muy debatibles.

lunes, 8 de diciembre de 2025

METRONOM (2022), DE ALEXANDRU BELC.

La película comienza con las imágenes de un monumento de piedra dedicado a glosar las hazañas comunistas, una especie de metáfora de la sociedad petrificada que era la Rumanía de los años setenta. Los protagonistas de Metronom son adolescentes que quieren contar con un pequeño espacio de libertad y rebeldía en esta asfixiante realidad. Por eso se reunen de forma clandestina para hacer algo que puede ser muy inocente para un ciudadano occidental, pero resulta una actividad subversiva para el régimen comunista: escuchar Metronom, un programa consagrado a la música rock emitido por Radio Free Europe. Mientras lo escuchan y bailan al ritmo de The Doors sienten que hay mundo ahí fuera en el que cada cual puede pensar por sí mismo, un mundo más allá del miedo presente en la vida cotidiana. Tanto es su entusiasmo, que escriben una carta colectiva que intentarán hacer llegar al presentador del programa. Esta carta será un elemento incriminatorio más cuando la Securitate, la temida policía secreta de Ceauçescu, irrumpa en la reunión y detenga a todos los jóvenes para someterlos a un temible y humillante interrogatorio que incluye una obligatoria y detallada confesión completa por escrito. Todo esto lo contemplamos a través de los ojos de Ana, una adolescente en pleno despertar sexual que intenta resistirse a acusar a sus compañeros y cuya pequeña rebeldía hace que caiga sobre ella todo el brutal peso del Estado. La película de Belc consigue transmitir todo el horror de vivir en un régimen totalitario que quiere controlar las vidas y los pensamientos de sus ciudadanos y que reprime cualquier leve disidencia de la manera más contundente. Contemplando sus imágenes podemos equiparar perfectamente a un régimen comunista con uno fascista. A pesar de sus diferentes discursos, las consecuencias represivas para sus ciudanos son parecidas, por eso en ambos casos lo que más teme el Régimen es el contacto con ideas (aunque sea solo música) del exterior que hagan advertir por contraste, de la podredumbre de la existencia cotidiana.

P: 8

LOS HERMANOS MARX EN EL OESTE (1940), DE EDWARD BUZZELL.

Hasta ahora creía que Winston Churchill se encontraba viendo esta película la noche que le avisaron de que Rudolf Hess había aterrizado en paracaídas en suelo británico, pero ChatGPT me asegura que eso es un mito, que se encontraba trabajando con sus colaboradores. Sea o no un mito, la anécdota es una buena metáfora del servicio que podían realizar las realizaciones que protagonizaban los hermanos Marx para relajar los ánimos en tiempo de guerra. En esta ocasión se dedican a paradiar las películas del oeste y, aunque no sea una de sus mejores comedias, ésta contiene una serie de momentos que se quedan para siempre en la memoria del espectador. En mi caso, llevaba décadas sin verla, pero recordaba perfectamente todos y cada uno de los geniales gags, como el de la estafa en la Estación, o el de la pistola-cepillo, así como del memorable final en el tren, con ese grito de ánimo que ha perdurado y todavía se sigue utilizando: "¡Más madera!" El mundo de los hermanos Marx oscila entre lo absurdo y la parodia de lo real. Aunque sus argumentos generalmente tienen que ver con derrotar a unos malvados (en este caso a un sheriff y sus secuaces, que quieren estafar a un hombre honrado), lo más importante en realidad es contemplar el caos y la destrucción que van sembrando por donde pasan. Es un mundo anárquico en el que ellos se mueven como pez en el agua, pues su lógica es muy distinta a la del mundo real, así que lo que reina en el mismo es un humor tan absurdo como genial.

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sábado, 6 de diciembre de 2025

ESTO NO EXISTE (2025), DE JUAN SOTO IVARS. LAS DENUNCIAS FALSAS EN VIOLENCIA DE GÉNERO.

Hace ya más de veinte años que en nuestro país se encuentra vigente la Ley de violencia de género. Una ley que nació con el loable propósito de defender a las mujeres de lo que se define como una lacra, las agresiones y asesinatos por parte de la parte masculina de la pareja o expareja. Esto motivó que se modificase el código penal y se dispusieran penas diferentes por el mismo delito según su autor fuera hombre o mujer. Aunque ya pocos lo recuerdan, la nueva ley generó bastante polémica en su momento, polémica también protagonizada por jueces progresistas, que la estimaban inconstitucional, incompatible con el artículo 14 de nuestra Carta Magna. Además, pensaban que de algún modo infantilizaba a las mujeres y las consagraba como el sexo débil de la relación, además de no garantizar plenamente la presunción de inocencia del denunciado.

Estas voces disidentes fueron pronto silenciadas. El Tribunal Constitucional declaró su constitucionalidad y, a partir de entonces, cualquier crítica a la ley empezará a ser tildada de peligrosa para los derechos de las mujeres y de negacionista acerca de la existencia de la violencia de género. Juan Soto Ivars cuenta que, antes de emprender el proyecto de escritura de este libro, no fueron pocas las voces amigas que le advirtieron de que se iba a meter en problemas al publicar un ensayo de esta naturaleza, que cuestiona de manera muy argumentada el discurso oficial. Lo cierto es que las denuncias falsas sí que existen y no son un número irrisorio de las mismas, tal y como mantiene año tras año la Fiscalía General del Estado en las estadísticas que publica. Esto se debe es que la Fiscalía no investiga de oficio las denuncias con evidencias de falsedad, sino que absuelve al acusado y archiva los procedimientos. Entonces, la pregunta que habría que hacerse no es cuántas denuncias son falsas, sino cuántas son verdaderas. Examinando con atención esas estadísticas, muchos se llevarán una sorpresa, ya que la narrativa oficial machaca continuamente con el relato de que no existen mujeres que denuncien por intereses propios. Por ejemplo, para obtener ventajas inmediatas en un proceso de divorcio conflictivo. 

Lo único que sucede es que en un país tan políticamente polarizado como el nuestro es extremadamente difícil establecer un debate sereno y con argumentos acerca de los beneficios y los daños que han producido veinte años de aplicación de esta ley. Cualquiera que critique públicamente una sola coma de la misma será tachado de negacionista, ultraderechista y de poner en peligro la vida de las mujeres. El autor ha podido comprobar las pasiones que suscita este debate con los intentos de boicot que ha sufrido su presentación en Sevilla. Lejos de querer debatir, los defensores de que las cosas permanezcan igual insultan a cualquiera que ponga en cuestión sus postulados, aunque la violencia de género siga contando con unas cifras similares año tras año y cada vez sean mayores las cifras de hombres acusados en falso que son obligados a pasar una o más noches en el calabozo. El autor, que en ningún momento niega la existencia del fenómeno de la violencia de género, sostiene que la situación actual perjudica igualmente a las auténticas víctimas, que en muchas ocasiones no pueden acceder a los recursos que necesitan urgentemente por saturación de denuncias. Las otras perjudicadas son las parejas actuales o las madres de los hombres denunciados, que ven como empieza a pesar sobre ellos el estigma de ser maltratadores. No sería extraño que las abultadas cifras de suicidio masculino en España tengan que ver con ello, pero no existen estudios fiables que puedan certificar esta relación.

Los argumentos que expone Esto no existe se basan en numerosos testimonios bien acreditados y en el estudio de casos famosos como el de Juana Rivas. En su delirio y en su afán de rizar cada vez más el rizo, la izquierda comete excesos como considerar en algunas declaraciones que todos los hombres son potenciales violadores o promover el término violencia vicaria, por el cual, en una relación de pareja, la única parte capaz de hacer daño a los menores para hacer sufrir a la otra es el hombre. Evidentemente, el libro de Soto Ivars no es ciencia, se trata meramente de una concienzuda investigación periodística que saca una serie de conclusiones acerca de las cuales sería urgente debatir. Lo más curioso de todo esto es que, en la vorágine actual de noticias que se devoran unas a otras, estamos descubriendo que los máximos defensores de esta ley, quienes se proclaman máximos protectores de los derechos de las mujeres, tratan de dilatar, cuando no de ocultar, los casos de acoso cuando ocurren en su propia casa, tal y como sucedió con el asunto de Íñigo Errejón. Una hipocresía que está delante de los ojos de cualquier ciudadano que quiera mirar la actualidad de una manera objetiva y que debería tener consecuencias políticas para sus promotores.

domingo, 30 de noviembre de 2025

PRIMAVERA REVOLUCIONARIA (2023), DE CHRISTOPHER CLARK. LA LUCHA POR UN MUNDO NUEVO, 1848-1849.

En el último curso del Instituto se nos impartía una asignatura de Historia Contemporánea. Uno de los temas que había que estudiar era el de las Revoluciones de 1820, 1830 y 1848, como un conjunto de acontecimientos históricos con conexiones entre sí. En este monumental libro, el historiador Christopher Clark pone en su contexto la última de ellas y no lo hace como un todo, sino como una serie de revoluciones de carácter estrictamente local que involucró a un gran número de territorios de Europa, pero que no se encontraban coordinadas entre ellas, por mucho que terminaran influyendo unas en otras, dado el ambiente de ebullición que por diferentes motivos existía en los diferentes lugares donde se produjeron los levantamientos:

"Las coincidencias son llamativas. Las mismas palabras resonaron por todas partes: Constitución, libertad, libertad de prensa, asociación y reunión, guardia civil (o nacional), reforma electoral: este era el icono liberal de la Europa del siglo XIX, fruto de décadas de conversaciones internacionales. Ninguna de estas revoluciones –con la posible excepción de los levantamientos fallidos de Madrid– fue la consecuencia de planes conspiratorios. Ninguna estuvo dominada por un solo grupo. Los «revolucionarios» de 1848 no fueron ejecutores de un plan, sino improvisadores, para quienes el presente era una frontera expuesta. Tenían en común un fuerte sentido de su posición en una época concreta, la edad de la «servidumbre» –según la histriónica calificación de Paul Boerner– inaugurada por el Tratado de Viena de 1815. La rapidez de la victoria fue asombrosa y la euforia que siguió, comprensible. Pero quedaba una infinidad de problemas, quehaceres que ejercerían una presión de urgencia en los diversos teatros de la revolución. ¿Cómo llevar a cabo negociaciones con monarcas que permanecían en sus respectivos tronos y mantenían el control de las fuerzas armadas? Esta fue una cuestión especialmente apremiante en los territorios de los Habsburgo, Prusia y muchos de los estados alemanes e italianos, donde el afecto por el monarca o el respeto hacia la institución que representaba seguían muy arraigados entre la población. ¿Quién debía velar por el orden público en lugares donde las estructuras policiales habían sido desmanteladas o sustituidas por aficionados entusiastas? ¿Cómo conciliar la «revolución política», tan apreciada por los liberales urbanos, con los llamamientos a la «revolución social» que emanaban de los radicales, o de los trabajadores de los suburbios conflictivos? ¿Hasta dónde debía ampliarse el derecho al voto? ¿De dónde obtendría dinero el gobierno posrevolucionario? ¿Cómo conseguir que unas insurrecciones tan sumamente locales en sus intereses se fusionaran para sustentar esfuerzos regionales o nacionales más amplios? ¿Cuándo debería ceder la política de compromisos ante un enfrentamiento armado?"

Bien es cierto que el balance final para muchas de ellas es de fracaso, ya que la reacción de los poderes imperantes fue implacable, pero muchas de sus reivindicaciones debieron ser tenidas en cuenta a corto o medio plazo, ya que habían calado de manera irreversible en amplias capas de la sociedad, muchos de cuyos miembros se habían jugado la vida por sus ideales. Y dichas reivindicaciones no eran solo de carácter nacionalista o liberal, como comúnmente se cree, sino que Clark incorpora muchas otras dependiendo de los territorios donde se produjeran las insurrecciones: socialismo, abolicionistas de la esclavitud o defensores de la igualdad frente a los abusos al pueblo judío. Es tal la complejidad de los acontecimientos que sucedieron en aquellos dos años en Europa que ha habido que escribir un volumen tan amplio como éste para intentar dar cabida a todos. Pero Clark no se conforma con la descripción de acontecimientos históricos y luchas callejeras, sino que su mirada intenta abarcar hasta la más mínima anécdota de lo que sucedió aquellos días y describe a personajes históricos y a gente anónima, valiéndose de un impresionante conjunto de fuentes. Lo que más impresiona son los esbozos biográficos de algunos luchadores por la libertad que estuvieron presentes en varios países armados con un idealismo a prueba de balas.

Primavera revolucionaria es una muy completa crónica de unos acontecimientos casi inabarcables por su complejidad. Christopher Clark acaba reivindicando su legado: a pesar del aparente fracaso de las revoluciones, muchos territorios debieron adaptarse y modernizar sus instituciones a través de la redacción de nuevas constituciones y apertura del parlamentarismo a una representación más extensa de distintas clases sociales, algo que sucedió en lugares como Dinamarca o Países Bajos. Además, todos estos acontecimientos quedaron en la memoria colectiva como episodios heroicos de lucha por la libertad, algo que sirvió para afianzar posteriores reivindicaciones de carácter liberal.

sábado, 29 de noviembre de 2025

ANATOMÍA DE UN INSTANTE (2025), DE ALBERTO RODRÍGUEZ.

Nuestro país tiene una historia impresionante que no se ha aprovechado lo suficiente como material para realizar buenas películas y series. Uno de los hechos contemporáneos capitales es el asalto al Congreso el 23 de febrero de 1981, unos hechos que todavía suscitan controversia, sobre todo por la participación (o al menos inspiración) del Rey en los mismos. Aquí se parte de un material tan valioso como el libro de Javier Cercas para ofrecer el retrato de tres personajes que el escritor define como "héroes de la retirada": Suárez, Gutiérrez Mellado y Carrillo, tres hombres que tuvieron que traicionar sus ideales, con lo que ello conlleva en términos de descrédito, con el fin de fomentar un bien mayor: la consolidación de la democracia en nuestro país. La perfecta elección de los actores que los interpretan y la cuidada ambientación hacen que esta serie refleje de manera perfecta no solo unos hechos, sino el ambiente de una época en la que España se asomaba al abismo de un nuevo régimen autoritario y quien sabe si a una nueva Guerra Civil. Suárez es retratado como el hombre clave de la Transición que fue desechado por el Rey una vez que había cumplido su misión. Carrillo es el viejo político que vuelve a España poniendo en peligro su vida para que su partido pueda aprovechar el momento histórico para volver a ser hegemónico en la izquierda. Gutiérrez Mellado es el militar que traiciona los principios franquistas por fidelidad a una idea de democracia y - sobre todo - a quien se está dejando el pellejo por construir la misma. Estas vidas confluyen en el momento decisivo del asalto al Congreso: ninguno de los tres se amedrentó cuando los guardias civiles empezaron a disparar al techo y permanecieron impasibles (quizá salvaguardando la dignidad de un país en sus peores horas) frente a su posible muerte. Una de las mejores series españolas de los últimos años que debería servir de guia acerca de cómo contar nuestros numerosos episodios históricos de una manera imparcial y verosímil.

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FRANKENSTEIN (2025), DE GUILLERMO DEL TORO.

El interés de Guillermo del Toro por la inmortal novela de Mary Shelley ya se atisbaba en su anterior obra, Pinocho, ya que existían referencias a la misma en la creación del muñeco de madera. Frankenstein es la grandiosa historia de cómo un creador reniega de su creación y de cómo esta criatura va pasando de una inocencia absoluta a un absoluto deseo de venganza. Del Toro ha plasmado esta narración de imágenes muy impactantes y ha desarrollado de manera muy efectiva una biografía del doctor Frankenstein, por lo que entendemos mucho mejor su personalidad y sus ambiciones a través de las difíciles relaciones con su padre (algo que anticipa las propias con su hijo). Aunque al principio sus intenciones son nobles - aunque las presente casi como un showman ante la comunidad científica - pronto tratará a su criatura más como un logro propio que cómo un ser sintiente, por lo que la rebajará a un estado cercano a la esclavitud. Uno de los puntos flacos de la película es la relación de la criatura con la esposa del hermano de Frankenstein, del todo inverosímil, ya que se intenta que ella sea el personaje humanista, que advierte de manera espontánea su verdadera naturaleza y deja atrás inmediatamente cualquier prevención al acercarse a un ser tan insólito. Sí que es muy acertado el comienzo de la película, en ese escenario hostil repleto de hielo, en el que la aparición de la criatura es verdaderamente terrorífica: así la ven las humanos después de haber pasado por varios traumas que se irán contando posteriormente. Frankenstein tiene, en suma, la acertada estructura de unas vidas paralelas - creador y criatura - que se muestran de manera muy cruda al espectador, a la vez que el director otorga a su película un tono casi onírico muy adecuado para contar esta historia.

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sábado, 22 de noviembre de 2025

SIN PERDÓN (1992), DE CLINT EASTWOOD.

Uno de los grandes prodigios del cine de los años noventa fue esta revitalización y puesta al día de un género que se creía extinto. No es que desde entonces se haya sucedido un torrente de películas del oeste, pero Sin perdón demostró que se podía dar una vuelta de tuerca a uno de los géneros más populares. Aquí no existe el heroísmo, la historia es absolutamente sórdida y por ello absolutamente realista. El protagonista no es un héroe, ni siquiera un antihéroe. Se trata de un antiguo asesino despiadado y cruel que redimió su existencia gracias al amor de una mujer que murió hace pocos años. Vive retirado en una pobre granja con sus hijos, tratando de llevarla adelante entre enfermedades de los animales y grandes cantidades de estiércol. Por eso, cuando se le ofrece la oportunidad de volver, aunque sea brevemente, a su antigua vida, la tentación será demasiado fuerte, puesto que comprende que todo era más fácil en aquellos días, pues solo se trataba de apretar el gatillo y emborracharse. En cierto modo, a William Munny se le convoca para hacer justicia, como un demonio vengador que tiene que ajustar la cuentas a quienes han marcado horriblemente el rostro de una prostituta. Todo es deshumanizador en el oeste que refleja Clint Eastwood. Las prostitutas son mera mercancía cuyo daño el consumidor debe compensar económicamente. La justicia está representada por un sheriff corrupto y violento que decide lo que es la ley con su mera voluntad, por lo que las víctimas deben recurrir a peligrosos forajidos para encontrar su anhelada venganza. Sin perdón está rodada por un Clint Eastwood en estado de gracia que retrata magistralmente a unos personajes que experimentan reacciones muy humanas frente al mundo violento en el que se ven inmersos. Una película que puede contemplarse una y otra vez sin que pierda un ápice de su fuerza y autenticidad.

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UNA BONITA MAÑANA (2022), DE MIA HANSEN-LOVE

La premisa con la que se inicia esta película es tan terrible que le puede pasar a cualquiera: la protagonista tiene que hacerse cargo de los cuidados de un padre que sufre una severa enfermedad neurodegenarativa, un antiguo profesor de filosofía que contempla desolado como se le va escapando la memoria mientras contempla su nutrida biblioteca, símbolo de tiempos mejores. Quizá para refugiarse de esta situación Sandra, que es una viuda joven, empieza una relación con un hombre casado. Todo en esta película apela a lo coditiano, a que el espectador se pueda ver reflejado en las circunstancias que tiene que vivir la protagonista, sus buenos y sus malos momentos. Mi escena favorita, que también tiene algo de siniestro, es el reparto de la biblioteca del fallecido profesor entre algunos de sus antiguos alumnos. Es como recoger fragmentos de una persona e intentar salvaguardarlos. Los libros duran más que las personas, es uno de los absurdos de la existencia y una de las grandezas de la palabra escrita, que puede ser aprovechada por nuestros sucesores.

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jueves, 20 de noviembre de 2025

PRESENTES (2024), DE PACO CERDÀ. UN FANTASMA DESPUÉS DE LA BATALLA.

Finalizada la Guerra Civil, en el otoño de 1939, se produjo un hecho singular, que solo había tenido un precedente en el peregrinaje de Juana la Loca con el cadáver de su esposo por los caminos de su Reino. Se trata del traslado a pie de los restos mortales de José Antonio Primo de Rivera desde Alicante hasta El Escorial, donde se le había preparado una tumba en un lugar reservado a los Reyes. Se trata de un hecho verdaderamente notable, una procesión de muchos días en los que diferentes agrupaciones de falangistas se iban relevando para llevar los restos de su líder a hombros mientras pasaban por diferentes localidades que se engalanaban para la ocasión. El cortejo fúnebre era algo impresionante a la vez que grotesco en las circunstancias de una guerra fraticida recién acabada, en una época en la que el bando nacional se estaba ensañando en una depuración salvaje de los prisioneros del enemigo.

En realidad todo fue un macabro espectáculo orquestado por un Franco que quería consolidar su poder personal utilizando la figura de José Antonio, convirtiéndolo en un mito que se habría sacrificado para que fuera posible el nuevo Estado que se estaba construyendo. Se dio orden para que periódicos y radios glosaran al gran héroe que junto al Caudillo había hecho posible resurgir de la verdadera España. El autor transcribe muchos de estos elogios, escritos casi todos en un lenguaje pomposo e imperial muy propio de la época. El final fue apoteósico, incluyendo en el homenaje al fallecido representantes de la Italia fascista y de la Alemania nazi, que respaldaban con su presencia al nuevo caudillo de España.

Pero Presentes no se limita a una descripción minuciosa del cortejo fúnebre de José Antonio. Mira alrededor del mismo y se ocupa de la suerte de los vencidos, de aquellos que esperaban la muerte en prisiones miserables, de los que estaban escondidos como topos y de aquellos que habían tenido que emprender un doloroso exilio. Además, también se aproxima a los vencedores, a aquellos que habían bendecido su suerte en la victoria y aquellos que habían sido mutilados y prácticamente abandonados a su suerte, pese a haber luchado en el bando ganador. Paco Cerdà realiza un magnífico retrato de una época oscura, en la que la política del nuevo Estado era la de la venganza y en la que no podía haber esperanza de regreso a un régimen democrático que había fracasado también por sus errores internos. Es necesario asomarse a un libro que describe como pocos lo que significa una lucha fraticida y sus funestas consecuencias. 

domingo, 16 de noviembre de 2025

UN FANTASMA EN LA BATALLA (2025), DE AGUSTÍN DÍAZ YANES.

El estreno de está película ha venido marcado por las inevitables comparaciones que se han establecido con una que estuvo presente en los cines hace unos meses: La infiltrada, de Arantxa Echevarría, ya que cuentan con un argumento similar, aunque el tono sea distinto. Mientras La infiltrada tiene más características de thriller, aquí se pretende ofrecer un fresco histórico de un periodo determinado de la lucha contra ETA a través de la historia de Amaia, que permanece, sin desvelar nunca a sus compañeros terroristas su condición de guardia civil, más de una década como miembro de la banda terrorista. Lo más sugerente de Un fantasma en la batalla es que está mostrando un guerra oculta, que se producía mientras el resto de ciudadanos del país realizaba una vida normal, que se manifestaba de vez en cuando con feroces acciones que conmocionaban durante unos días a la opinión pública. Mientras tanto gente como la protagonista se jugaba la vida día a día intentando que los atentados fueran los menos posibles. Pero los personajes más interesantes de esta película son las dos mujeres de ETA que aparecen. Ambas con expresión amargada, resentidas y protagonistas de una lucha baldía cuyos frutos solo se manifestaban como un intenso dolor para ambas partes. Mujeres que se representan como la quintaesencia de lo fanático y que son capaces de sacrificar sus vidas y las de sus familias en pos de objetivos irreales mientras el pueblo al que dicen representar mira hacia otro lado y solo espera que llegue de una vez la anhelada paz.

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TIBURÓN (1975), DE STEVEN SPIELBERG.

Recuerdo que cuando vi esta película, de niño, por primera vez - supongo que sería en una reposición en el cine - me impactó tanto que incluso lei la novela de Peter Benchley, que se publicó un par de años antes de que se estrenara la película y que contiene una serie de tramas (alguna de carácter un tanto erótico) que se eliminan de la versión cinematográfica. Porque al joven Spielberg lo que le interesa es transmitir esa especie de terror primitivo que se apodera del espectador ante la amenaza de un monstruo que permanece casi todo el tiempo invisible. Un monstruo real, que existe en nuestros océanos, por lo que adquiere una dimensión única, hasta el punto de que, después del estreno de la película y de haberse convertido en una de las más taquilleras de la historia, la gente tenía miedo de bañarse en el mar. Aquí el ritmo de la narración está medido con sabiduría por Spielberg. La trama comienza con un ataque nocturno del tiburón, una escena muy cruda que sirve para que el espectador entre en materia de manera directa. Luego contemplamos el debate entre los partidarios de cerrar las playas y los que, liderados por el alcalde, no quieren echar a perder la temporada turística. Después veremos una escena que hoy en día sería impensable: la muerte de un niño, a plena luz del día, por el ataque del tiburón. La última parte será la dedicada a la caza del escualo, que es donde la película alcanza ya una tensión insoportable, entre otras cosas porque el espectador ya ha adquirido un cierto cariño a los tres valientes personajes que se han embarcado en su búsqueda. Tiburón es una película modélica, realizada sin muchos medios pero con un talento inmenso. Dio lugar a una serie de secuelas que ni siquiera se acercan a la calidad del original.

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sábado, 15 de noviembre de 2025

EL RUGIDO DE NUESTRO TIEMPO (2025), DE CARLOS GRANÉS. BATALLAS CULTURALES, TRIFULCAS POLÍTICAS.

Vivimos en un mundo muy extraño en el que los artistas se han vuelto moralistas y los políticos son unos transgresores que ofrecen espectáculos cada día más grotescos.  A raiz de fenómenos como el Me Too, el auge del feminismo y de los valores de una izquierda purista e identitaria han convertido a una buena parte de los componentes del mundo del arte y la cultura en unos moralistas insoportables: la idea de justicia, de ética, prevalece sobre la libertad del artista. La política en cambio es más que nunca un campo de batalla en el que todo vale. Personajes tan insólitos como Trump o Milei, que hace unos años hubieran parecido risibles a cualquier elector, suscitan pasiones inusitadas y adhesiones fervientes, quizá porque venimos de un tiempo de promesas incumplidas, de políticas que han favorecido sistemáticamente a los más poderosos en detrimento de una clase media que pierde poder adquisitivo y derechos a pasos agigantados:

"La política era ahora el campo de las bajas pasiones, de la teatralización del odio y del desprecio, de la performance agresiva y visceral que encarnaba la rabia contenida y la contagiaba. Su función era aglutinar a través de la animadversión y del resentimiento. Destruir un orden global liberal para que volvieran a imponerse los valores tradicionalistas, nacionalistas y religiosos, si quien hablaba era Javier Milei, Santiago Abascal o Donald Trump, destruir la oligarquía, a los conservadores, el neoliberalismo o la "fachosfera·, si quien hablaba era Petro, AMLO o Pedro Sánchez, Cambiaba el rol del político. Ahora importaba menos lo que hacía en la realidad, sus acciones concretas para resolver problemas, porque más relevante era la manera en la que intervenía en el mundo simbólico que se materializaba en pantallas y en las redes."

Quizá no somos conscientes, pero los asesores de los políticos ya no se encargan tanto de guiarlos en decisiones económicas, sociales o legislativas. Ahora lo importante es la construcción de un relato (en la mayoría de los casos ficticio y absolutamente interesado) que sea satisfactorio para la parroquia propia. No se quieren ganar batallas reales, que tengan que ver con los problemas que afectan a los ciudadanos en su día a día, sino simbólicas. El político tiene que tener un estilo reconocible y su actividad debe ser juzgada en las redes más que en el Parlamento. Si hay una crisis de la vivienda, por ejemplo, no se elabora un plan ambicioso de construcción de vivienda pública, sino que se lanza una campaña publicitaria asegurando al ciudadano que el gobierno ha hecho todo lo posible para resolver el problema (algo que casi nos remite a la célebre frase de Groucho Marx: "¿a quién va a creer usted, a mí o a sus propios ojos?") y se habilita un teléfono para que el afectado se empodere (otra de las grandes palabras grandilocuentes y vacías de contenido de nuestro tiempo) frente al inmenso problema que va a seguir ahí en los próximos años.

Cuando se le pregunta al gobierno por los casos de corrupción que empiezan a oler de forma insoportable, por los fallos en las pulseras de víctimas de violencia de género o por otros temas incómodos, las respuestas jamás serán concretas sino que remitirán a una conspiración de jueces y ultraderecha o negarán sistemáticamente los errores cometidos. Esta forma de actuar puede que salve al día a día, pero a medio plazo resulta demoledora para los intereses de los ciudadanos y del propio gobierno, ya que va a llegar el momento en el que tengan que responder, aunque sea delante de un juez. Nos han tocado vivir unos tiempos muy inquientantes, en el que la mentira descarada se ha instalado en la normalidad del discurso político y en el que empiezan a escucharse argumentos cada vez más aislacionistas en muchos países. Es un acierto que Granés dedique uno de sus capítulos a analizar a cada uno de los líderes políticos de la esfera hispanoamericana (incluyendo también a Donald Trump), llegando a conclusiones desoladoras con cada uno de ellos. Es lo que nos ha tocado vivir y el futuro no parece mucho mejor en un mundo cada vez más desesperanzado.

domingo, 9 de noviembre de 2025

CALLE RIVER, 99 (1953), DE PHIL KARLSON.

La vida de Ernie Driscoll está marcada por un combate de boxeo que protagonizó hace unos años. Esta es la escena con la que comienza Calle River, 99, mostrando esta pelea en la que el protagonista estuvo a punto de ganar el título, pero de la que salió perdedor y con una lesión en el ojo por la que tuvo que retirarse. Pronto nos damos cuenta de que el combate que estamos viendo - magníficamente filmado -  es una reproducción televisiva que el protagonista contempla como hipnotizado mientras su mujer le reprocha la vida austera que llevan. Y este va a ser el detonante de la trama de la película, una mujer irrespetuosa y poco agradecida que se siente atraída por un mafioso. Ernie descubre la infidelidad, justo en el momento en el que el mafioso ha protagonizado un robo con diamantes y está a punto de huir con ella. A partir de aquí se desarrolla una trama muy sorprendente que incluye un asesinato insólito. Al final Calle River, 99 es una obra modélica de cine negro con un protagonista (un taxista muy trabajador que anhela sus días de gloria en el ring), que es un tipo inocente que se ve arrastrado a enfrentarse a unos acontecimientos que le sobrepasan. Como suele suceder en las películas de este género, la sordidez de la ciudad es filmada de un modo casi documental.

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sábado, 8 de noviembre de 2025

A COMPLETE UNKNOWN (2024), DE JAMES MANGOLD.

En los últimos tiempos se han popularizado las películas que cuentan la vida de los grandes artistas musicales de las últimas décadas. He de reconocer que no soy un gran seguidor de Bob Dylan, pero su imagen de hombre enigmático, que ni siquiera se altera cuando se le otorga el premio Nobel de literatura, resulta bastante llamativa. Este es uno de los grandes temas de la película (su título alude a ello), la extraña personalidad del mito, un hombre de inmenso talento que obtuvo un merecido reconocimiento desde muy joven y que supo reiventarse en numerosas ocasiones, hasta el punto de dar lugar a esa curiosa escena en la que irrita al público de un festival folk tocando rock con su banda, mientras se muestra indiferente a los abucheos que provoca. Uno de los puntos fuertes de A complete unknown es su ambientación. La película nos muestra una época muy diferente a la actual, unos años sesenta en los que parece que las cosas eran más auténticas y se vivía de forma mucho más intensa, una época en la que los artistas exploraban nuevos caminos y no les importaba arriesgarse frente a los gustos de su público. A pesar de no ser exactamente una película épica, la propuesta de Mangold consigue enganchar inmediatamente al espectador y despertar su interés por su enigmático protagonista, interpretado de manera muy solvente por Timothée Chalamet.

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TRAS EL VERANO (2025), DE YOLANDA CENTENO.

En este mundo repleto de rupturas de pareja y de divorcios, la situación en la que quedan los hijos tras una situación así, es ciertamente complicada, puesto que empiezan a compartir su tiempo con dos familias diferentes. En esta película el conflicto viene de la necesidad de Paula, la nueva pareja de Raúl, de desarrollar su afectividad por un hijo que no es suyo biológicamente. Ambos se llevan muy bien y se quieren, pero ella sabe que en cierto modo es una intrusa en la búsqueda de cariño por parte del niño. Lo que podría haber sido una historia interesante se convierte en un drama en el que los personajes no evolucionan, pues parecen afectados por un eterno bucle de amargura. Lo cierto es que ciertos aspectos de la vida moderna fomentan estos sentimientos: la esclavitud laboral, la falta de horizontes y las difíciles relaciones con su expareja hacen de Raúl un ser amargado. Tras el verano (título que hace referencia a la melancolía que produce el fin de las vacaciones y la vuelta a la terrible rutina) desarrolla estos temas de forma insatisfactoria, de manera bastante aburrida y repetitiva y no ofrece muchos incentivos al espectador para hacer llevadera esta historia que cuenta con un buen planteamiento, pero que carece de buen nudo y desenlace.

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domingo, 2 de noviembre de 2025

HAY UN CAMINO A LA DERECHA (1953), DE FRANCISCO ROVIRA.

Hay un camino a la derecha es una de esas películas del cine español que desconciertan por el drama social que reflejan, el de una España mísera en la que los pobres solo pueden aspirar a sobrevivir, no a prosperar. La película adopta desde el principio un acertado tono neorrealista en el que las imágenes de las calles del Raval, del puerto de Barcelona y de las chabolas de Somorrostro son casi tan importantes como las acciones de los personajes. Aquí se cuenta una historia tremendamente trágica, que comienza con el protagonista despidiéndose de su duro empleo de marino y volviendo a casa con su mujer y su hijo en una Barcelona tremendamente sórdida. A partir de aquí, Miguel debe resolver sus problemas económicos y de dignidad, por lo que entrará en una espiral que le llevará al crimen (algo que recuerda bastante al argumento de Surcos). Aunque la película quiere lanzar ciertos mensajes morales en forma de diálogos muy artificiales entre la pareja protagonista, lo cierto es que la conclusión que saca el espectador es bastante desoladora, puesto que la historia refleja una ciudad siniestra y sin oportunidades para los más desafortunados, un reflejo realista de la España de la época, que todavía era época de hambre y privaciones para gran parte de la población. Además de como una historia muy bien rodada y creíble (a pesar de los añadidos edulcorantes), Hay un camino a la derecha puede contemplarse como un estupendo documento histórico.

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sábado, 1 de noviembre de 2025

UNA CASA LLENA DE DINAMITA (2025), DE KATHRYN BIGELOW.

Hace unos meses reseñé aquí mismo un libro magnífico de Annie Jacobsen, titulado Guerra nuclear. Los creadores de esta película han debido leerlo también, puesto que plasma perfectamente en imágenes el escenario que propone Jacobsen: el de un ataque nuclear imprevisto que desencadene en minutos la Tercera Guerra Mundial, lo que podría significar el fin de nuestra civilización. Como sucede en el libro, Una casa llena de dinamita pone énfasis en el escaso margen temporal de respuesta que supone una agresión de estas características, una respuesta protagonizada por una serie de funcionarios de Defensa que buscan desesperadamente a sus líderes para que decidan en minutos qué hay que hacer en una situación así, una situación inimaginable por mucho que la hayan simulado en cientos de ocasiones. Como el margen temporal es tan escaso, Bigelow enseña sucesivamente los mismos acontecimientos desde diferentes puntos de vista. El resultado causa mucha más sensación de terror que cualquier película moderna del género, puesto que en pantalla se está mostrando una posibilidad real que está presente en la agenda de nuestros políticos, aunque no se enseñen imágenes apocalípticas. Al final lo que retrata Una casa llena de dinamita es a seres humanos tratando de asimilar el fin del mundo y tomando decisiones imposibles, incluyendo al mismísimo presidente de Estados Unidos, al que los acontecimientos le sorprenden en un evento baloncestístico con adolescentes, algo que recuerda mucho al George Bush del 11 de septiembre. Una película que quiere ser absolutamente realista y veraz que, por cierto, ha sido criticada por el Pentángono.

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HORIZONTES DEL OESTE (1952), DE BUDD BOETTICHER.

Dos hermanos vuelven a su hogar después de participar en la Guerra Civil americana. Han formado parte del bando perdedor, pero regresan con cierta dignidad después de años de dura lucha. El hermano joven, un idealista, vuelve contento porque ha peleado por lo que creía y espera volver a trabajar las tierras familiares como vaquero. El hermano mayor es mucho más ambicioso, quiere enriquecerse rápidamente aprovechando las oportunidades de negocio que observa en su entorno. A partir de aquí Boetticher, con gran economía de medios, construye un relato ejemplar en el con unos pocos trazos define a unos personajes complejos con unas motivaciones bien establecidas. Desde luego el papel más agradecido es el de Robert Ryan, un tipo decente y ambicioso que va corrompiéndose hasta convertirse en un criminal debido a haber contraído una importante deuda de juego y haberse enamorado de la esposa de su acreedor. Una muestra más del talento de Boetticher, que era capaz de rodar unas películas en las que no falta ni sobra nada y que se han convertido en auténticos clásicos del género.

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domingo, 26 de octubre de 2025

LOS SUDARIOS (2024), DE DAVID CRONENBERG.

Los sudarios nos presenta, de entrada, una situación desconcertante. Su protagonista es un empresario de éxito que se ha enriquecido con un sofisticado sistema que permite a los familiares de fallecidos poder ver en tiempo real y con gran calidad de imagen, el interior del ataud del ser querido y contemplar su inevitable descomposición. Quizá sea la vuelta de tuerca definitiva a la obsesión actual por la imagen y por espiar la intimidad de los demás. Un tema muy de Cronenberg, pero que no se desarrolla adecuadamente, puesto que todo se centra en la figura de Karsh y su obsesión por la muerte de su esposa de una enfermedad larga y cruel que él recrea constantemente en su mente. Luego la película se vuelve irónica al tratar el tema de la fidelidad y el duelo. Quizá si se hubieran desarrollado más estos asuntos a través de un enorme actor como Vicent Cassel, la película hubiera ganado muchos enteros, pero pronto todo deriva a una confusa trama de espionaje industrial y tecnológico que tampoco lleva a ninguna parte. Los sudarios puede disfrutarse solo como una nueva exposición de las eternas obsesiones de su director, pero es una película demasiado deslavazada, que alarga demasiado su propuesta inicial sin que la historia concluya satisfactoriamente.

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sábado, 25 de octubre de 2025

MIL COSAS (2025), DE JUAN TALLÓN. LA CARRERA HACIA NINGUNA PARTE.

Vivimos en una época en la que las exigencias laborales son cada vez más acuciantes, no solo por el ambiente de competitividad existente en muchas empresas, sino porque las innovaciones tecnológicas de los últimos años exigen inmediatez en la respuesta a las distintas situaciones inesperadas que van surgiendo durante la jornada laboral, además de no permitirnos desconectar nunca, obligando al Estado a desarrollar una legislación de desconexión laboral que hubiera sido impensable en otros tiempos. 

La pareja protagonista de Mil cosas aborda su última jornada antes de sus vacaciones como un día repleto de obstáculos que deberán ir salvando para llegar al oasis prometido de dos semanas, precisamente en el día más caluroso del año. Travis trabaja como subdirector de una revista y debe afrontar el día de cierre de contenidos de la misma. Anne se dedica a la atención al cliente y pasa sus jornadas en un cubículo en el que se enfrenta a las quejas de diferentes consumidores. Son una pareja feliz, pero agotada, ya que también tienen un hijo pequeño que reclama una atención constante durante sus horas en casa. Para ellos la vida es una carrera de obstáculos repleta de llamadas, pequeñas obligaciones e incapacidad de organización, ni siquiera para tener algo de cenar en casa.

Muchos lectores podrán sentirse identificados con las peripecias de esta pareja en un mundo en el que los móviles no dejan de sonar, el correo electrónico reclama atención constante, hay que resolver pequeñas obligaciones administrativas, hacer la compra y atender a las necesidades de un bebé sabiendo que lo inesperado está a la vuelta de la esquina en forma de email o llamada telefónica con la capacidad de ser catastrófica. Lo peculiar de Mil cosas es que es un libro que obliga a volver a capítulos anteriores una vez lo has terminado, por una característica del mismo que no se puede desvelar aquí. Buena literatura que refleja a una sociedad consagrada a una carrera hacia ninguna parte, repleta de hombres y mujeres autoesclavizados que habitan un mundo de angustias y ansiedades que no se acaban nunca.

LA GRAN AMBICIÓN (2024), DE ANDREA SEGRE.

En la época de degradación política que nos ha tocado vivir, congratula poder ver, aunque solo sea por dos horas, que las cosas eran muy diferentes en décadas anteriores, que existían líderes como Enrico Belinguer, entregados en cuerpo y alma a una causa. La causa era el eurocomunismo, una tendencia de una izquierda que quería despegarse de la tutela del bloque del Este e integrarse de manera más clara en las democracias occidentales. En el caso de Italia, Belinguer intentó algo impensable hasta ese momento: el acercamiento a la Democracia Cristiana para alejar a Italia del abismo al que la estaba empujando el terrorismo de las Brigadas Rojas y de todo tipo de grupos fascistas. Frente el fantasma de la guerra civil Belinguer aportaba una apuesta política de consenso sin alejarse de lo que verdaderamente le importaba: los derechos de los trabajadores. Puede parecer sorprendente hoy día, pero hubo un tiempo en el que los partidos de izquierda se dedicaban a defender los derechos de los obreros y lo hacían acercándose a sus lugares de trabajo para escuchar sus reivindicaciones, frente a los políticas identitarias, populistas y vacías que se reivindican hoy día. Con gran influencia del cine documental La gran ambición retrata a un político humilde, que lamenta no poder dedicar más tiempo a su familia y que es capaz de acercarse a la gente con naturalidad, como uno más. Todo esto en el caótico contexto de los años setenta, una época que se parece en ciertos aspectos a la nuestra, pero que contaba con políticos bastante más sólidos y responsables que los actuales.

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domingo, 19 de octubre de 2025

UNA QUINTA PORTUGUESA (2025), DE AVELINA PRAT.

Fernando lleva una vida convencional y cómoda ejerciendo en la Universidad como profesor de Geografía. Un día descubre que su mujer le ha abandonado sin más explicaciones y seguramente ha vuelto a su país, Serbia. Una quinta portuguesa es la historia de la huida de este profesor en búsqueda de una nueva vida. El profesor no dudará en suplantar la identidad de un jardinero que acaba de conocer y ha muerto súbitamente para acudir a una quinta situada en Ponte de Lima. Allí empezará una existencia mucho más relajada, se construirá un pequeño Edén conformado por un trabajo que le gusta y la proximidad a seres humanos sencillos y bondadosos. Desde luego, Fernando ha tenido mucha suerte al lanzarse a ciegas a un cambio radical que le haga renegar de su pasado. Un pasado que volverá en el último tercio de la película y que reforzará el sentido de esta fábula optimista y un tanto inverosímil. Sí que hay que decir que esta inverosimilitud que puede notar el espectador en determinados momentos de la trama no es problema profundo para lo que quiere transmitir la película. Se trata de una utopía en la que los problemas de una existencia convencional y estresante quedan atrás y el protagonista penetra en una vida más sencilla, más básica, mucho menos materialista y, por lo tanto, más feliz. A destacar los hermosos paisajes portugueses que nos regala la directora.

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sábado, 18 de octubre de 2025

VEREDICTO FINAL (1982), DE SIDNEY LUMET.

Quizá este es el mejor papel que ha interpretado Paul Newman junto al de esa obra maestra llamada El buscavidas. En Veredicto final encarna a Frank Galvin, un abogado alcohólico que ha echado por tierra su brillante carrera para acabar colándose en funerales con el fin de repartir su tarjeta entre los familiares del difunto. El desorden de su despacho es un reflejo de su caos interior, el de un hombre sin expectativas al que se le ofrece una inesperada oportunidad de redención cuando el único amigo que le queda le ofrece retomar un antiguo caso. Se trata de una mala praxis médica cometida por un poderoso hospital católico, que tienta al abogado con una cuantiosa indemnización para sus clientes, de la que él se embolsaría un jugoso porcentaje. Pero, contra toda lógica, prefiere ir a juicio cuando todas las circunstancias señalan que va a perder. Veredicto final retrata magistralmente la angustia de un hombre que está cayendo al fondo del más profundo abismo y que debe realizar un esfuerzo sobrehumano por sobreponerse a todos los errores cometidos, los pasados y los presentes. "No habrá más casos, este es el caso", se repite a sí mismo mientras emprende una carrera contra reloj para redimirse frente a sí mismo y frente a sus clientes. A destacar también el sorprendente romance que comienza con el personaje magistralmente interpretado por Charlotte Rampling, cuyo desenlace confirma que Galvin se mueve en un mundo sucio e inhumano. Uno de los mejores dramas judiciales de la historia en el que Sidney Lumet disecciona con precisión la angustia del perdedor.

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QUERER (2024), DE ALAUDA RUIZ DE AZÚA.

Una serie que habla del maltrato en la pareja desde un punto de vista muy complicado. Se trata de una mujer que denuncia que su marido la ha estado vejando durante treinta años: humillándola, anulando su iniciativa personal y violándola cada noche de sábado. Sus hijos deben posicionarse cuando su vida familiar se pone de pronto patas arriba. La suya ha sido hasta entonces una familia de orden y, aunque saben que su padre es un hombre serio y algo severo, jamás habían advertido este maltrato que la madre denuncia. Los primeros capítulos juegan con la ambigüedad de un testimonio que difícilmente puede probarse, mientras el padre defiende de manera sólida su inocencia. La posición de los hijos se divide. Mientras el menor defiende a la madre, el mayor, ya casado y con un hijo, se siente identificado con su padre y empieza a desarrollar un carácter parecido debido a las tensiones. A pesar de que los dos capítulos juegan a confundir al espectador y exponen muchos matices respecto a ambas posiciones, al final todo se resuelve de una forma maniquea y muy armonizable con los planteamientos oficiales respecto al machismo enquistado en la sociedad española. Una lástima que un planteamiento tan interesante derive en una especie de lección ideológica que podía haberse impartido de una manera mucho más sutil.

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lunes, 13 de octubre de 2025

RESTORE POINT (2023), DE ROBERT HLOZ

Restore Point se desarrolla en un futuro cercano, cuando se ha cumplido uno de los grandes anhelos de la humanidad: ganarle la batalla a la muerte, o al menos conquistar algunas posiciones frente a esta, ya que la gente que vive en esta distopía tiene derecho a realizar copias digitales de su cerebro al menos una vez cada dos días. Esto se practica porque si se muere por causa accidental, la persona puede ser restaurada desde el punto en el que se realizó esta copia. Todo un seguro de vida que no vence definitivamente a la muerte (se entiende que la gente de edad avanzada sigue falleciendo), pero que consigue menos ansiedad en la existencia diaria. La historia sigue a una policía integrada en el sistema que debe investigar unos crímenes relacionados con la empresa que ha desarrollado la tecnología de restauración. Aunque los escenarios futuristas están muy bien conseguidos finalmente Restore Point deja de lado sus inmensas posibilidades y se convierte en una historia convencional de investigación, persecuciones y corporaciones malvadas. Se echa en falta un poco más de alma en una película demasiado fria y en la que al espectador se le ha privado de asomarse a la vida cotidiana de una sociedad que parte de una premisa tan interesante.

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domingo, 12 de octubre de 2025

EL ANIVERSARIO (2025), DE ANDREA BAJANI. DEJAR UN MUNDO ATRÁS.

En las sociedades mediterráneas como la italiana, la idea de familia es sagrada. El grupo familiar es para toda la vida y se supone que sus miembros están para apoyarse mutuamente en la dificultades y compartir los momentos de celebración. Por eso la novela de Andrea Bajani es tan insólita, porque narra la ruptura de su protagonista con sus padres, la decisión radical de abandonar para siempre las visitas al nido familiar y cortar en lo posible la comunicación con ellos. Así comienza la novela, con la despedida después de una cena cotidiana y la intuición de la madre de que su hijo no piensa volver a verlos.

Pero esta decisión tiene su motivación. Los siguientes capítulos serán una descripción pormenorizada de los años precedentes, los de una infancia y adolescencia marcadas por la de un padre absolutamente autoritario y una madre sometida al poder de éste. Un machismo en grado extremo que, contra lo que se pudiera pensar, no se describe de forma especialmente violenta, sino de un modo, si acaso, más cruel: como el de una convivencia día tras día con un monstruo que ofrece dosis cada vez más enormes de desamor y sometimiento. El hijo es un testigo impotente de esta realidad y, cuando es un hombre, decide que su única forma de reacción es la ruptura, dado que a él le ha afectado psicológicamente esta forma de existencia y necesita separarse de un pasado que va a condicionar el resto de sus días.

Quizá el personaje más interesante de El aniversario sea el de la madre. Se trata de alguien sin personalidad, con su autonomía absolutamente anulada primero por su familia paterna y después por su marido, pero que, aunque sea de forma inconsciente, busca tímidamente espacios de libertad personal en los que pueda experimentar pequeños momentos de libre albedrío. En la sociedad italiana de los años setenta y ochenta, esta no va a ser tarea fácil, pues no va a poder encontrar ayuda en este anhelo secreto, salvo el aliento esporádico de alguna amistad efímera. Con una escritura muy precisa, El aniversario narra una historia tan cruel como cotidiana, uno de esos dramas que están ante nuestros ojos, pero que no suelen advertirse como tales.