sábado, 6 de agosto de 2022

MASTER AND COMMANDER: AL OTRO LADO DEL MUNDO (2003), DE PETER WEIR.

Espectacular recreación de la vida en el mar durante las Guerras Napoleónicas, si por algo se caracteriza Master and Commander es por su obsesión por el rigor histórico. Aquí está todo cuidado al detalle: las reglas de navegación de principios del siglo XIX, la forma de guerrear en el mar, la alimentación, los uniformes, la dureza de la existencia de los marineros e incluso la existencia de niños entre la tripulación. Además Weir imprime a su obra un ritmo narrativo absolutamente perfecto, un juego de caza entre dos buques que abarca medio mundo y sus paisajes. Espectacular esa visión de las Islas Galápagos cuando todavía eran un lugar virgen y paradisiaco. Además, las batallas están filmadas de un modo absolutamente realista, teniendo muy en cuenta lo que debía sentir un miembro de la tripulación cuando era bombardeado por el enemigo con esas letales bolas de acero que se pulían al máximo para resultar más destructivas. Toda una lección de cine que no tiene prejuicios a la hora de presentar a personajes con la mentalidad de la época, por mucho que al espectador actual les choquen algunas de sus decisiones. Y luego está el sutil y magistral retrato de la historia de amistad profunda entre dos hombres. Una de las mejores películas estrenadas en lo que llevamos de siglo.

P. 10

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