sábado, 13 de agosto de 2022

PEPPERMINT FRAPÉ (1967), DE CARLOS SAURA.

En uno de los papeles más logrados de su carrera, José Luis López Vázquez interpreta aquí a un hombre de apariencia formal pero en cuyo interior está en ebullición toda la represión sexual que ha sufrido desde su infancia. Los recuerdos de juventud se mezclan con sus fantasías y éstas se desatan cuando conoce a la joven y sensual esposa de su mejor amigo. Elena representa para él el ideal hasta entonces inalcanzable de mujer liberada en contraposición con las mujeres que hasta entonces ha conocido, una joven que parece diseñada por él mismo hasta en la forma de vestir. Entonces Julián empieza a mirar con otros ojos a la enfermera que trabaja para él en su consulta de radiología. Ana es una muchacha con cierto parecido físico con Elena, pero de carácter muy modesto, tanto en su comportamiento como en su forma de vestir. Así pues, Julián concibe la idea de seducirla y transformarla, algo que me remite al Vértigo de Hitchcock. Peppermint Frapé, película hoy muy olvidada, es uno de los logros más notables de Saura, puesto que logra homenajear a Luis Buñuel (y a Hitchcock), imprimiendo a la película una personalidad propia, aprovechando al máximo las posibilidades interpretativas de López Vázquez (en esta ocasión una especie de psicópata muy inquietante) y de Geraldine Chaplin en un memorable doble papel. 

P: 9

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