Nela fue una de esas jóvenes víctimas de su propia ansia infinita de libertad. Fue una joven muy rebelde que desde muy temprana edad protagonizó tremendos enfrentamientos con sus padres, unos humildes inmigrantes procedentes de Extremadura, en busca de su propio espacio, algo que culminó con su salida del hogar familiar con solo diecisiete años y sin medios de vida para una supervivencia digna. Nela había descubierto ya las formas de vida alternativas que ofrecían estas reuniones de jóvenes en torno a la plaza Sant Felip Neri, en el casco histórico de Barcelona, y seguramente intuía en ellas una vaga forma de utopía que en el algún momento se podría consumar. Desde luego hubo supervivientes que posteriormente sacaron réditos de todo esto, pero no fue el caso de Nela, que fue un personaje muy secundario en este movimento y apenas dejó huellas. Esto es precisamente lo que el autor quiere rescatar:
"A estas alturas, tengo claro que lo que deseo, más que desenterrar a Nela es darle la sepultura que merece, no dejarla tirada, apartada, en un rincón de la historia, sino precisamente cerrar su tumba y colocar encima una lápida en la que pueda leerse su verdadero nombre y el año de su muerte. Quiero que se sepa que existió, que vivió en un momento y en un lugar concretos, y que compartió su suerte, o su infortunio, con un montón de jóvenes que, al igual que le ocurrió a ella, han sido borrados injustamente de la versión oficial, pero merecen ocupar su propio lugar en el pasado; aunque se trate, si es que es así, de un discreto rincón que ya no le interese a nadie.
Y quiero, por encima de todas las cosas, encontrar algo de luz y calidez en toda esa oscura y fría corriente de olvido, una chispa o un simple atisbo que certifique que el paso por esta tierra de Nela, y de esos compañeros suyos de generación, no fue prescindible y doloroso."
Así pues Nela 1979 se configura como todo un homenaje a la hermana perdida, a ese ser que el autor nunca pudo conocer más que con retazos de recuerdos y que al final pudo recomponer gracias a su constancia en la búsqueda de testimonios de esos años oscuros de su vida. Un libro que nos habla de lo seductora y a la vez tenebrosa que puede ser la idea de libertad cuando una persona joven se lanza hacia ella sin experiencias vitales previas, pero que resulta muy hermosa por el afán en rescatar una presencia ya perdida décadas atrás.