En realidad todo fue un macabro espectáculo orquestado por un Franco que quería consolidar su poder personal utilizando la figura de José Antonio, convirtiéndolo en un mito que se habría sacrificado para que fuera posible el nuevo Estado que se estaba construyendo. Se dio orden para que periódicos y radios glosaran al gran héroe que junto al Caudillo había hecho posible resurgir de la verdadera España. El autor transcribe muchos de estos elogios, escritos casi todos en un lenguaje pomposo e imperial muy propio de la época. El final fue apoteósico, incluyendo en el homenaje al fallecido representantes de la Italia fascista y de la Alemania nazi, que respaldaban con su presencia al nuevo caudillo de España.
Pero Presentes no se limita a una descripción minuciosa del cortejo fúnebre de José Antonio. Mira alrededor del mismo y se ocupa de la suerte de los vencidos, de aquellos que esperaban la muerte en prisiones miserables, de los que estaban escondidos como topos y de aquellos que habían tenido que emprender un doloroso exilio. Además, también se aproxima a los vencedores, a aquellos que habían bendecido su suerte en la victoria y aquellos que habían sido mutilados y prácticamente abandonados a su suerte, pese a haber luchado en el bando ganador. Paco Cerdà realiza un magnífico retrato de una época oscura, en la que la política del nuevo Estado era la de la venganza y en la que no podía haber esperanza de regreso a un régimen democrático que había fracasado también por sus errores internos. Es necesario asomarse a un libro que describe como pocos lo que significa una lucha fraticida y sus funestas consecuencias.

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