domingo, 9 de noviembre de 2025

CALLE RIVER, 99 (1953), DE PHIL KARLSON.

La vida de Ernie Driscoll está marcada por un combate de boxeo que protagonizó hace unos años. Esta es la escena con la que comienza Calle River, 99, mostrando esta pelea en la que el protagonista estuvo a punto de ganar el título, pero de la que salió perdedor y con una lesión en el ojo por la que tuvo que retirarse. Pronto nos damos cuenta de que el combate que estamos viendo - magníficamente filmado -  es una reproducción televisiva que el protagonista contempla como hipnotizado mientras su mujer le reprocha la vida austera que llevan. Y este va a ser el detonante de la trama de la película, una mujer irrespetuosa y poco agradecida que se siente atraída por un mafioso. Ernie descubre la infidelidad, justo en el momento en el que el mafioso ha protagonizado un robo con diamantes y está a punto de huir con ella. A partir de aquí se desarrolla una trama muy sorprendente que incluye un asesinato insólito. Al final Calle River, 99 es una obra modélica de cine negro con un protagonista (un taxista muy trabajador que anhela sus días de gloria en el ring), que es un tipo inocente que se ve arrastrado a enfrentarse a unos acontecimientos que le sobrepasan. Como suele suceder en las películas de este género, la sordidez de la ciudad es filmada de un modo casi documental.

P: 7

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