Que un escritor malagueño se haya interesado por la vida de Thomas de Quincey para escribir una novela ya es de por sí una gran noticia, ya que la mayoría de nuestros profesionales de la literatura suelen estar aferrados al entorno inmediato. Habría que preguntar a Ballesteros que le llevó a trabajar en este retrato del escritor inglés desde varios puntos de vista. Sin duda lo haremos cuando celebremos un encuentro con él. Una vida la de De Quincey, como hemos dicho, marcada por el consumo de opio cada vez en mayores cantidades:
"(...) me confesaba cómo, el consumo de opio, le aseguraba la fortuna de unos sueños luminosos y felices, voluptuosos y enervantes, la plenitud de su vigor corporal y un raudal de imaginación y entendimiento. No sólo le eliminaba por completo el dolor y las afecciones tan antiguas como angustiosas, tan repetidas y atosigantes que sufrí, sino que le ampliaba la vida, convirtiéndola en más intensa y diversa, le potenciaba los sentidos, le aguzaba la inteligencia, lo introducía en un ensueño de imaginaciones maravillosas y quiméricas, intensas y bellísimas, lo transportaba a un mundo de viajes que arribaban a los paraísos más exóticos y a las experiencias más extraordinarias y lo llevaba, como volando, levantado en el aire, a la viveza el espíritu, al donaire en el decir, a la plenitud de la vida."
"(...) me confesaba cómo, el consumo de opio, le aseguraba la fortuna de unos sueños luminosos y felices, voluptuosos y enervantes, la plenitud de su vigor corporal y un raudal de imaginación y entendimiento. No sólo le eliminaba por completo el dolor y las afecciones tan antiguas como angustiosas, tan repetidas y atosigantes que sufrí, sino que le ampliaba la vida, convirtiéndola en más intensa y diversa, le potenciaba los sentidos, le aguzaba la inteligencia, lo introducía en un ensueño de imaginaciones maravillosas y quiméricas, intensas y bellísimas, lo transportaba a un mundo de viajes que arribaban a los paraísos más exóticos y a las experiencias más extraordinarias y lo llevaba, como volando, levantado en el aire, a la viveza el espíritu, al donaire en el decir, a la plenitud de la vida."
Si bien en principio la droga es remedio para sus angustias y dolores, pronto se convertirá en un esclavo de la misma, lo que le hará llevar una vida aberrante, como dice Ballesteros a través de su personaje principal:
"Yo conocía ya de esa lucidez que da el opio, de ese impulso de búsqueda angustiosa y desatada que te produce en el corazón y de esa irrefrenable pasión que sientes por ti mismo, por tus oscuridades, por indagar en tu vida, por descubrir los espacios de tu alma donde puedes albergar, al mismo tiempo, lo más sublime de lo que eres capaz o lo más abominable que ni siquiera creías que existiera en el mundo."
"Los últimos días de Thomas de Quincey" es una novela que va de menos a más. Si bien el comienzo es flojo, a través de la voz de sus padres, pronto conoceremos otros puntos de vista mucho más interesantes, como el de su amante y el de su esposa. De Quincey debió ser alguien especial para despertar tantas pasiones (buenas y malas) entre quienes le conocieron. Un romántico que, pudiendo tener un destino burgués, optó por la vida bohemia del literato agobiado continuamente por las deudas. El libro de Ballesteros sirve como aproximación a un escritor muy interesante, del que recomiendo fervientemente una lectura reposada de su libro sobre el opio (y si pueden obtener la edición de Cátedra aprenderán mucho más sobre él).
Planteamiento original,entretenida y fácil de leer.
ResponderEliminarEste comentario a De Quincey,me trae a la memoria "Diario de una desintoxicación de opio", de Jean Cocteau.Una obra lacerante.El amor mas apasionado que pueda caber entre un hombre y una mujer,empalidece ante el amor,la devoción,la predilección de Cocteau por el opio.Me atrevo a decir: SU GRAN AMOR.
ResponderEliminarNo conocía la obra de Cocteau ¿Está editada en España? Si es la mitad de buena que la de De Quincey sobre el mismo tema, me gustaría leerla alguna vez.
ResponderEliminarSaludos.
Miguel: La leí en español hace unos años. Pero no recuerdo el editor.Una obra inolvidable.
EliminarCordiales saludos.
Beatriz.
Está editada por DVD Ediciones, por si te sirve de algo para recuperarla.
ResponderEliminarBesos.