viernes, 4 de septiembre de 2009
LABERINTO DE PÁGINAS.
Como cualquier aficionado a la lectura, uno tiene sus manías. Una de mis costumbres inquebrantables ha sido siempre no leer más de un libro a la vez. Y elegir bien las lecturas, para no tener que abandonar el libro y porque uno carece del don de la vida eterna, por lo que el tiempo ha de ser aprovechado de la mejor manera posible.
Últimamente no estoy pudiendo cumplir con estas costumbres. Y este mes se me ha acumulado el trabajo de una manera insólita. Antes de salir de viaje empecé a leer los Cuentos de Hemingway, pero durante la ruta apenas lo he abierto, ya que no he tenido ni un instante libre (y bien que lo agradezco). Cuando llegué el domingo me puse con "Cisnes salvajes" de Jung Chang, que por error estimé que iba a ser el libro del Club de Lectura de Cincoechegaray. Cuando llevaba 150 páginas (tiene 650), me advirtieron que me había equivocado y que el elegido era "Relatos autobiográficos", de Thomas Bernhard. No puedo decir que no me alegrara. Esta tarde he leído el primero de ellos y me ha parecido magistral. Por otro lado, alterno estas lecturas con "El jinete polaco", de Antonio Muñoz Molina, para el Club de Lectura de la Biblioteca. Tres libros gruesos y que requieren una lectura concentrada. El de Jung Chang porque abarca un siglo de historia de China y no puede uno perderse con los personajes. El de Muñoz Molina porque abarca más de un siglo de historia de Mágina y tampoco puede perderse uno con los personajes, amén de ser estar dotado de una escritura densa y complicada. Y el de Bernhard porque abarca una buena cantidad de años de la vida del autor austriaco, amén de estar dotado de una escritura aún más densa y complicada que la del libro anterior. Hemingway me sirve para relajarme en los tiempos muertos. Tampoco crean que estoy todo el día leyendo, que uno tiene que trabajar y hacer otras cosas. Con dos o tres horas diarias me basta.
Aparte de los cuatro volúmenes de los que he hablado, tan duros como los toros de Guisando que me acompañan en esta simpática imagen, me espera también, para el Club de Fnac "El coloso de Nueva York" de Colson Whitehead, aunque este tiene el tolerable número de 200 páginas.
Y se preguntarán ustedes ¿Cómo es posible partipar en tantos clubes de lectura a la vez? A veces yo también me lo pregunto. La respuesta más cuerda que puedo darles es que es una manía y una arraigada afición. Aparte de un reto. Además quisiera conmemorar el setenta aniversario de la Segunda Guerra Mundial con alguna lectura elegida por mi cuenta...
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