viernes, 11 de septiembre de 2009
JUAN MANUEL DE PRADA Y LUIS ALBERTO DE CUENCA EN FNAC MÁLAGA: LITERATURA FANTÁSTICA Y CINE.
Ayer tuve la oportunidad de asistir a un interesantísimo coloquio que se desarrolló en la Fnac de Málaga entre los escritores Juan Manuel de Prada y Luis Alberto de Cuenca. Coincidiendo con la celebración del Festival de Cine Fantástico y de Terror de Estepona, sostuvieron una charla muy amena acerca de las relaciones entre el cine fantástico y sus inspiradores literarios. Algunos miembros del público pudimos participar de una manera muy cómoda e informal, debido a la cercanía, tanto física como emocional, que mostraron ambos.
Se habló de los grandes clásicos del género de terror: Poe, Hoffmann, Lovecraft y de otros que inauguran la modernidad como Kafka o Beckett, dotados de una escritura que emparenta el terror con el absurdo de lo cotidiano. Estuvieron ambos de acuerdo en que el buen cine de terror, el que constituye una apuesta segura, es el clásico. En la actualidad ha ido degenerando hacia un efectismo y un gore vacíos de contenido, llegándose a cuestionar propuestas que se salen de la norma como las de David Lynch o Lars Von Thiers.
Mi humilde intervención justificó esa decadencia en el hecho de que la realidad ha ganado la partida a la ficción. El cine y la literatura apenas pueden competir ya con nuestros terrores cotidianos, con lo que han visto los hombres del siglo XX: guerras con millones de muertos, la mayoría de ellos civiles, destrucción completa de ciudades, bombas atómicas o la destrucción en riguroso directo de dos enormes edificios mientras sus habitantes se arrojan al vacío. Las atrocidades han existido siempre, pero los medios para difundir sus imágenes a todo el mundo solo existen desde épocas muy recientes, por lo que los ciudadanos se inmunizan y es muy difícil sorprenderles, de ahí que el cine de terror se haya convertido meramente en una espiral de intentos de herir la sensibilidad del espectador de manera cada vez más brutal. La competencia de los telediarios es muy dura.
Después de más de una hora de interesante charla tuvieron que marcharse un tanto precipitadamente. Otras obligaciones les esperaban. Felicitar a la Fnac por la feliz iniciativa e instarles a que continuen en esa línea, de acercar a los escritores a su público.
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no estuvo José Luis Garci entre el público???
ResponderEliminarLo cierto que hubiera sido una presencia magnífica para completar un trío fantástico.
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