miércoles, 15 de abril de 2009
CORRAL DE LOCOS.
Otra de las grandes obras expuestas en la exposición "La sombra", del Museo Thyssen es este sorprendente cuadro de Goya, que casi anticipa sus pinturas negras. Contemplar este cuadro en España es una oportunidad única, pues su lugar habitual de exposición se encuentra en Dallas y yo personalmente no creo que vaya a visitar nunca esa ciudad, aunque nunca se sabe.
En el centro de la imagen dos locos pelean, otro les anima con una especie de vara. A la derecha un loco sentado nos lanza una mirada demente y maligna, ajeno a la miseria que le rodea. Pero el personaje que más me interesa es el del fondo, el que levanta los brazos con júbilo como si en la más selecta de las fiestas se hallase. El pobre, en su delirio, se cree un emperador romano en la cumbre de su poder. Cree estar contemplando una lucha de gladiadores que se juegan la vida en su honor, cree estar viviendo los esplendores de la antigua Roma y no en un cochambroso patio de manicomio.
Pobre emperador y pobres súbditos los suyos, podemos pensar. Pero este loco es mucho más feliz que cualquiera de nosotros. Bendita su locura, con la que ha creado un mundo a su medida. Bendita su locura, que es incapaz de advertir las sombras que le rodean y a los conspiradores que murmuran a sus espaldas.
(Para aumentar el tamaño del cuadro, pulsar en la imagen).
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