Película con buenos ingredientes y un punto de partida muy interesante: una profesora se defiende del intento de violación de un alumno y este último resulta muerto. Como la situación era difícil de probar, decide esconder su crimen e intentar seguir con su vida. Evidentemente, el filme intenta sacar partido del hecho de que la protagonista enseña psicología, por lo que ella misma empieza a comportarse como los sujetos que suele estudiar. El tema tratado por La acusada era tabú en la época y eso lastra bastante el guion, que no puede profundizar en el hecho mismo del crimen sexual y se centra más en la investigación del mismo y el duelo subterráneo entre la profesora y el detective encargado del caso. Entre medias una especie de historia de amor no muy justificada que es más un lastre que algo positivo para una película que a pesar de todo se beneficia de una poderosa fotografía en blanco y negro que dota de un ambiente tenebroso a la narración. El final, tan dramático e inesperado como cabría esperar.
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