lunes, 6 de agosto de 2012
EL CABALLERO OSCURO: LA LEYENDA RENACE (2012), DE CHRISTOPHER NOLAN. LA CAÍDA DEL MURCIÉLAGO.
Cuando, hace seis años ya, se estrenó la primera parte de esta trilogía, el concepto cinematográfico de Batman estaba muerto y prácticamente enterrado. Tim Burton había creado una muy eficaz versión del personaje: un tipo obsesionado por la muerte de sus padres, casi tan psicótico como sus enemigos, aunque bien es verdad que en sus dos películas Batman es casi un personaje secundario, dándose más protagonismo a los villanos de la función. Después llegarían las dos penosas adaptaciones de Joel Schumacher: el personaje parecía regresar a la infantil versión de los años sesenta, adornada con grandes fuegos artificiales. Así que cuando Nolan, un director con cierto prestigio ya por aquel entonces, anunció que iba a adaptar a Batman desde sus orígenes, se creó una gran expectación, pero pocos esperaban la profundidad con la que está dotada "Batman begins".
Y es que por fin Bruce Wayne era el complejo personaje que se refleja en muchos cómics de la DC (Batman afortunadamente es un personaje que ha sido mimado por sus autores en buena parte de su larguísima trayectoria) y se intentaba retratarlo con una dosis de realismo muy adecuada para un superhéroe sin superpoderes. La segunda parte "El caballero oscuro" era un absorbente relato de género negro en el que el protagonismo recae en uno de los mejores villanos cinematográficos de todos los tiempos: el Joker de Heath Ledger. Recientemente volví a verla y me quedé pegado al asiento durante sus dos horas y media de duración. Recomiendo visionarla en versión original, para apreciar en toda su profundidad el trabajo de Ledger.
Las expectativas para esta tercera parte eran tan altas que han debido decepcionar a buena parte del público. Bien es cierto que, aun antes de su estreno en España, la película fue ya noticia por la triste matanza en un cine protagonizada por un loco que decía ser el Joker. Las voces de costumbre se han levantado en contra de la violencia en el cine sin pensar ni por un instante que en su país cualquier chiflado tiene fácil acceso a arsenales de armas de fuego en cualquier hipermercado.
Respecto a los valores estrictamente cinematográficos de "El caballero oscuro: la leyenda renace", se trata de un producto muy digno, aun cuando no resista la comparación con las dos entregas anteriores. Aquí se nos presenta a un Bruce Wayne que, varios años después de los acontecimientos narrados en la segunda parte, se ha convertido en una especie de viejo prematuro, que es comparado por la prensa con el millonario Howard Hughes: alguien que se ha encerrado en su mansión y evita cualquier contacto con el exterior. Además de tener rota el alma, el cuerpo de Wayne está mortificado por tantas noches de pelea con los criminales: un superhéroe en horas bajas al que, sin embargo, se le va a reclamar para que se enfrente su peor reto: la llegada a Gotham de una especie de mercenario, tan brutal como inteligente, llamado Bane.
El mayor logro de la película es ser coherente con las dos anteriores: la misma estética, el mismo afán de realismo (todo el realismo de que es capaz una historia como esta) pero peca de demasiado ambiciosa. El director quiere que cada escena sea épica (y la omnipresente música de Zimmer acentúa todo el tiempo esta impresión) y esta ocasión idea nada menos que la conquista de una mastodóntica ciudad como Gotham por parte de un grupo de mercenarios. Por mucho que su líder sea un genio táctico, por mucho que cuenten con una bomba nuclear, no creo en la posibilidad del plan de Bane, aunque sea sembrando de bombas los puntos neurálgicos de la ciudad. Era mucho más inteligente el planteamiento de la película anterior, con un Joker siempre escondido y acechante, que golpeaba y volvía a desaparecer.
"El caballero oscuro: la leyenda renace", se basa en una serie de cómics de Batman, aparecidos en los noventa, con el título de "La caída del murciélago". En ellos se contaba la impactante historia de Bane, una especie de mercenario que fue criado en una cárcel y que, al enterarse de la existencia de Batman, viaja a Gotham con intención de derrotarlo y apoderarse de la ciudad. Su plan es sencillo: agotar a su enemigo con distracciones secundarias y luego aparecer de la nada para machacarlo. Así pues, consigue que se fuguen todos los internos del Asilo de Arkham (los enemigos de Batman, que están tan locos como él), para observar al hombre murciélago mientras los va capturando uno a uno. Cuando Batman está agotado por el trabajo acumulado, aparece Bane, le da una paliza y le rompe la espalda. Aparentemente es el fin del superhéroe... Este planteamiento es la base del guión de la película, pero con sustanciosas modificaciones. Aquí Bane no necesita distraer a Batman para vencerlo, simplemente lo destroza brutalmente en su primer encuentro y lo manda a la misma prisión en la que se crió. A partir de aquí un héroe humano, demasiado humano, debe enfrentarse al reto de curar sus graves heridas, escapar de una prisión de la que solo logró escapar Bane en su día, volver a Gotham y vencerlo.
En esta nueva entrega, los secundarios no brillan como en las anteriores. Especialmente sangrante es el caso de Catwoman, un personaje totalmente prescindible que parece estar ahí, surgida de la nada, únicamente para que Batman tenga a alguien a quien besar. El joven policía John Blake es otra historia, sobre todo por la sorpresa que nos tiene guardada al final de la historia. El villano es una presencia potente y amenazante, pero en ningún momento hace olvidar al Joker de Ledger. Además, su final es poco coherente con lo que ha dado de sí el personaje hasta ese momento.
"El caballero oscuro: la leyenda renace" funciona como gran espectáculo y bebe de las películas anteriores (a veces repitiendo conceptos), pero no deja esa sensación de entusiasmo y ganas de repetir de las dos entregas anteriores, como si el modelo se encontrara un tanto agotado. Aún así, merece la pena acudir a un buen cine y disfrutar de la visión de Nolan, un director cuya versión de Batman es difícilmente superable.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Amigos del club en verano me dedico a leer otros libros, por lo que os aconsejo que a los amantes de Federico G.Lorca leáis Cartas de Vicenta a su hijo, me gusto muchisimo es increíble como ella a pesar de haber dejado su profesión de maestra, ella es la mejor profesora de sus hijos, sobre todo de Fede, y el sufrimiento que padece como madre desde la distancia. También os recomiendo el Viaje de Teo, se hace un poco largo, su autora Catherine Clemont, Teo se pregunta ¿Debemos de creer en algo, Dios,.., otras religiones?, ¿la espiritualidad existe en los tiempos que corren y como repercute a lo largo del día a día? Su protagonista realiza muchos viajes, Egipto, Jerusalén, Roma, Senegal, en compañía de su tía Marhtre.
ResponderEliminarNO HAY MEJOR VERANO,
QUE AQUEL EN EL EL CUAL
POR SUS VENTANAS, SE METEN
LOS LIBROS A TRAVES DE LA BRISA MALAGUEÑA.
Hasta pronto, Eugene.