martes, 9 de junio de 2009
STAR TREK (2009), DE J.J. ABRAMS. EL SENTIDO DE LA AVENTURA.
Nunca he sido fan de Star Trek, más bien me parecía una serie bastante cutre (en sus diferentes versiones) y una serie de películas que oscilaban entre lo simplemente correcto y lo decididamente ridículo. Cuando veía alguna película era exasperante su lentitud y los largos diálogos en el puente de mando entre los tripulantes de la nave, se supone que tomando apasionantes decisiones en situaciones límite.
Sin embargo, tenía muchas ganas de ver este nuevo comienzo auspiciado por J.J.Abrams, el creador de "Perdidos" (que todavía no he podido ver, mea culpa) y productor de "Monstruoso", que para mí es una película de culto, como he dejado patente ahí abajo. Es difícil de creer pero, siendo respetuoso con el pasado de la serie e incluso manteniendo la continuidad con una vuelta de tuerca muy original, Abrams logra modernizar el universo treekie y hacerlo realmente interesante, incluso para quien ha tenido poco contacto con los personajes. Aquí Kirk y Spock tienen un pasado y una personalidad definida, transmitiendo su carisma al espectador. No es que esta producción llegue, ni de lejos, al nivel de "La Guerra de las Galaxias", como he leído en algún sitio, pero sí que logra que las dos horas pasen en un suspiro, pues la acción no da respiro y las escenas están verdaderamente bien filmadas (especialmente la secuencia del tubo de perforación, un prodigio en cuanto a planificación y manejo de cámara para que no nos perdamos ni un solo movimiento de los contendientes).
Además de todo esto, es notorio el respeto a los fundamentos de la serie original: un mundo futuro en el que distintos pueblos de distintos planetas cooperan entre sí en una Confederación Galáctica. Las naves como el Enterprise patrullan por el espacio en misión de vigilantes de la paz (como las tropas de la ONU en nuestros días, pero con mayor efectividad), pudiéndose equiparar a los galeones que cruzaban antaño los mares explorando tierras desconocidas. Una premisa muy interesante que puede dar lugar a una buena saga, si se respetan las bases que ha colocado Abrams en esta primera entrega, que son respetuosas a la vez que rompen con todo lo anterior. Y eso que ha manifestado en más de una ocasión que siempre ha odiado Star Trek. Quizá esa haya sido la principal razón para tanta innovación y frescura.
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