martes, 19 de mayo de 2009

HACIA LA BODA (1995), DE JOHN BERGER. EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL SIDA.


(Libro comentado hoy en el Club de Lectura de Fnac, Málaga)

Lo primero que tengo que decir acerca de este libro, es lo mismo que he dicho en el taller: que no me ha gustado. Me ha resultado una lectura ligera, con poca substancia y, sobre todo, con una narración demasiado fragmentada en brevísimos episodios. Los personajes me han resultado poco interesantes, muy planos, muy bondadosos y mansos, a excepción de algún secundario, aunque sí que también tengo que decir que Berger no me parece malo como escritor y desde aquí me comprometo a seguir leyendo algún libro suyo. La trilogía del campesinado que ha comentado Isabel me ha llamado la atención y probablemente termine haciéndome con ella.

Aparece en la narración un asunto polémico: el sida y sus consecuencias. La protagonista, Ninon, lo contrae en una noche loca en la que folla con un desconocido. Sus padres y su novio son tremendamentes comprensivos y la apoyan. A Gino, el novio, no parece importarle en absoluto la enfermedad y sigue adelante con sus planes de boda, contagiando su entusiasmo a Ninon que, si no sufre discriminación en su entorno inmediato, sí que la sufre en su vida cotidiana. Y reproduzco aquí la polémica escena sobre la que hemos discutido. Un hombre acosa a la bella Ninon, pero ella se resiste. Y he aquí lo que sucede:

"¡Váyase ya!
Dame una buena razón.
Váyase, tengo sida.
La fuerza con la que me tiró al suelo me sorprendió, me dí con la cabeza en los adoquines. Creo que perdí el conocimiento, papá. Cuando volví en mí, el hombre estaba parado sobre mí. Tras él había una pareja de mediana edad (...)
¡Ayudénme!, grité, ¡ por favor!
¿Saben lo que es esto?, gritó el hombre del perro, es una puerca con sida, que quiere propagarlo, contagiar, infectar al resto, eso es lo que quiere.
La pareja empezó a decir otras palabras. La mujer se descolgó el bolso del hombro y lo levantó para golpearme con él. Su marido se lo impidió. No va con nosotros, dijo.
Lo peor no eran las palabras. Lo peor era su odio. Me odiaban. Odiaban cada parte de mí. Como cuando alguien te dice que ama todo lo que hay en tí. Nada se salvaba (...)"

Lo cierto es que me pareció una escena exagerada, una escena de odio totalmente irracional. Puede haber algún insulto, pero esas palabras, esa agresión física... Me pareció irreal en el contexto del libro, sobre todo en contraste con la actitud de las personas más cercanas a Ninon. Ni tanto ni tan calvo, cabría decir.

El resto del libro son flashes, pequeñas situaciones que tienen mucho de superfluo respecto al tema principal y que a mi entender no aportan demasiado: muchos personajes secundarios que aparecen por allí unos momentos, tienen su minuto de gloria y desaparecen, por lo que la lectura es particularmente incómoda, aunque sencilla. Yo lo he entendido así, aunque hay defensores del texto de Berger que le dan sentido unitario a toda la narración. Tendría que leerla otra vez pero no lo pienso hacer... aunque sí que le daré nuevas oportunidades a este prestigioso autor.



4 comentarios:

  1. Vaya tema! Esta escena que narras, de la chica acosada, me hizo recordar algo que pasó hace poco en la ciudad donde resido. Una joven fué acosada por tres individuos en la calle, en plena noche volviendo de bailar, y ella se plantó ante los tres y esgrimiendo algo invisible les gritó: Apuesten, quien se acuesta primero conmigo, tengo SIDA, por cual empiezo? Y se largaron sus acosadores a correr a toda carrera.Asi se salvó.

    El SIDA no deja lugar a la indiferencia.Me pregunto si la novela de Berger fué traducida.Traduttore tradittore?
    Cordiales saludos, Beatriz Basenji.

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  2. Gracias Beatriz. Me parece una actitud más lógica, dentro del comportamiento intolerante, salir corriendo ante esa situación que apalizar al pobre enfermo. Por eso me chirría un poco la escena del libro. Por cierto ¿cuál es la ciudad dónde ocurren los hechos que describes?

    Un cariñoso saludo.

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  3. Este John Berger me ha intrigado. He buscado sobre él y su obra y hay bastante en Internet.
    Sucede que él inicialmente fué artista plástico. Su forma de expresión natural son formas y colores.Leí una nota de élacerca de Van Gogh en la que hace referencia al Maestro Eckart.Un saludo,Beatriz Basenji.

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  4. Si, estuvimos hablando mucho del pasado de John Berger como crítico de arte en el club de lectura. Parece un hombre muy polifacético. Saludos, Beatriz.

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