sábado, 24 de junio de 2023

LIBRE (2021), DE LEA YPI. EL DESAFÍO DE CRECER EN EL FIN DE LA HISTORIA.

Lea Ypi nació y creció en uno de los países más aislados del mundo, la Albania del dictador Enver Hoxha y sus sucesores. Sin embargo, su infancia fue feliz, debido a que creía estar viviendo en el mejor de los mundos posibles. Como niña, creía toda la propaganda que escuchaba en el colegio y sus padres no tenían más remedio que ocultarle la realidad, tomando la escasez material de todo tipo de productos que sufría el país como algo natural. Solo la presencia esporádica de turistas extranjeros podía llamar su atención, así como las visitas a las tiendas reservadas para éstos, donde podía contemplar productos de los que jamás hubiera imaginado su existencia. Para sus padres y para sus vecinos conseguir decorar la casa con una lata de Coca Cola era un signo de distinción. La falta de libertad no impidió a Lea Ypi disfrutar de una infancia más o menos normal y eso se lo tiene que agradecer a sus padres que consiguieron, frente a viento y marea ocultar a su hija el pasado político de una familia que no se consideraba afín al Régimen.

Albania fue uno de los países que experimentó una transición más conflictiva del socialismo al liberalismo y la democracia. Aunque se intentó establecer un régimen parlamentario al estilo occidental, la anarquía pronto se apoderó del país, impulsada por el fraude - que afectó a medio país - de los fondos de inversión que prometían beneficios enormes e inmediatos. Albania entró casi de inmediato en un túnel oscuro de violencia en el que unas cuantas bandas pseudomafiosas se disputaban el control territorial del país, mientras miles de personas arriesgaban su vida huyendo a Italia, algo que consiguió la madre de la autora, para disgusto de su padre. La historia de Lea Ypi tiene final feliz, pues pudo desarrollar su carrera docente en Italia y en Londres.

Libre es un libro valioso porque es el testimonio lúcido de una persona que ha conocido la existencia en dos mundos totalmente distintos y contrapuestos, una experiencia que puede convertirse en un ejemplo para que el mundo no vuelva a cometer ciertos errores. En sus últimas páginas habla de compañeros universitarios, ya en Occidente, que seguían creyendo en la construcción del socialismo y que consideraban lo que había sucedido detrás del Telón de acero simplemente una experiencia desafortunada que podía enmendarse si se dejaban las riendas a hombres más capaces. Lo cierto es que solo cuando se ha vivido bajo un Estado opresor se conoce el verdadero significado de la palabra libertad. Una libertad que tampoco se ofrece en el mismo grado a todos los ciudadanos de nuetros países democráticos:

"No solo se nos priva de libertad cuando otros nos dicen qué tenemos que decir, dónde tenemos que ir o cómo debemos comportarnos. Una sociedad que presume de permitir a sus ciudadanos desarrollar su potencial humano, pero que no cambia las estructuras que impiden que todos progresen, es igual de opresora. Y sin embargo, pese a todas las restricciones, los seres humanos nunca perdemos nuestra libertad interior: la libertad de hacer lo correcto."

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