Durante muchos años fui devoto del cómic de superhéroes. Se ha dicho repetidas veces que la historieta es la puerta de entrada para mucha gente al mundo de los libros, pero estos cómics aportaban también otra clase de valores: al principio muchos se consagraban simplemente a glosar la lucha del bien contra el mal, ambos plenamente reconocibles, pero con el paso del tiempo les llegó la mayoría de edad (no siempre) y los argumentos se hicieron un poco más adultos: el héroe quizá salvaba repetidamente a la ciudad de su destrucción, pero en el camino se dejaba algo tan importante como sus relaciones familiares o su vida conyugal. Además muchos de ellos se planteaban si su mera existencia no era un polo de atracción para sus opuestos, los supervillanos, que a veces distaban de los buenos meramente en su concepción del mundo (como sucede en la política). Recuerdo con mucho cariño diversas etapas de estas historias, realmente malas y repetitivas en muchas ocasiones, pero que a veces acertaban con historias que aún hoy puedo releer con sumo placer: los Cuatro Fantásticos de Lee y Kirby, el Thor de Simonson, los X-Men de Claremont y Byrne, el Batman de Miller, el Spiderman de Romita... No sé exactamente como van ahora las cosas en el mundo de los superhéroes, pero me imagino que habrán envejecido mal en las anticuadas páginas de los cómics books y sus responsables lo apuestan todo en la actualidad a sus espectaculares versiones cinematográficas.
Después del éxito conseguido con "El sexto sentido", a Shyamalan se le presentaba el reto de demostrar que la calidad de su primera película no había sido una casualidad y que podía construirse una carrera sólida como director. "El protegido" es un auténtico homenaje a la mitología contemporánea que representan los cómics-books. Un Bruce Willis muy contenido interpreta a un personaje afectado de tristeza patológica, el único superviviente de un accidente ferroviario con decenas de muertos, del que ha salido intacto. Samuel L. Jackson es la otra cara de la moneda: un hombre con los huesos tan débiles que son casi de cristal y que ha dedicado su vida a estudiar los cómics de superhéroes, estando convencido de que el superviviente es un hombre muy especial, alguien a quien lleva buscando toda su vida...
"El protegido" es puro Shyamalan: narración pausada y contenida, diálogos que van más allá de las palabras, reflexiones acerca del lugar de los personajes en el mundo, mucho suspense y, por supuesto, sorpresa final. Quizá sea esta la historia de superhéroes menos espectacular posible, pero eso posibilita un toque de realismo y humanidad que no es posible en el cine de efectos especiales. Y a destacar el personaje de Samuel L. Jackson. Su actuación puede tener fisuras, pero es fundamental para que la historia sea redonda.
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