miércoles, 23 de marzo de 2011
SAW (2004), DE JAMES WAN. JUEGOS MACABROS.
El otro día me puse a visionar con especial curiosidad la primera parte de esta saga que creo que alcanza ya las siete películas. Aunque no estaba seguro, algunas de sus imágenes me recordaron que la había visto ya anteriormente, aunque no debió impresionarme demasiado, pues los recuerdos eran fragmentarios.
En todo caso, no me ha parecido una mala película. Al menos, cuando el director posa su cámara sobre la angustiante situación a la que están sometidos sus dos protagonistas, atados con cadenas en un asqueroso cuarto de baño, debiendo ser partícipes de un juego macabro. Cuando el film se centra en la investigación policial, pierde muchos enteros. Sí que resultan inquietantes (por la crueldad con la que están ideadas) los flashbacks que nos muestran las pruebas a las que el asesino Puzzle sometió a otras víctimas en el pasado. Pero ¿realmente esta idea ha dado para su continuación en tantas partes? Creo recordar que incluso una de ellas fue declarada algo así como pornográfica y fue prohibida su exhibición. No me extrañaría que la distribuidora hubiera pagado a la administración para que tal cosa sucediera. Es una publicidad inmejorable.
Por mi parte, en cuestión de pasar miedo, sigo prefiriendo las películas de cine mudo, que juegan mucho mejor con nuestro subconsciente, como si los sueños de la noche anterior aparecieran sorpresivamente en pantalla.
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