miércoles, 3 de febrero de 2010

LAS HURDES, TIERRA SIN PAN (1933), DE LUIS BUÑUEL. VIAJE A LA ESPAÑA MÁS PROFUNDA.


Recién comenzada la República, Buñuel pudo rodar este magnífico documental acerca de las duras condiciones de vida en la apartada región de Las Hurdes (Extremadura). Fue un amigo anarquista, Ramón Acín, quien financió el proyecto. Había prometido a Buñuel que si le tocaba la lotería le pagaría los gastos de financiación de una película. Pues resultó que ganó cien mil pesetas de la época y le dio a su amigo veinte mil.

El panorama que va a encontrar el director en Las Hurdes va a ser de pesadilla: los pueblos sufren un atraso medieval, apenas hay comida y las enfermedades campan a sus anchas. Las imágenes, ya deterioradas por el paso de los años, en blanco y negro acentuan aún más el horror de lo que estamos viendo: mujeres treintañeras que parecen viejas, niños que miran a la cámara con ojos de resignación y hordas de hombres afectados de cretinismo, enfermedad muy común en la región debido a la extensión de las relaciones sexuales entre miembros de una misma familia. La asistencia de los niños a la escuela parece muy poco en medio de tanta miseria, pero pone un rayo de esperanza para el futuro que en cualquier caso no va a ser generoso con Las Hurdes, como se sabrá más tarde.

Se le ha reprochado a Buñuel la manipulación de algunas imágenes, como la de la cabra que supuestamente cae por un barranco por accidente, cuando claramente se ve en la imagen el disparo que la abate, pero la idea del director era mostrar, denunciar y herir las sensibilidades y a tal fín sometió su trabajo. En cualquier caso los treinta minutos de documental contienen la cruda realidad de Las Hurdes y Buñuel consiguió que la sociedad de su tiempo pusiera la mirada en tan castigadas tierras, aunque la República poco pudo hacer para ayudar a las clases más desfavorecidas, a pesar de sus buenas intenciones.

En cualquier caso, a los ojos del espectador de hoy, "Las Hurdes, tierra sin pan" sigue constituyendo un formidable documento en el que Buñuel no ha de recurrir al surrealismo para conseguir imágenes de pesadilla. Esos hombres prácticamente animalizados son mucho más inquietantes que cualquier cuadro de su amigo Dalí.

4 comentarios:

  1. Mucho tiempo pasó antes de que las gentes de las Hurdes pudieran llevar una vida mínimamente digna. En 1976 pasé las Navidades viajando a pie por esta región. Tengo muy frescos los recuerdos de aquellos días: la pobreza extrema, la falta de una mínima infraestructura, el caciquismo, la enfermedad y los resultados de la endogamia en los caseríos más cercanos a la sierra donde nos recibieron a pedrada limpia, la falta de medios sanitarios, etc., pero también la belleza de la sierra de Gata que atravesamos para llegar a El Gasco desde Aldehuela, la cena de Nochebuena en casa del alcalde de Castillo, unas patatas guisadas que nos supieron a gloria por la franqueza y la naturalidad del ambiente, y la sencillez de gran parte de sus habitantes incluida una anciana que nos invitó a bollos porque "ya podíamos comerlos en libertad".

    Disculpas por un comentario tan personal y por su extensión, pero aquellas Navidades me vinieron a la mente nada más leer tu post.

    Un abrazo
    Victoria

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  2. Estás disculpada, me encantan este tipo de comentarios. ¿Hay algún lugar donde no hayas estado?

    Abrazos.

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  3. Mira este tio es un hijo de puta y mas vale ke no mienta tanto ya ke en mi tierra algunas cosas eran berdad pero la malloria de las cosas de lñas invento y las ke no se invento las engordo y comuclo d tam manera ke noveas.
    HIJO DE PUTA VERGÜENZA TE TENIA QUEDAR MENTIROSO

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  4. A noche de luna: por tu comentario no debes conocer mucho esta comarca, y además dudo el que hayas estado por estas tierras.
    La sierra de Gata no está en Las Hurdes, está junto a ellas, es otra comarca. Con lo cual dudo que cruzara de Aldehuela a El Gasco por la Sierra de Gata.

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