sábado, 18 de enero de 2025

LA LÍNEA DE SOMBRA (1917), DE JOSEPH CONRAD. RITO DE PASO

El material principal de la obra literaria de Joseph Conrad son sus experiencias vitales de juventud y primera madurez. Podemos decir que, quitando su infancia, la primera mitad de su existencia estuvo consagrada al mar y la otra mitad a su carrera literaria en la que cosechó abundante material de sus ricas experiencias. La línea de sombra simboliza el paso de la juventud a la madurez a través de un viaje terrible en barco, precisamente cuando el autor-personaje consiguió su primer destino como capitán. Aunque el comienzo de la novela es un tanto extraño, narrando el fortuito proceso por el que el protagonista abandona el barco en el que estaba empleado y encuentra por casualidad un empleo de capitán que debe ser cubierto de manera urgente, el entusiasmo de este primer destino tan prestigioso será pronto sustituido por la dura realidad de unas circunstancias adversas:

"Sí, caminamos, y el tiempo también camina, hasta que, de pronto, vemos ante nosotros una lína de sombra advirtiéndonos que también habrá que dejar tras de nosotros la región de nuestra primera juventud."

Porque las condiciones del mar se presentan poco adecuadas para el avance de la nave hacia su destino y además se desata una terrible epidemia entre la tripulación, descubriendo el protagonista que las reservas de quinina fueron diezmadas por el anterior capitán. Precisamente este anterior capitán será un presencia invisible y casi sobrenatural durante todo el viaje, habiendo algún miembro de la tripulación que considera el barco maldito por las indignidades cometidas por su anterior líder. La narracion se vuelve opresiva y el carácter del protagonista cada vez más sombrío. Puede que su primera resposabilidad como capitán de una nave sea la última, aunque sea porque las circunstancias parecen haber conspirado en contra de su viaje.

Es el sentido de culpabilidad que siente el protagonista lo que paraliza su capacidad de actuar, conduciéndole a un terrible estado de aislamiento y parálisis, de sentimiento de fracaso absoluto. En un determinado momento teme que la tripulación, horriblemente debilitada por la enfermedad, acabe rebelándose y tomando el control de la nave, pero si algo puede sacar de positivo de esta experiencia es precisamente la nobleza de sus hombres, fieles en la más absoluta adversidad:

"Las palabras que cambiábamos eran escasas y pueriles, si se tiene en cuenta la situación. Yo tenía que hacer un esfuerzo para mirarlos cara a cara. Esperaba siempre encontrar miradas cargadas de reproches. Pero no era así. La expresión de sufrimiento de sus ojos era, en verdad, bastante difícil de resistir. Pues ellos no podían hacer nada para evitarlo. Por lo demás, me pregunto si era el temple de sus almas o la cordialidad de su imaginación lo que les hacía tan admirables, dignos de mi eterno respeto."

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