domingo, 7 de julio de 2024

MILLION DOLAR BABY (2004), DE CLINT EASTWOOD.

Con un estilo clásico marca de la casa, Eastwood entrega lo que parece en principio una historia de boxeo emparentada con Rocky, sobre una muchacha que sale de la nada y triunfa en el cuadrilátero. Pero, transcurrida más de la mitad de la cinta, Million Dolar Baby tiene reservado un giro inesperado, que convierte a la película en otra cosa, en una dura historia de redención y de decisiones imposibles. Porque, por motivos que desconocemos, el protagonista ha consumado una ruptura dolorosa con su propia hija, con la que trata de contactar, mientras establece una relación paterno-filial con su nueva pupila, una Maggie que, saliendo de la más extrema pobreza, demuestra poseer una sed infinita de triunfo que se verá truncada por el más desafortunado accidente. A partir de ahí, la religión, que ha ido asomando su influencia en el protagonista, se transformará en un factor capital a la hora de tomar la decisión de eliminar una vida que no quiere permanecer sufriendo en este mundo. Una historia oscura y magistral que nos habla de la condición humana y que bajo su aparente sencillez oculta muchas capas morales que el espectador debe ir desentrañando. 

P: 9

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