sábado, 5 de marzo de 2022

DETOUR (1945), DE EDGAR G. ULMER.

Obra ejemplar de género negro, Detour es una magistral aproximación a la fatalidad del destino. Porque después de todo el único pecado de Al Roberts es ser pobre y tener la mala suerte de ser recogido en autostop por alguien que está a punto de fallecer por muerte natural. Resulta curioso que el pesimismo del protagonista se manifieste en todo su esplendor durante el breve metraje de esta película realizada con pocos medios, pero cuyo guion luce estupendamente en pantalla. Olvidada durante mucho tiempo, hoy sigue siendo una gran desconocida. Detour contiene todos los ingredientes para convertirse en un gran clásico de cine negro: la mujer fatal, los escenarios nocturnos y desolados, las malas decisiones que acaban pasando factura. Además cuenta con una de las escenas más perturbadoras de la historia del cine, esa muerte accidental en una sórdida habitación de hotel que remata la racha de mala suerte de Roberts. Así pues, un personaje al que conocemos cuando ya todo se ha consumado recuerda para el espectador la pequeña historia de su desgracia, echando de menos esos días en los que era un tipo amargado, pero al menos contaba con una porción de esperanza para mejorar su situación, lo que significaría ganar un poco más de esos papeles repletos de gérmenes que todos llaman dinero.

P: 9

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