Es curioso que la palabra feria sirva para designar dos eventos que para mí son absolutamente contrapuestos. La feria del libro es una de las fiestas supremas de la cultura, la de agosto es... otra cosa. Desde hace un par de años la feria del libro ha cambiado su ubicación. Los puestos reciben directamente la brisa del mar en esta calurosa primavera que estamos viviendo. La ubicación es ideal para dar un tranquilo paseo observando las novedades literarias o asistiendo a la presentación de una novela de algún autor de nuestra tierra. Además, al fondo del Palmeral de las Sorpresas espera otro lugar mágico: el flamante museo Pompidou, que aún no he tenido el placer de visitar, pero espero hacerlo en breve.
Bien es cierto que, si tuviera que poner un pero a tanta perfección sería el observar que cada año hay menos casetas y que los libros se repiten en prácticamente todas. El ensayo, que es el género que más me gusta comprar en las librerías, brilla por su ausencia, salvo honrosas excepciones. Es decir, la feria está bien para el paseante que no suele visitar librerías, pero para los lectores empedernidos no es más que una reiteración de lo ya sabido, aunque hay ciertas reiteraciones que se experimentan de manera muy agradable.
Paso a resumir los interesantes clubes de lectura de este mes:
En el club de lectura de Más Libros Libres, uno de los grandes clásicos de la literatura, que fue objeto de una muy personal adaptación cinematográfica por parte de Francis Ford Coppola: El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad.
En el club de ensayo de Más Libros Libres, rendimos homenaje al recientemente fallecido Eduardo Galeano, con el que quizá sea su ensayo más emblemático: Las venas abiertas de América Latina. Se prevé una sesión agitada y polémica, como corresponde a los grandes debates.
En el club de lectura de la Biblioteca Provincial de Málaga, una novela que tengo ganas de leer desde hace mucho tiempo, así como ver su versión cinematográfica: El beso de la mujer araña, de Manuel Puig.
En el club de lectura de la Biblioteca Cristóbal Cuevas, una novela corta de una francesa de gran aceptación en nuestro país: La sal de la vida, de Anna Gavalda.
En el club de lectura del Ateneo de Málaga, todo un clásico de una de las grandes damas de nuestras letras: Los niños tontos, de Ana María Matute.
En el club de lectura de Casa del Libro, una novela sobre choques culturales del hindú-americano Akhil Sharma: Vida de familia.
En el club de lectura de la librería Luces, una novela corta del escritor más emblemático de las letras portuguesas: El banquero anarquista, de Fernando Pessoa.
En los clubes de lectura del Centro Andaluz de las Letras, un interesantisimo cómic Thoreau, la vida sublime, de Maximilien Le Roy, acerca del filósofo americano y la novela Un cuarto de suerte, de Antonio Moreno Nofuentes.
Y no hay que olvidar el ciclo Literatura y cine, con una de las obras maestras del cine español Surcos, de José Antonio Nieves Conde y el ensayo La captación de las masas. Política social y propaganda en el régimen franquista, de Carme Molinero.
Lo dicho: feliz Feria del Libro, felices lecturas y feliz primavera.
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