He aquí uno de esos ejemplos, que proliferan más de lo que comúmente se piensa, de una obra cinematográfica que supera ampliamente al original literario. He leído la novela de Robert James Waller con curiosidad, pero me ha parecido francamente muy por debajo de la obra maestra de Clint Eastwood, que es doblemente meritoria por haberse basado en un material tan convencional. Por una vez en la sesión de cine nos alejamos de asesinatos, guerras, dictadores o tragedias sociales para acercarnos a una tragedia de carácter íntimo: la de dos seres anónimos que han de conformarse con vivir su amor, tan intenso como inesperado, durante solo cuatro días y vivir el resto de su existencia del recuerdo de esas jornadas intensas. Aquí el artículo:
http://asociacioncristobalcuevas.blogspot.com.es/2013/05/los-puentes-de-madison.html
Una historia de amor que nos dejó a todos/as un buen sabor de boca, nos alejamos de las guerras, tragedias,para adentrarnos en un conflicto del alma; el amor llama a la puerta .Sin esperarlo surgió,aunque solo duró cuatro días.
ResponderEliminarPero las guerras amenazan con volver... Al menos las guerras psicológicas. De eso van algunas de las próximas películas.
ResponderEliminarSaludos.