domingo, 17 de enero de 2010
TEATRO: EL PEZ GORDO, DE ROGER RUEFF. MUERTE DE UNOS VIAJANTES.
Vivimos en una sociedad capitalista. Salvo en el caso de los funcionarios, buena parte del resto de los trabajadores deben dedicar sus horas laborales a predicar las bondades de su empresa en contraposición de las de la competencia. Esa es la esencia del sistema: vender es mucho más importante que producir.
En la suite de un hotel encontramos a tres personajes que, en medio de una convención, preparan un pequeño ágape en espera de algunos invitados. Su objetivo principal es engatusar al presidente de una importante compañía para captarlo como cliente, a fín de salvar a su propia empresa.
Phil está ya casi en los sesenta, divorciado y de vuelta de todo. Es la amarga voz de la experiencia. Larry, de mediana edad, es un agresivo comercial que se encuentra en el punto culminante de su carrera. Bob es un recién licenciado cándido y extremadamente religioso. Los dos primeros se conocen desde hace años y se las saben todas. Bob se encuentra ante su primera experiencia de este tipo.
Durante hora y media, y sin cambiar de escenario, al espectador no se le va a dar respiro. La obra de Roger Rueff reflexiona acerca del mundo del trabajo, como afecta a ciertas personas envolviendo su vida en una constante persecución de objetivos. Si bien para Phil y Larry dichos objetivos son lo prioritario en su existencia y a ello deben subordinarse todos los demás aspectos de la vida, por lo que viven en constante tensión y ansiedad, para Bob las cosas son distintas. Él pone sus creencias religiosas por encima de todo y no se resigna a mantener una máscara durante el tiempo de trabajo.
Paradójicamente, y por mera casualidad, es Bob quien logra contactar con el "pez gordo", pero su sentido humanista de la religión y su nulo olfato comercial pueden dar al traste con la operación de manera estrepitosa.
La obra nos habla de las extrañas casualidades que llevan a la consecución o no de un negocio y sobre si es bueno o no ser fiel a la empresa aún por encima de la propia moral. En el fondo nos está retratando una absurda caza de un hombre endiosado, de cuyas improbables palabras va a depender la vida o la muerte (en sentido figurado) de las personas que forman una compañía. Esto es el capitalismo: la dependencia de muchos del capricho de unos pocos. De los que están arriba.
Al final el personaje que rebosa más humanidad es el de Phil, que a su edad ha comprendido que una cosa son los objetivos que buscamos y que pedimos a la vida y otra lo que la vida nos va dando.
Extraordinario reparto, con mención especial a Toni Cantó, que compone un excelente retrato del vendedor puro, aquel que pone en el punto de mira al cliente como trofeo potencial.
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Qué curioso, Roger Rueff ni siquiera tiene entrada en la wikipedia. Sólo he encontrado esto referido a la película basada en la obra de teatro que Miguel Ángel comenta
ResponderEliminarhttp://en.wikipedia.org/wiki/The_Big_Kahuna_(film)
El nombre de la obra de teatro original es "Hospitality Suite", que supongo que quiere decir lo que dice. La peli se hizo hace diez años y yo recordaba vagamente haberla visto.
Miguel Ángel hace una referencia al "viajante" de Arthur Miller, pero yo me acuerdo también de los patéticos vendedores de http://es.wikipedia.org/wiki/Glengarry_Glen_Ross
Sospecho que muchos escritores (¿de teatro sobre todo?) se han tenido que ganar la vida en alguna ocasión como vendedores y por eso abordan el tema.
Buenas piezas teatrales todas ellas, por cierto. ¿Hay algo más dramático en nuestra vida cotidiana que el papel del vendedor?
http://es.wikipedia.org/wiki/Kahuna
Y esto es sobre la palabra "Kahuna", que se ha equiparado aquí como "pez gordo", supongo que no muy incorrectamente.
La profesión de comercial es bastante dramática, sí, aunque tiene inesperadas recompensas de vez en cuando. Es uno de los trabajos en los que se necesita más tener suerte.
ResponderEliminarMiguel, siempre aprendo algo cuando leo tus artículos, siempre me hacen reflexionar, plantearme preguntas.
ResponderEliminarMe ha dado que pensar la frase: "que a su edad ha comprendido que una cosa son los objetivos que buscamos y que pedimos a la vida y otra lo que la vida nos va dando"
Si es de tu cosecha es muy buena, para enmarcar.
Abrazos
L;)
Me haces sonrojar, Loli. Me alegro mucho de que mis frases te hagan reflexionar.
ResponderEliminarUn abrazo.