miércoles, 29 de julio de 2009
¿MERECEN LOS ETARRAS LA PUBLICIDAD QUE SE LES DA?
Siempre que se produce un nuevo atentado etarra, la misma canción. Los políticos condenan, los ciudadanos expresan su indignación, los periódicos salen con titulares gigantescos. ¿Sirve esto para algo? Desde luego que sí. Para que los asesinos se froten las manos sabiendo lo rentable que les va a ser la publicidad generada entre sus incondicionales. Y es que vivimos en la sociedad de la indignación, que paradojicamente acaba engrandeciendo a meros asesinos que acaban pensando que su actividad tiene gran importancia.
No todas las muertes son iguales, sino que los medios eligen las relevantes y descartan las que a priori no van a impactar al público. La muerte de la niña marroquí es muy morbosa, porque afecta a una familia ya tocada por la desgracia. Una vulgar muerte por accidente de tráfico, como las decenas que se producen cada día, quizá por imprudencias asesinas de algunos, es una mera estadística. Los etarras se aprovechan de esta manera de ver las cosas y se apuntan al carro. En este sentido, están más que integrados en nuestra sociedad. Cuanto más espectacular sea un atentado, tanta más audiencia va a tener, que es en definitiva lo que se busca.
Lo que voy a decir seguramente suene escandaloso y sé que es absolutamente imposible de llevar a cabo. Pero ¿no sería mejor tratar los atentados de otra manera? No me refiero en absoluto a instaurar la opacidad informativa, pero sí tratarlos como tercera o cuarta noticias del telediario. Los etarras seguramente quedarían más desconcertados que ante una de las habituales operaciones de descabezamiento de la cúpula.
Voy a recordar uno de los más olvidados episodios de la Segunda Guerra Mundial. Ante los continuos bombardeos a sus ciudades y frustrados ante la imposibilidad de hacer lo propio en las ciudades estadounidenses, los japoneses idearon un ingenioso sistema de bombas guiadas por globos aeroestáticos que consiguieron provocar algunas víctimas mortales amén de quemar algún bosque californiano. Los medios estadounidenses no dijeron ni palabra, a sugerencia del gobierno. Desconcertados ante el silencio de la prensa a su ofensiva aérea, los nipones la abandonaron, al creer que estaba siendo totalmente fallida.
Desde luego, esta actitud de la prensa es impensable en nuestros días, porque no estamos en ninguna guerra (aunque los de ETA digan que sí) y con nuestros medios de comunicación modernos todo acaba sabiéndose (aparte de que, obviamente, debemos estar en contra de toda forma de censura), pero sí que sería bonito que se dejara a estos héroes "libertadores" a media voz. A lo mejor toda la fuerza se les iba por la boca.
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Es muy interesante lo que dices, pero también es muy discutible. Y no lo digo por mí, sino porque todo el mundo se quejaría, hablaría de censura, da igual lo masticado que se lo explicásemos. Y por otra cosa aún peor, a la gente, aunque suene fatal, le encanta ver largos tiempos y reportajes dedicados a matanzas o atentados de cualquier tipo, o al menos esa es la impresión que me da.
ResponderEliminarAunque pienso que tienes razón en cuanto al fondo de lo que dices, no te lo niego. Pero te pongo un ejemplo, si mañana TVE no abre con un atentado, y sale de tercera noticia, la gente diría que eso quiere decir que el Gobierno apoya a ETA, y lo mismo si lo hicieran algunas otras cadenas. Vamos, que es un tema muy complicado, aunque lo que dices me parece válido y razonable.
Estoy de acuerdo con los dos. Esta forma selectiva de información está muy arraigada y con ello sólo se consigue dar a vulgares asesinos una relevancia que no merecen.
ResponderEliminarPero, como bien decís, hoy por hoy esto es imposible. El sentimiento popular de desamparo a las victimas que esto crearía, por no hablar de los comentarios de censura y el arma que la oposición de turno no dudaría en utilizar para su beneficio.
También llama mucho la atención el despliegue infomativo ante el seguimiento posterior a los etarras en un atentado, dando en muchos casos una información que puede ser valiosa para ellos y perjudicar el resultado de la operación.
Un saludo.
Muchísimas gracias a los dos por tan interesantes comentarios. Está claro que los etarras lo que buscan al atentar es publicidad para su causa. Por desgracia, no tenemos más remedio que dársela, para que no haya escándalos, como bien decís. ETA nunca pasa de moda. Es cruel pensar que la única manera de que quedaran en un segundo plano es que les saliera competencia, como Al Queda. Un atentado como el 11-M deja en una mera anécdota una intentona de ETA. Así es nuestro mundo.
ResponderEliminarSegun me han contado esto de la ETA se genera en cierta Universidad del País Vasco y sus mentores son un grupúsculo de profesores.
ResponderEliminarPor otro lado,donde yo resido hay muchísimas familias vascas,y me dicen que, de tanto casarse entre vascos, las ultimas generaciones estan teniendo algunos problemas genéticos.Tienen niños sordomudos, autistas,down,hiperkinéticos, etc. Para estos militantes,los atentados que practican es una forma de vivir extorsionando al prójimo.No son mas que una banda de delincuentes amparados en el ámbito político.
Lo malo es que cualquier banda de delincuentes no acapara los titulares a la más mínima acción. Sí que es cierto que han hecho del terrorismo una forma de vida y que si abandonan las armas difícilmente se integrarán en la sociedad. Como en cualquier secta que lava los cerebros, esta gente es manipulada y son convencidos de que viven oprimidos. Muy triste.
ResponderEliminarPienso como tú. No se trata de opacidad informativa, sino de tratar muy bien a víctimas y entorno (familia, etc), pero dar poca trascendencia a estos asesinos y demostrarles que ellos no nos marcan el paso al resto de la sociedad.
ResponderEliminarGracias a este último visitante, por su apoyo.
ResponderEliminarUn saludo.
Pienso como tú, Miguel. Desde hace tiempo además. Sería necesario una especie de pacto tácito, claro, no se puede censurar oficialmente. Pero vaya, otros temas bien que se han silenciado en los medios cuando ha convenido por "razones de Estado"...
ResponderEliminarSé que lo que planteo es utópico, casi tanto como si pidiera que las revistas del corazón dejaran de existir, pero es que son años de las mismas historias, las mismas palabras de condena, las mismas peticiones de endurecimiento de penas... y todo sigue igual. Habría que adoptar medidas que desconcertaran a estos criminales, que solo buscan publicidad y regodearse con las imágenes de dolor de los familiares de las víctimas. Supongo que es así como se sienten realizados.
ResponderEliminarLos que tengan los canales televisivos adecuados en su casa, pueden probar a ver la tele vasca ETB internacional. A eso de las 1600 y pico, en la sobremesa, suelen poner un programa de tertulianos llamado "Pásalo" (en castellano, claro) donde uno puede asistir a las variopintas opiniones de muchos opinadores vascos. De fijo que será revelador poner atención a las especiales opiniones y puntos de vista de muchos ciudadanos presuntamente nacionalistas. Algo así como el mundo al revés. Un hallazgo antropológico, lo recomiendo
ResponderEliminarHabrá que verlo alguna vez, amigo Francisco, aunque sea por You Tube.
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