Me conozco bien, y para mí es algo realmente insólito ponerme a leer la primera página de un libro en la misma librería y desear continuar a toda costa, porque estimo que el resto del volumen me va a transmitir algo importante. Para mí fue irresistible que Auster comenzara así sus notas autobiográficas:
"Cuando llegué a la treintena, pasé por unos años en los cuales todo lo que tocaba se convertía en fracaso. Mi matrimonio terminó en divorcio, mi trabajo de escritor se hundía y estaba abrumado por problemas de dinero. No me refiero simplemente a una escasez ocasional ni a tener que apretarme el cinturón de cuando en cuando, sino a una falta de dinero continua, opresiva, casi agobiante, que me envenenaba el alma y me mantenía en un inacabable estado de pánico".
Lo que sigue es el itinerario vocacional del joven Auster como escritor. Evidentemente, no va a tenerlo nada fácil y los problemas de dinero, tal y como se anticipa en el párrafo de apertura, van a estar muy presentes en esta etapa de su vida.
Auster no pretende moralizar, ni presentarnos un elogio al propio esfuerzo como catalizador de nuestras ambiciones. En realidad, el camino que sigue es muy tortuoso y a punto está de llevarle al desastre en más de una ocasión. Algunos de los trabajos que va tomando, como el de miembro de la tripulación de un petrolero, nada tienen que ver con su vocación (o quizá sí, porque para un escritor cualquier experiencia es válida como futura inspiradora de historias) y otros le permiten conocer a personas que pueden echarle una mano en la "jungla cultural" que debe atravesar para llegar a su destino soñado. No basta el talento si no se conoce a las personas adecuadas.
Pero mientras se busca el éxito hay que sobrevivir y es ahí donde el autor mete el dedo en la llaga. Educado en una relación contradictoria con el dinero ya que, si bien su padre era ahorrador en extremo, la prodigalidad de su madre lo compensaba, una serie de rachas de mala suerte le llevan a estar permanentemente al filo de la navaja y a no lograr asentarse en ninguna actividad de las que realiza. A partir de un determinado momento, la resolución de Auster es sobrevivir a base de trabajos como freelance: traducciones, críticas para revistas...,que evidentemente están mal pagadas y le hacen vivir en un estado de permanente angustia por su falta de dinero, sin seguir carrera profesional alguna que le desviara de su meta.
Después de tocar todas las teclas posibles y de cometer todos los errores, el relato termina abruptamente anunciándonos la publicación de su primera novela a los treinta y tantos. Un final que deja al lector con ganas de saber más. Quizá algún día a esta "crónica de un fracaso precoz" le siga la "crónica de un éxito maduro". En todo caso se agradece la lectura de un libro tan sincero y tan humano. Uno de los más prestigiosos escritores actuales de Estados Unidos, éxito de ventas en todo el mundo, se narra a sí mismo con toda humidad y sinceridad. Muchos aspirantes a escritor pueden sentirse inspirados y reconfortados por sus palabras.
Estimado Miguel Angel no solo es una experiencia de vida que debiera motivar a escritores (aspirantes a escritores de éxito) sino a todos los que, desde otras facetas de la cultura, intentamos que nuestros trabajos se conozcan. Leer tu análisis del libro ya motiva, no sólo a descubrir a Paul Aster sino a albergar esperanzas de llegar a la meta fijada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tienes el libro a tu disposición para cuando quieras leerlo. Ya ves que los grandes genios como Auster también las pasaron canutas antes de triunfar. Lo mismo se puede aplicar a pintores y otros artistas.
ResponderEliminarOtro abrazo para tí.
Miguel, me ha pasado como a tí con el libro de Auster, pero con tu artículo. Espero poder leer ese libro pronto. Oye, toma nota. Tú escribes muy bien.
ResponderEliminarUn abrazo
Tomaremos nota, Loli. Quizá algún día salga a a luz la saga de novelas que tengo en mente, jejeje...
ResponderEliminarSaludos.