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El hogar de las palabras.
LITERATURA, ESCRITURA, CINE, CLUBES DE LECTURA
lunes, 8 de diciembre de 2025
METRONOM (2022), DE ALEXANDRU BELC.
LOS HERMANOS MARX EN EL OESTE (1940), DE EDWARD BUZZELL.
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sábado, 6 de diciembre de 2025
ESTO NO EXISTE (2025), DE JUAN SOTO IVARS. LAS DENUNCIAS FALSAS EN VIOLENCIA DE GÉNERO.
Estas voces disidentes fueron pronto silenciadas. El Tribunal Constitucional declaró su constitucionalidad y, a partir de entonces, cualquier crítica a la ley empezará a ser tildada de peligrosa para los derechos de las mujeres y de negacionista acerca de la existencia de la violencia de género. Juan Soto Ivars cuenta que, antes de emprender el proyecto de escritura de este libro, no fueron pocas las voces amigas que le advirtieron de que se iba a meter en problemas al publicar un ensayo de esta naturaleza, que cuestiona de manera muy argumentada el discurso oficial. Lo cierto es que las denuncias falsas sí que existen y no son un número irrisorio de las mismas, tal y como mantiene año tras año la Fiscalía General del Estado en las estadísticas que publica. Esto se debe es que la Fiscalía no investiga de oficio las denuncias con evidencias de falsedad, sino que absuelve al acusado y archiva los procedimientos. Entonces, la pregunta que habría que hacerse no es cuántas denuncias son falsas, sino cuántas son verdaderas. Examinando con atención esas estadísticas, muchos se llevarán una sorpresa, ya que la narrativa oficial machaca continuamente con el relato de que no existen mujeres que denuncien por intereses propios. Por ejemplo, para obtener ventajas inmediatas en un proceso de divorcio conflictivo.
Lo único que sucede es que en un país tan políticamente polarizado como el nuestro es extremadamente difícil establecer un debate sereno y con argumentos acerca de los beneficios y los daños que han producido veinte años de aplicación de esta ley. Cualquiera que critique públicamente una sola coma de la misma será tachado de negacionista, ultraderechista y de poner en peligro la vida de las mujeres. El autor ha podido comprobar las pasiones que suscita este debate con los intentos de boicot que ha sufrido su presentación en Sevilla. Lejos de querer debatir, los defensores de que las cosas permanezcan igual insultan a cualquiera que ponga en cuestión sus postulados, aunque la violencia de género siga contando con unas cifras similares año tras año y cada vez sean mayores las cifras de hombres acusados en falso que son obligados a pasar una o más noches en el calabozo. El autor, que en ningún momento niega la existencia del fenómeno de la violencia de género, sostiene que la situación actual perjudica igualmente a las auténticas víctimas, que en muchas ocasiones no pueden acceder a los recursos que necesitan urgentemente por saturación de denuncias. Las otras perjudicadas son las parejas actuales o las madres de los hombres denunciados, que ven como empieza a pesar sobre ellos el estigma de ser maltratadores. No sería extraño que las abultadas cifras de suicidio masculino en España tengan que ver con ello, pero no existen estudios fiables que puedan certificar esta relación.
Los argumentos que expone Esto no existe se basan en numerosos testimonios bien acreditados y en el estudio de casos famosos como el de Juana Rivas. En su delirio y en su afán de rizar cada vez más el rizo, la izquierda comete excesos como considerar en algunas declaraciones que todos los hombres son potenciales violadores o promover el término violencia vicaria, por el cual, en una relación de pareja, la única parte capaz de hacer daño a los menores para hacer sufrir a la otra es el hombre. Evidentemente, el libro de Soto Ivars no es ciencia, se trata meramente de una concienzuda investigación periodística que saca una serie de conclusiones acerca de las cuales sería urgente debatir. Lo más curioso de todo esto es que, en la vorágine actual de noticias que se devoran unas a otras, estamos descubriendo que los máximos defensores de esta ley, quienes se proclaman máximos protectores de los derechos de las mujeres, tratan de dilatar, cuando no de ocultar, los casos de acoso cuando ocurren en su propia casa, tal y como sucedió con el asunto de Íñigo Errejón. Una hipocresía que está delante de los ojos de cualquier ciudadano que quiera mirar la actualidad de una manera objetiva y que debería tener consecuencias políticas para sus promotores.
domingo, 30 de noviembre de 2025
PRIMAVERA REVOLUCIONARIA (2023), DE CHRISTOPHER CLARK. LA LUCHA POR UN MUNDO NUEVO, 1848-1849.
"Las coincidencias son llamativas. Las mismas palabras resonaron por todas partes: Constitución, libertad, libertad de prensa, asociación y reunión, guardia civil (o nacional), reforma electoral: este era el icono liberal de la Europa del siglo XIX, fruto de décadas de conversaciones internacionales. Ninguna de estas revoluciones –con la posible excepción de los levantamientos fallidos de Madrid– fue la consecuencia de planes conspiratorios. Ninguna estuvo dominada por un solo grupo. Los «revolucionarios» de 1848 no fueron ejecutores de un plan, sino improvisadores, para quienes el presente era una frontera expuesta. Tenían en común un fuerte sentido de su posición en una época concreta, la edad de la «servidumbre» –según la histriónica calificación de Paul Boerner– inaugurada por el Tratado de Viena de 1815. La rapidez de la victoria fue asombrosa y la euforia que siguió, comprensible. Pero quedaba una infinidad de problemas, quehaceres que ejercerían una presión de urgencia en los diversos teatros de la revolución. ¿Cómo llevar a cabo negociaciones con monarcas que permanecían en sus respectivos tronos y mantenían el control de las fuerzas armadas? Esta fue una cuestión especialmente apremiante en los territorios de los Habsburgo, Prusia y muchos de los estados alemanes e italianos, donde el afecto por el monarca o el respeto hacia la institución que representaba seguían muy arraigados entre la población. ¿Quién debía velar por el orden público en lugares donde las estructuras policiales habían sido desmanteladas o sustituidas por aficionados entusiastas? ¿Cómo conciliar la «revolución política», tan apreciada por los liberales urbanos, con los llamamientos a la «revolución social» que emanaban de los radicales, o de los trabajadores de los suburbios conflictivos? ¿Hasta dónde debía ampliarse el derecho al voto? ¿De dónde obtendría dinero el gobierno posrevolucionario? ¿Cómo conseguir que unas insurrecciones tan sumamente locales en sus intereses se fusionaran para sustentar esfuerzos regionales o nacionales más amplios? ¿Cuándo debería ceder la política de compromisos ante un enfrentamiento armado?"
Bien es cierto que el balance final para muchas de ellas es de fracaso, ya que la reacción de los poderes imperantes fue implacable, pero muchas de sus reivindicaciones debieron ser tenidas en cuenta a corto o medio plazo, ya que habían calado de manera irreversible en amplias capas de la sociedad, muchos de cuyos miembros se habían jugado la vida por sus ideales. Y dichas reivindicaciones no eran solo de carácter nacionalista o liberal, como comúnmente se cree, sino que Clark incorpora muchas otras dependiendo de los territorios donde se produjeran las insurrecciones: socialismo, abolicionistas de la esclavitud o defensores de la igualdad frente a los abusos al pueblo judío. Es tal la complejidad de los acontecimientos que sucedieron en aquellos dos años en Europa que ha habido que escribir un volumen tan amplio como éste para intentar dar cabida a todos. Pero Clark no se conforma con la descripción de acontecimientos históricos y luchas callejeras, sino que su mirada intenta abarcar hasta la más mínima anécdota de lo que sucedió aquellos días y describe a personajes históricos y a gente anónima, valiéndose de un impresionante conjunto de fuentes. Lo que más impresiona son los esbozos biográficos de algunos luchadores por la libertad que estuvieron presentes en varios países armados con un idealismo a prueba de balas.
Primavera revolucionaria es una muy completa crónica de unos acontecimientos casi inabarcables por su complejidad. Christopher Clark acaba reivindicando su legado: a pesar del aparente fracaso de las revoluciones, muchos territorios debieron adaptarse y modernizar sus instituciones a través de la redacción de nuevas constituciones y apertura del parlamentarismo a una representación más extensa de distintas clases sociales, algo que sucedió en lugares como Dinamarca o Países Bajos. Además, todos estos acontecimientos quedaron en la memoria colectiva como episodios heroicos de lucha por la libertad, algo que sirvió para afianzar posteriores reivindicaciones de carácter liberal.
sábado, 29 de noviembre de 2025
ANATOMÍA DE UN INSTANTE (2025), DE ALBERTO RODRÍGUEZ.
P: 8
FRANKENSTEIN (2025), DE GUILLERMO DEL TORO.
P: 8
sábado, 22 de noviembre de 2025
SIN PERDÓN (1992), DE CLINT EASTWOOD.
P: 10






