sábado, 26 de abril de 2025

EL MINISTRO DE PROPAGANDA (2024), DE JOACHIM LANG.

Aunque está centrada en la existencia del maligno genio de la propaganda que fue Goebbels, la película de Lang tiene el acierto de mostrarnos muchas escenas de reuniones privadas del círculo íntimo de Hitler. El mismo Hitler aparece aquí como un personaje muy perturbador, pues se muestra como una persona afable y muy educada. muy lejos de la imagen que nos han transmitido otras obras cinematográficas. Siendo el reverso de El hundimiento, El ministro de propaganda nos enseña cómo era la banalidad del mal en las más altas esferas. Vemos a un Hitler sonriente ante sus éxitos y sombrío ante su decadencia mientras sus acólitos se mueven a su alrededor anhelando sentarse a su lado en las comidas que celebran juntos a la vez que Ribbentrop, Himmler o Goering mantienen un combate soterrado de todos contra todos. Mientras tanto Goebbels, el protagonista, desarrolla con entusiasmo el arte de la propaganda y se enfrenta a su mujer al enamorarse de una de sus numerosas amantes. El mismísimo Hitler tendrá que hacer de mediador ante el matrimonio. Para el dictador alemán todo es política, también las relaciones personales de sus subordinados, sobre todo ante la guerra inminente que espera y desea. La propuesta de El ministro de propaganda seduce porque, al estar alejada de histrionismos, retrata a unos seres humanos en los que anida el peor de los males, pero que también son capaces de amar y de organizar una comida entre amigos.

P: 8

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