sábado, 30 de noviembre de 2024

HEREJÍA (2024), DE CATHERINE NIXEY. LAS VIDAS DE JESUCRISTO Y OTROS SALVADORES DEL MUNDO ANTIGUO.

La palabra herejía, de connotaciones tan negativas con la llegada del cristianismo, originariamente simplemente significaba elección. Es esa posibilidad de elección la que eliminó ese cristianismo triunfante que persiguió toda disidencia y al que la historia recuerda todavía como religión perseguida por los romanos. Catherine Nixey ha escrito un ensayo muy ameno de cómo convivieron durante siglos distintas interpretaciones del mensaje de Cristo, distintos Evangelios (algunos ciertamente muy insólitos) y cómo finalmente triunfó la versión que todos conocemos hoy. Pero podría muy bien no haber sido así, porque se trató de una competencia feroz entre distintas visiones del mensaje de Cristo que fueron reprimiéndose desde el poder, cuando el cristianismo pasó a ser la religión oficial del Imperio:

"Durante aquellos años la magnífica variedad religiosa que en otro tiempo había florecido dentro del Imperio romano empieza a desvanecerse. Empieza a desvanecerse la enorme y sorprendente profusión de aquellos cristianismos primitivos: sectas que adoraban a un solo ser divino, o a dos, o a una divinidad masculina-femenina, o a un Jesús que se había reído durante su crucifixión. Y no siempre debido a fuerzas hostiles; algunas de esas sectas no habría sido preciso reprimirlas y se hubieran extinguido de todas maneras. Algunas estaban ya medio muertas; sencillamente, el hecho de que nazca una religión no significa que vaya a sobrevivir."

Si el recuerdo de todas estas herejías que presentaban a Jesús como un niño asesino, como un anciano con barba o con la apariencia de un dios griego se ha desvanecido en el tiempo es porque la persecución de las mismas fue implacable y su éxito incontestable, aunque algunas permanecieron vivas en lugares remotos y fueron descubiertas muy posteriormente. Uno de los relatos más curiosos del siglo I es el de Apolonio, un Jesucristo alternativo cuya historia quizá sirvió de inspiración a la que hoy conocemos o quizá fue al contrario. Lo cierto es que sabemos muy poco de aquella época, ya que las fuentes alternativas se fueron destruyendo despiadadamente y solo permaneció el relato oficial que ha llegado hasta nuestros días, en el que el cristianismo aparece como una religión perseguida que acaba triunfando por la virtud de sus militantes y se obvia la feroz persecución a los herejes emprendida cuando los cristianos toman el poder. 

Como sucedía con La edad de la penumbra, Herejía es un relato deslumbrante acerca de los orígenes de nuestra cultura, unos orígenes que podrían haber sido muy diferentes si hubiera triunfado alguno de los relatos alternativos sobre la vida de Jesús que compitieron en aquel escenario verdaderamente darwiniano. Conocer las auténticas fuentes de la Historia nos permite relativizar el relato de los vencedores y asomarnos, aunque nuestra visión sea muy deficiente, al de los vencidos, a una riqueza cultural y religiosa que se fue extinguiendo por la dureza de la represión emprendida contra ella. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario