Esta no es exactamente una película histórica, sino un acercamiento muy libre a un personaje histórico cuya biografía ha sido mitificada en diversas películas - las más conocidas, las protagonizadas por Romy Schneider -, esa emperatriz Sissi de cuento de hadas, cuya versión más prosaica se ofrece aquí. La emperatriz rebelde (cuyo título original, que se puede traducir como corsé es mucho más revelador respecto al mensaje de la película) ofrece un retrato de Isabel de Austria cuando cumple cuarenta años. Durante unos meses observaremos la vida cotidiana de una emperatriz frustrada sexual y políticamente, alguien prácticamente de vuelta de todo que intenta rebelarse contra su papel secundario - prácticamente reducido al de florero en las ceremonias - frente al poder de decisión al frente del Estado que atesora su marido Francisco José. Se nos muestran sus frecuentes ausencias de la Corte, su relación de profunda amistad con su primo Luis II de Baviera - quizá el llamado rey loco era la persona que podía entenderla mejor - y su difícil papel de madre frente a una hija que sí se toma muy en serio su papel de la realeza y un hijo adolescente que quiere complacer a ambos progenitores. Una película muy interesante y muy bien realizada que retrata de manera ponderada e íntima los primeros pasos de la decadencia del Imperio Austrohúngaro, aunque lo haga con un retrato de personajes históricos muy libre e imaginativo.
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