Nos encontramos en el Detroit de los años cincuenta, una ciudad con mucha más vida que la actual. Sin movimientos bruscos parte de una situación clásica del cine negro: el secuestro de una familia para obligar al progenitor a entregar un documento valioso a los delincuentes. Pero el comienzo es engañoso, porque todo acaba derivando en una trama levemente confusa en la que todos los personajes muestran sus cartas después de haber mentido al resto. La película de Soderbergh destaca por encima de la media por su correcta ambientación y por su portentoso reparto, en el que destaca un Matt Damon que ofrece una actuación muy solvente en los escasos minutos en los que aparece en pantalla. Nuevos caminos del cine negro que, respetando la inmensa tradici de los años cuarenta y cincuenta, trata de encontrar un lenguaje más cercano a los gustos del espectador actual. Se agradece mucho el esfuerzo.
P: 6
No hay comentarios:
Publicar un comentario