sábado, 27 de febrero de 2021

EXTRATERRESTRE (2020), DE AVI LOEB. ¿LA RESPUESTA A LA GRAN PREGUNTA?

Desde que tiene uso de razón, el hombre se ha hecho preguntas acerca del sentido de su existencia y después, cuando el pensamiento se volvió un poco más sofisticado, acerca de si estamos solos en el universo. Este es un libro muy serio. No ha sido escrito por un aficionado que se dedica a especular tomando indicios por evidencias para montar la tesis que le interesa. Avi Loeb es uno de los astrofísicos más importantes del mundo. Es catedrático de Ciencia en Harvard y director del Departamento de Astronomía en esa misma universidad. Por eso, el material que ofrece en este libro resulta tan interesante como estremecedor: para él, el famoso objeto interestelar conocido como Oumuamua podría ser la primera evidencia de que no estamos solos, aunque, como buen científico, su afirmación no es tajante, sino la más probable de muchas posibles, sabiendo que hay muchos colegas que defienden tesis contrarias. Como decía Sherlock Holmes, una vez descartado lo imposible, lo improbable, por muy insólito que nos parezca, podría ser la verdad.

Debido a su gran velocidad y sus pequeñas dimensiones, a Oumuamua solo se le pudo estudiar durante unos días y ni siquiera existió la posibilidad de fotografiarlo para poder contemplar su verdadera forma que seguramente es alargada o con apariencia de disco. Lo que si es cierto es que debido a su extraña órbita, que no se adecuó a la previsible atracción solar, a su forma y a su reflectancia, podemos calificarlo como el objeto más insólito al que se han enfrentado hasta ahora los astrónomos, puesto que su comportamiento no se parece a nada conocido. Su descubrimiento fue una mera casualidad, lo que puede hacer pensar que quizá hemos tenido visitantes parecidos con cierta regularidad, pero no hemos sido capaces de detectarlos. 

Loeb propone inversiones en la búsqueda de vida inteligente en el espacio que no se limiten a la detección de señales electromagnéticas, sino también a una observación más exhaustiva y directa del espacio dirigida a encontrar indicios de otras civilizaciones. Aunque en cierto modo sería como buscar una aguja en un pajar, el descubrimiento de cualquier objeto artificial no proveniente de nuestro planeta sería tan revolucionario que supondría un salto para nuestra especie no solo en ciencia, sino también en otras ramas como filosofía, política o ética. Según el autor, Oumuamua podría ser una especie de vela solar, un artefacto no tripulado destinado a investigar el espacio. También podría tratarse de chatarra alienígena, algún componente abandonado que ha seguido flotando por el espacio. Sea lo que sea, para Loeb merece la pena estar mejor preparados para la próxima vez que aparezca en nuestro horizonte un objeto semejante para poder estudiarlo con más profundidad y sacar conclusiones más sólidas. El universo es tan vasto y sabemos tan poco de él que una mirada más ambiciosa y libre de prejuicios al mismo podría traernos sorpresas insospechadas: 

"El mayor beneficio de un encuentro con seres superiores sería la oportunidad de hacerles esa pregunta clave que nos ha preocupado durante siglos: ¿cuál es el sentido de la vida? Espero vivir lo suficiente para poder oír su respuesta, lograda tras adquirir conocimiento científico a lo largo de muchos milenios. No obstante, también me temo que nuestra arrogancia entorpecerá el ritmo al que la humanidad avanza hacia la respuesta, dado que muchas veces nos ha llevado a aferrarnos a nuestro grano de arena, en vez de mirar a la vastedad de las estrellas."

1 comentario:

  1. Qué buena pinta, que encanto de reseña, te invita.

    Un abrazo, y gracias por compartir

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