La ciudad de Málaga vivió unas jornadas terribles entre el 11 y el 12 de mayo de 1931. En una sola noche desaparecieron la mayor parte de las obras de arte que atesoraban los templos y conventos de la ciudad, ardiendo una buen número de estos. ¿Se debió a la expresión de una ira acumulada durante siglos contra un poder eclesiástico que acumulaba riquezas mientras el pueblo pasaba hambre o se trató de un acción organizada? En realidad, hubo un poco de ambos elementos, pero lo cierto es que tan solo sirvió para añadir más odio a la tensión entre las dos Españas que acabaría desembocando en la Guerra Civil, además de ser un golpe horrible para la ciudad, del cual todavía hoy nos lamentamos. Málaga sería muy distinta si hubiera conservado su patrimonio.
La Málaga de hoy poco se parece a la de hace ochenta años. Algunas de las iglesias y conventos más esplendorosos de la ciudad acabaron desapareciendo y muchos los hemos conocido solo por imágenes. Gran cantidad de esculturas (entre las que destaca el Cristo de Mena, una especie de emblema del patrimonio perdido) y pinturas acumuladas durante siglos se volatilizaron en segundos en hogueras improvisadas. La Semana Santa de hoy se compone fundamentalmente de copias de las imágenes antiguas. Quedaron muy pocas de las originales. Aunque muchas de las iglesias se restauraron, la Málaga conventual de antaño desapareció para siempre dando lugar a una ciudad sin mucha personalidad, al menos arquitectónica.
José Jiménez Guerrero recoge estos hechos en su libro con gran rigor y amenidad. A su análisis he dedicado un artículo en "Suite 101":
http://suite101.net/article/la-quema-de-conventos-en-mlaga-mayo-de-1931-a8978
Interesante artículo, pero yo que no conocía Málaga, estoy feliz de vivir aquí tal y como es. Su gente es muy bondadosa y sabe ser amiga, que quizás en otras ciudades que guardan más la tradición, la gente no son tan hospitalaria y cariñosa.
ResponderEliminarUn beso
Aunque no tiene relación directa porque apenas habla de la quema de conventos e iglesias, me atrevo a recomendarte si no lo has leído el libro de Castilla del Pino Pretérito imperfecto.Es una autobiografía que comprende desde el final de la república hasta 1949. Es interesante no sólo por la visión personal que da de los hechos y de la vida diaria en esos años, sino por la cantidad de personajes, unos más conocidos que otros, con los que se relacionó durante esa época.
ResponderEliminarGracias por poner mi blog en tu blogosfera, no me había dado cuenta.
Un abrazo
Victoria
Muchas gracias a las dos. Desde luego Málaga es una buena ciudad para vivir en muchos aspectos (no tanto en otros) y el pasado del que hablo en el artículo está ampliamente superado. Pero para mí es importante recordar unos hechos que dejaron una herida profunda en la ciudad, una ciudad que desconocemos casi por completo.
ResponderEliminarRespecto al libro de Carlos Castilla del Pino hace un año que lo tengo por aquí, entre los pendientes. Seguramente cuando lo lea querré seguir con la segunda parte "Casa del olivo".
Un fuerte abrazo a las dos.
Miguel, yo he hablado con personas que presenciaron los hechos, y al cabo de tantos años aún se les saltaban las lágrimas al recordarlo.
ResponderEliminarEn el libro "La desbandá" también menciona los hechos, aunque hay varios dedicados al tema.
Creo que esos años fueron una época de muchos rencores encontrados. Es importante no olvidar la historia para que no se vuelva a repetir.
Abrazos
Muchas gracias Loli. También tengo interés en leer "La desbandá". Un día de estos lo cojo en la biblioteca.
ResponderEliminarSaludos.