domingo, 9 de junio de 2024

TÍA BUENA (2023), DE ALBERTO OLMOS. UNA INVESTIGACIÓN FILOSÓFICA.

Planteado como una investigación casi científica - o filosófica, como dicta su título - Tía buena pretende adentrarse en la vida cotidiana de las mujeres guapas (o más bien las que se toman su tiempo para estarlo) y que son conscientes que suscitan las miradas y los comentarios de los hombres que tienen alrededor, sea en el trabajo o en otros ámbitos. Olmos se ha dedicado a entrevistar a algunas de estas mujeres deseables y tratar de explicar por qué en la época en la que más triunfa el feminismo como movimiento liberador de la mujer, a la vez todo se encuentra cada vez más sexualizado, como si el capital erótico fuera para algunas de ellas casi más importante que los estudios o las habilidades laborales.

Libro que podría ser considerado machista por ciertos sectores, al final se libra de esa pátina al apelar a una serie de autoras - Eva Illouz, Naomi Wolf, Susan Sontag o Camille Paglia - que acaban dando un necesario toque intelectual a sus divagaciones. En cualquier caso, Olmos también intenta acercarse a los sentimientos de esos hombres que se ven diariamente acechados por toda clase de estímulos eróticos, ya sea a través de mujeres que caminan con vestidos ceñidos (la industria de la moda tiene que ver mucho con la erotización de los cuerpos) o con la constante publicidad que puede contemplarse casi en cada rincón de nuestras ciudades:

"Que los hombres miran a las mujeres es algo que se da por hecho, pero las consecuencias psicológicas de estas miradas están muy lejos de recibir la menor atención o estudio, como sí sucede, por cierto, con las derivadas de la pornografía. Se trata de decenas, y acaso cientos de impactos eróticos diarios. Esta tormenta de sensualidad, escotes, culos, piernas, labios, minifaldas, vaivenes, perfumes y miradas resulta sobre todo excesiva en la adolescencia y primera juventud. En los noventa me impresionaban bastante los anuncios de lencería que aparecían de pronto en el Metro de Madrid y en algunas marquesinas de autobús al llegar la primavera. Uno estaba a sus cosas, pensando en un examen o leyendo un libro, y levantaba la vista y se encontraba con una modelo en bragas y sujetador tan extraordinariamente atractiva que abocaba de inmediato a cierta tristeza. A fin de cuentas, las mujeres cosificadas de los anuncios suponen para los hombres lo mismo que cualquier otro objeto de lujo igualmente publicitado, sea un BMW o un traje de Hugo Boss: escarnio, reto, tentación y desánimo. Tú nunca tendrás esto que ves."

Finalmente Olmos reflexiona acerca de las relaciones amorosas de nuestro tiempo, que tienen más que ver a veces con la compra de un producto (existen numerosas aplicaciones con ese fin) que con encontrar a una persona afín con la que pasar el resto de tus días. Es como si el poder de las mujeres estuviera en ofrecer belleza y sensualidad y el de los hombres en ofrecer dinero y poder, por eso podemos encontrar tantas parejas en las que él es un hombre madura y rico y ella una mujer joven y extremadamente bella. Modelos sociales que se encuentran ya muy arraigados y que están lejos de ese tan denostado amor romántico por el que se regían nuestros abuelos. Tía buena es un libro mucho más interesante de lo que parece a primera vista y aporta un punto de vista original a una realidad social que entronca con algunos de los grandes debates de nuestro tiempo.

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