sábado, 4 de diciembre de 2021

SIEMPRE ES DOMINGO (1961), DE FERNANDO PALACIOS.

Amable retrato de los hijos de las clases acomodadas franquistas. Aunque al principio aparezcan como unos irresponsables que se pasan todas las noches de fiesta gracias al dinero de sus padres, poco a poco se nos va mostrando que no todo está perdido: la juventud española conserva un fondo de nobleza que está esperando algún pequeño estímulo para activarse. Aunque los veamos siempre alegres en sus juergas, los protagonistas tienen problemas - incluso en el grupo hay una impostora, que en realidad trabaja de asistenta para unos señores norteamericanos -  que van a ir siendo parte importante de las diversas tramas. Como es lógico, al final todo va a solucionarse: la que se ha casado por interés acabará enamorada de su marido, el arquitecto tarambana encontrará un proyecto de carácter social al que dedicarse (y seguramente volverá a asistir a misa los domingos por la mañana) y la impostora será aceptada en la pandilla respetando el hecho de que pertenece a una clase social inferior. Se aprovecha para mostrar un Madrid de espléndidos colores y en progreso. Es muy revelador, por ejemplo, que cuando se tiene que enseñar un barrio de chabolas, pueda verse perfectamente en el horizonte la construcción de las nuevas urbanizaciones del Madrid periférico que pronto llegarán al territorio de los pobres y les darán una vida mejor. Película muy interesante desde un punto de vista sociológico y que permite leer entre líneas algunos aspectos de la vida cotidiana bajo el franquismo.

P: 6

1 comentario:

  1. Seguro que es interesante. Buena reseña, gracias por compartir.

    Un abrazo

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