viernes, 6 de noviembre de 2015

PLATA QUEMADA (1997), DE RICARDO PIGLIA Y DE MARCELO PIÑEYRO (2000). PERROS ATRAPADOS.

Plata quemada, tiene todos los elementos para convertirse en una excelente muestra de género negro: basándose en hechos reales, cuenta la historia de unos criminales que perpetran un espectacular atraco a un furgón blindado en Argentina y huyen a Uruaguay, el país vecino, esperando pasar de alguna manera a Estados Unidos. Los jóvenes no han actuado solos, cuentan con cómplices, algunos de los cuales pertenecen a las altas esferas del país, y estos últimos se ven burlados con la huida de los delincuentes. Ahora no solo son buscados como delincuentes, sino que hay interés en que mueran, para que no impliquen en su acción a quien no desea ser relacionado con ellos. 

Y aunque la novela de Piglia desarrolla todos estos ingredientes, el principal interés del autor parece ser el retrato de los personajes, ahondar en la perturbada psique del delincuente y examinar sus respuestas ante diversos estímulos de gente que está acostumbrada a vivir cada día como si fuera el último. Claro que, en su caso, puede que lo sea. Plata quemada empieza bien, con la presentación de los protagonistas y la rutilante escena del atraco y la huida, para luego pasar una especie de pausa, un compás de espera, que se hace demasiado largo tanto en la novela como en la película, hasta la explosión de violencia final, que evidencia junto con el tono general del relato, cierta influencia del cine de Tarantino, muy de moda en la época en la que fue escrita. A veces, incluso se intentan describir las consecuencias de un tiroteo con imágenes casi cinematográficas:

"Porque los que mueren heridos por las balas no mueren limpiamente como en las películas de guerra donde los heridos dan un giro elegante y caen, enteros, como un muñeco de cera; no, los que mueren en un tiroteo, son desgarrados por los tiros y trozos de sus cuerpos quedan desparramados en el piso, como restos de un animal salido del matadero."

La película de Piñeyro es bastante fiel al libro, aunque pone su foco casi en exclusiva en los personajes de el Nene, el Gaucho y el Cuervo. Respecto a sus intérpretes, Sbaraglia realiza un gran trabajo, el de Echebarri no está mal y el de Noriega es muy mejorable. Los tres tienen caracteres muy diferentes, las malas vidas que han llevado les ha afectado de distinta manera pero, a la hora de la verdad, cuando se ven atrapados en un cerco policial del que no van a salir vivos, la reacción visceral es la misma: afrontan la situación tan temida con un entusiasmo animal. Una vez que no tienen ya nada que perder deciden que el acto final de sus existencias se convierta en un espectáculo de violencia inolvidable, en el que desatan las emociones acumuladas durante su breve vida clandestina en Montevideo. Y es que al final su nihilismo se ve reforzado al asumir que es el azar el que todo lo guía:

"Las cosas nunca salen como uno las piensa, la suerte es más importante que el coraje, más importante que la inteligencia y las medidas de seguridad. El azar, paradójicamente, está siempre del lado del orden establecido y es (junto a la delación y a la tortura) el medio principal que tienen los pesquisas para cerrar el lazo y atrapar a los que tratan de hacerse invisibles en la selva de la ciudad."

2 comentarios:

  1. El enlace de wikipedia sobre el tiroteo https://es.wikipedia.org/wiki/Edificio_Liberaij

    como se verá, el relato exagera muchas cosas.

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  2. Lo han adaptadado al estilo Tarantino.

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