Los que asistimos regularmente a clubes de lectura no pretendemos ser eruditos, sino más bien aprender de las experiencias de los demás, de las apreciaciones sobre un texto en las que nosotros podemos no haber reparado. Si tomamos como ejemplo Azafrán, la interesante novela que leemos ahora sobre Al-Andalus, en mi lectura evoco mis pequeños viajes a los pueblos y ciudades que recorre el protagonista (como Écija este fin de semana, de donde proviene uno de los personajes femeninos), pero a otros puede que les llame más la atención su mensaje filosófico, a otros (también me incluyo en este grupo), la convivencia entre tres religiones durante un largo periodo de tiempo en nuestra tierra, a otros, la historia amorosa entre un musulmán y un judío, y así sucesivamente. Al conocer la visión de todos los demás, obtenemos un panorama poliédrico de la novela y esto la suele convertir en inolvidable, porque no solo la vinculamos a los momentos pasados en su lectura, sino también a un placentero debate. Y si el autor asiste al mismo, la experiencia será aún más intensa. Algunas veces pienso que los clubes de lectura andaluces deberiamos vincularnos a través de algún mecanismo de contacto, igual que lo hacen otras agrupaciones (mucho más numerosas, eso sí) como las cofradías de Semana Santa. Bueno, dejando las divagaciones, paso a resumir los clubes del mes:
En el club de lectura de la Biblioteca Provincial, comenzamos junio con la visita de José Manuel García Marín, con el que hablaremos de su ya nombrado libro Azafrán.
En el club de lectura de la Biblioteca Cristóbal Cuevas, vamos a hablar de dos libros muy distintos: El compañero de viaje, de Curzio Malaparte (de quien me encantó su libro-reportaje Kaputt) y La vida ante sí, de Emile Ajar, un seudónimo de Romain Gary, que le permitió ser el único escritor que se ha alzado dos veces con el premio Goncourt.
En la Casa del Libro, este mes dos clásicos, el policiaco con El halcón maltés, de Dashiell Hammett y Orgullo y prejuicio, de Jane Austen.
En la Fnac Málaga, un autor que me gusta mucho, del que el año pasado leí Cosmópolis: Don DeLillo y Punto Omega.
En el Centro Andaluz de las Letras, doble ración de cómic: Mi hermano nocturno, de Joanna Hellgren y El invierno del dibujante, de Paco Roca, una magnífica evocación nostálgica de los autores que hicieron posibles los tebeos de bruguera que todos leímos de pequeños.
En Ateneo de Málaga, siguen la expansión de sus actividades: en Málaga se leerá Niebla, del maestro Unamuno, en Torremolinos Un lugar llamado Oreja de Perro, de Iván Thais y en Fuengirola, Volavérunt, Antonio Larreta.
Y por último hago referencia, como no, al ciclo Literatura y cine, que coordino, esta vez con la magnífica adaptación de El crimen del padre Amaro, que filmó el ecuatoriano Carlos Carrera.
Como siempre, me despido recordándoles que cualquier novedad o actualización se reflejará puntualmente en la columna de la derecha.
Hagan honor a su pertenencia a la comunidad lectora de una región en la que dicen que nadie lee y transmitan su pasión a sus semejantes.
Tú eres el paradigma del buen lector.
ResponderEliminarGracias, ya me gustaría...
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