miércoles, 28 de septiembre de 2011

TERRORISMO ECONÓMICO.


Ayer saltó la noticia: un joven broker, entrevistado por la BBC, declaraba lo que todos ya sabemos: que los gobiernos no pintan nada, que Goldman Sachs es la que tiene el toro por los cuernos y que sueña con una gran depresión económica para enriquecerse. Luego se ha sabido que el joven ni siquiera tiene licencia para operar en los mercados, solo es alguien ávido de llamar la atención que tiene una cuenta corriente tan modesta como la nuestra, aunque suponemos que le gustaría mucho estar en el papel de sus ídolos, los que se levantan cada mañana pensando qué país toca arruinar.

Lo que más me llama la atención de estas palabras es que, si llegan a ser pronunciadas por un terrorista islámico que amenazara a occidente con provocar una crisis económica y llevar a la pobreza a millones de personas, seguramente nuestros gobernantes se llevarían las manos a la cabeza y emitirían órdenes de busca y captura contra el peligroso individuo. Pero si lo dice uno de los nuestros, no pasa nada. El liberalismo, el juego de los mercados está por encima de todo, incluso de la seguridad de unos ciudadanos a los que cada día los medios de comunicación inyectan una nueva dosis de miedo. Por si no lo supieramos ya, este individuo nos viene a recordar en manos de quien estamos. De una siniestra mano invisible.

Por si sirve de algo, yo propondría por enésima vez recuperar el papel del Estado como garante, regulador y redistribuidor de la economía: crearía un pequeño impuesto a las transacciones económicas, prohibiría las operaciones especulativas a corto plazo, dejaría de regalar dinero a la iglesia católica, suprimiría televisiones autonómicas, altos cargos y privilegios diversos, acabaría con las diputaciones provinciales, investigaría los grandes patrimonios que operan a través de las SICAV y, sobre todo, legalizaría para controlar dos de las actividades que mueven más dinero en el mundo: la droga y la prostitución. ¿No volvería con estas medidas el Estado a tener el control? Piénselo, antes de que sea tarde.

Y traigo aquí a colación un fragmento de "La rebelión de Atlas", de Ayn Rand:

"Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo y que las leyes no le protegen contra ellos, sino por el contrario son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces podrá afirmar sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada."

2 comentarios:

  1. Hace mucho tiempo tenemos en claro cual es el rol de GOLDEN SACHS .A mí también la palabras de Ayn Rand me cautivaron. Pero debo señalar que esta señora ha sido la mentora de Alan Greenspan cuya labor por el momento ha quedado bastante opacada.

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  2. Yo en realidad de Ayn Rand no he leído nada, aunque tengo muchas ganas, ya que tengo tres libros suyos y me intrigó mucho cuando salió nombrada en "Mad men". Ya llegará el momento.

    Saludos.

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