viernes, 30 de octubre de 2009

HERTA MÜLLER: LITERATURA Y UTOPÍA.


A todos nos gustaría que el premio Nobel de literatura recayera cada año en nuestros autores favoritos. A mí me hubiera encantado que se le hubieran concedido a Antonio Muñoz Molina, Philip Roth o Mario Vargas Llosa, pero que no suceda así tiene una clara ventaja: el descubrimiento de nuevos autores. Y en este caso parece ser que merece la pena acercarse a la obra de la hasta ahora desconocida Herta Müller, a tenor de la interesantísima entrevista que mantuvo con ella Carlos A. Aguilera en el ABC Cultural de la semana pasada. Müller habla con gran lucidez de la experiencia comunista y de las sociedades totalitarias en general. Aquí un fragmento:

"La literatura no es una utopía. La utopía es algo que uno se imagina y aún no existe, no ha sucedido. Uno quiere que pase: un deseo, un sueño. Menos aún me gusta el concepto de utopía feliz. La mayoría de las veces, cuando las utopías se tornan reales, son horribles. Stalin, Hitler, Ceaucescu, todos ellos perseguían utopías; Castro aún persigue la suya. Cuando alguno empieza a soñar y luego traslada su sueño del papel a la realidad, siempre destruye a seres humanos. Yo no quiero tener nada que ver con las utopías.

Lo dicho: creo que la literatura no es ninguna utopía, sino parte integrante de la sociedad, obra de las personas. Hasta se la puede tomar con las manos, es un producto. Un producto también puede ser algo malo, pero es preferible que la literatura sea un producto, un producto de la fantasía y no una utopía. La fantasía es algo muy distinto a la utopía. La fantasía está contra la utopía, pues la utopía es muy propensa a los totalitarismos. Tan pronto pretende hacerse realidad se vuelve rígida. Por fuerza debe restringirse a una sola variante. Y a partir de ahí aplicarle a la realidad aquello que tal vez sobre el papel aún no ha podido ser del todo explicado o resulta ambivalente. No creo que haya nada peor ni más temerario que la realidad transformada en utopía. ¡Terrible! De ahí las dictaduras."

4 comentarios:

  1. Miguel: Desde que leí la Utopía de Tomás Moro,no hay dia en que mi mente haya dejado de instalarse al menos uno segundos en ella.Todos los seres debiéramos de algun modo involucrarnos con ese mundo ideal,para realizarlo ahora.Te diré - no es una metáfora- he heredado una parcela de tierra con algunos frutales.Con los años se fué convirtiendo en un pequeño bosque y jardín.Aprovecho los momentos del riego para proyectarle todo mi Amor.Te puedo decir que,con cierta frecuencia descubro plantas nuevas que me traen seguramente los pájaros,que por cierto cada vez hay más.Y, sabes lo mas lindo? Mis vecinos han hecho lo mismo.
    Cordiales saludos.

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  2. Hola Beatriz. Me recuerda lo que me cuentas a la conclusión a la que llegó Cándido al final de su relato, acerca de que lo mejor es cultivar el propio jardín. Se ve que lo disfrutas, así que sigue siendo feliz. La felicidad verdadera está en los pequeños actos.

    Un saludo.

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  3. Pues una vez leí un comentario sobre la "Utopía" de Tomas More que decía que aquello más que un paraíso parecía un infierno. Es una utopía muy influenciada por el maquiavelismo de la época.

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  4. Bueno existen utopías mucho más infernales que la de Tomás Moro, cuyo título creó escuela. Sobre todo las utopías reales, las que han creado los seres humanos y que tan brutales han sido en demasiados ocasiones...

    Saludos, Fran

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