Conjunto de cuentos con las relaciones de pareja como eje narrativo, No todo el mundo muestra distintos ejemplos de relaciones que se desarrollan en casi todos los casos en la gran urbe madrileña. Lo más destacado de los relatos es su perspectiva psicológica. La autora se asoma a ambos lados de la relación, a lo que cada parte de la pareja espera de la otra y así se analizan los malentendidos y las decepciones que hacen madurar o cortar un vínculo que aquí casi siempre pende de un hilo muy fino.
Un ejemplo de malentendidos es el siguiente:
"Fue más bien una especie de vacío, una especie de fin de los temas de conversación, como si ya hubieran hablado de todo lo posible. Acaso el amor sea la capacidad de que la conversación siga siendo siempre interesante. Marcelo se encontró cómodo en su silencio, sin la necesidad de compartir sus opiniones con Eloísa. Eloísa se encontró ansiosa en el silencio de Marcelo, buscando constantemente temas de conversación que enseguida se revelaban agotados."
Y es que la búsqueda de compatibilidad en la pareja es el gran anhelo y el gran fracaso de los personajes de No todo el mundo. Jiménez Serrano es como una terapeuta que va recogiendo los testimonios de sus protagonistas en forma de relatos y el lector asiste a todo ello a cierta distancia, pero sintiéndose partícipe e incluso solidario con lo que sucede. Y muchas veces la experiencia del enamoramiento supone vincularnos con un completo extraño que tendremos que ir descifrando mientras intentamos interpretar a nuestro mejor yo posible. En este sentido, los relatos de Marta Jiménez Serrano son muy disfrutables e incluso en algún caso trasladables a experiencias pasadas del propio lector.
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