El origen de los mitos es incierto. Son relatos que se pierden en la noche de los tiempos, que nacieron junto a la inteligencia de un ser humano que intentaba encontrar explicación a la existencia del mundo que lo rodeaba. Desde muy temprano se pensó que los fenómenos físicos de toda índole debían ser provocados por seres invisibles o por espíritus, que poco a poco se convirtieron en dioses: seres superiores pero con aspecto humano, que de hecho convivieron con el hombre durante mucho tiempo. Así pues, aunque el mito está vinculado a la literatura, va más allá de los límites de ésta, puesto que que se supone que son verdades que no cuentan con una autoría individual:
"Este se presenta en forma de un relato procedente de la noche de los tiempos, preexistente a cualquier narrador que lo recoja por escrito. En ese sentido, el relato mítico no depende de la invención individual o la fantasía creadora, sino de la transmisión y la memoria. Este vínculo íntimo y funcional con la memorización acerca el mito a la poesía, que, en su origen, en sus manifestaciones más antiguas, puede confundirse con el proceso de elaboración mítica. El caso de la epopeya homérica es, desde este punto de vista, ejemplar. Para tejer sus relatos sobre las aventuras de héroes legendarios, la epopeya utiliza al principio los métodos de la poesía oral, compuesta y cantada ante los oyentes por generaciones sucesivas de aedas inspirados por Mnemósine, la diosa de la memoria, y hasta mucho después no es recogida por escrito en una redacción encargada de establecer y fijar el texto oficial."
La mitología es algo tan humano que está presente en todas las culturas, pero a nosotros nos fascina especialmente la greco-romana, puesto que muchas de nuestras tradiciones - también buena parte de las cristianas - tienen su raíz en estos relatos. Jean-Pierre Vernant cuenta que la motivación principal para escribir este libro viene de las historias que contaba a su nieto y que éste escuchaba fascinado, probándose así que el poder de estos relatos se renueva de generación en generación. La oralidad en la transmisión también refuerza su capacidad de evocación: debían contarse ante un público fascinado y absolutamente entregado, buena parte del cual debía creer a pie juntillas las hazañas de Ulises o Perseo, como si de un relato histórico se tratara.
En realidad el libro de Vernant no aporta nada nuevo: simplemente es un recordatorio de algunos de los mitos griegos: la creación del mundo, la guerra contra los titanes, el triunfo de los dioses, sus relaciones con los hombres, Troya, Ulises... Pero es una lectura agradable, que refresca aquello que aprendimos por primera vez en la infancia y adolescencia y que tanto se asemeja a la fascinación actual por los cómics y películas de superhéroes.
Realmente el origen de los mitos es incierto. Más aún, cuando integrantes de la National Geographic han hallado en Turín los restos o los trozos de un muy viejo papiro, donde en tres prolijas listas, se consignan los Reyes de todas las Dinastías egipcias, desde las Mitológicas, la Pre-Históricas e Históricas, que abarcan nada menos que 36 mil años!Muchos de nosotros teníamos la sospecha que tanto la Esfinge como las Pirámides sobrepasaba los diez mil años de antigüedad.Los libros de Historia están llenos de mentiras, por eso algunos hemos preferido indagar en las piedras, en las inscripciones, en esas plataformas como la que existe en las ruinas de Baalbeck.de medidas realmente ciclópeas.Y sobre ellas, se edificaron quien sabe cuantos palacios y templos de un número no conocido de ciudades o Civilizaciones.
ResponderEliminarNos hablan de "dioses" porque no tenían otra palabra con la cual definir a Seres capaces de realizar a los ojos de los humanos de hace 20 mil años o más,cosas para ellos incomprensibles. Y eso era así, porque existieron en el pasado de nuestro Planeta grandes Civilizaciones, con tecnología superior a la que ahora nosotros disponemos, que se perdieron en el tiempo.Esos dioses y diosas eran reales, existieron. Luego el Tiempo a la vez que destruyó los palacios, también fue royendo las historias que ellos protagonizaron .Sigmund Freud tomó gran provecho de la Mitología Griega. Tomó sus historias y fue desentrañando buena parte de nuestro Subconsciente colectivo y se armó su propia doctrina.Por suerte para nuestra actual Humanidad Freud ha sido superado.Ahora ya estamos en contacto con el Doble Cuántico. Ese "doble o ka" que ya los Egipcios explicaban.
"La oralidad en la transmisión también refuerza su capacidad de evocación: debían contarse ante un público fascinado y absolutamente entregado, buena parte del cual debía creer a pie juntillas las hazañas de Ulises o Perseo, como si de un relato histórico se tratara."
ResponderEliminarDudo que los antiguos griegos creyeran en la historicidad de los mitos. Heródoto mezcla historia y mito con la mayor alegría, pero poco después Tucídides inventa la historia lógica, realista y aburrida. Los que consumían los mitos no se preocupaban mucho por la historicidad, porque éste era un concepto poco práctico. Escuchaban los mitos como hoy vamos al cine. "Casablanca" o "lo que el viento se llevó" son nuestros nuevos mitos.