He aquí el relato que publiqué para el número dedicado a "Pelos" de la revista Mitad Doble. La ilustración que lo acompaña, obra de Aintzane Cruceta, es sencillamente magnífica: http://www.mitaddoble.com/cabellos-sagrados/
De todo lo que del cuerpo puede desprenderse, el pelo es lo más estimado. Si está limpio, no puede transmitir enfermedades, y eso lo convierte en algo único.
No hay, por tanto, nada extraño en que el pelo sea objeto de culto sagrado. Podría escribirse también un cuento sobre cualquier otra sacralización de parte del cuerpo humano (sea de un ídolo, o de un objeto de deseo romántico) que no sea el pelo. Ésa sería otra historia.
De todo lo que del cuerpo puede desprenderse, el pelo es lo más estimado. Si está limpio, no puede transmitir enfermedades, y eso lo convierte en algo único.
ResponderEliminarNo hay, por tanto, nada extraño en que el pelo sea objeto de culto sagrado. Podría escribirse también un cuento sobre cualquier otra sacralización de parte del cuerpo humano (sea de un ídolo, o de un objeto de deseo romántico) que no sea el pelo. Ésa sería otra historia.
¡Pero no dices si te ha gustado el relato o no! Jejeje.
ResponderEliminarHe dado por sentado que tú estás por encima de las nimias vanidades...
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