jueves, 25 de diciembre de 2008

NÁUFRAGOS, DE ALFRED HITCHCOCK. PERDIDOS EN EL ATLÁNTICO.


Hitchcock fundamentalmente realizó esta película por dos razones: porque era un reto técnico una realización que transcurría todo el tiempo con unos personajes dentro de un bote salvavidas y porque contaba con un gran guión del premio Nobel John Steinbeck, el autor entre otras de la novela "Las uvas de la ira". Se filmó en un estudio, en un tanque con 20.000 litros de agua.

Resulta verdaderamente un prodigio que la tensión aguante la hora y media de duración, pero lo consigue gracias a la relación conflictiva entre unos personajes en una situación límite y el submarinista alemán al que rescatan que poco a poco irá erigiéndose en líder del grupo gracias a una combinación de astucia y engaños. Los actores, a pesar de que solo sobresale en el reparto una olvidada Tallulah Bankhead, están bien escogidos y consiguen darle credibilidad a la situación.

Como es sabido, el director solía dejar su particular firma en forma de aparición en la película. En esta ocasión lo tenía particularmente difícil, por transcurrir todo el metraje enmedio del Atlántico. En un principio se pensó en hacerle pasar por un cadáver ahogado, pero con sus 140 kilos de peso, esta iniciativa se descartó pronto. Al final salió en un trozo de periódico que lee uno de los protagonistas, precisamente como hombre anuncio de una dieta-milagro.

Esta fue una de las realizaciones con las que Hitchcock homenajeó el esfuerzo bélico de los aliados en la Segunda Guerra Mundial. Generó cierta polémica por la superioridad y autosuficiencia que muestra el soldado alemán frente a unos divididos aliados, pero finalmente las cosas se ponen en su sitio...

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