domingo, 17 de octubre de 2021

YAKUZA (1974), DE SYDNEY POLLACK.

Soberbio retrato del mundo de la mafia japonesa, que no tuvo éxito en su momento, pero que poco a poco se fue convirtiendo en una película de culto. La trama es observada por los ojos de un occidental - Robert Mitchum -  que pasó muchos años en Japón con el Ejército de ocupación estadounidense y se convirtió en amante de una mujer de Tokio. El guión, muy inteligente y equilibrado, nos muestra, con un esmero exquisito, las costumbres de los integrantes de esta peculiar sociedad criminal, que se rige a través de los valores tradicionales del país del Sol Naciente: el honor y el giri, este último un concepto muy japonés que se entiende mejor leyendo el clásico de Ruth Benedict, El crisantemo y la espada. La película conjuga de manera magistral una historia de cine negro, de profunda amistad y de desatada violencia y ofrece la oportunidad de disfrutar de una de las últimas grandes interpretaciones de ese gigante del cine que fue Robert Mitchum, que ofrece como nunca un perfil melancólico y crepuscular, algo que le viene a la historia como anillo al dedo. Estoy bastante seguro que Yakuza influyó profundamente en artistas como Frank Miller a la hora de concebir obras como Daredevil, Wolverine o Ronin. 

P: 9

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