Durante todos estos años he aprendido que un club de lectura no es solo el lugar donde se acude a debatir un libro, sino que también es un grupo donde se forjan grandes amistades, basadas en intereses comunes, por lo que al final los encuentros acaban trascendiendo lo meramente literario y entrando, de modo natural, en lo personal. Diez años de club en la Biblioteca Provincial dan para muchas lecturas, para el paso de muchas personas por la sala en la que se celebran las reuniones. Algunas se quedan para siempre y se convierten en personal fijo, otras desaparecen durante un tiempo. Pero todas suelen volver, quizá por una especie de fascinación por ese pequeño milagro que se ha venido produciendo puntualmente todas las semanas en la última década, esas conversaciones siempre tan estimulantes, en las que hablamos acerca de la literatura y la vida. Pido disculpas a los que no aparecen en esta foto de hace tres años, pero es que somos tantos que me ha sido imposible encontrar una en la que todos estemos presentes. Personalmente solo me queda agradecer a todos los compañeros lo mucho que he aprendido de ellos y los grandes momentos que hemos pasado juntos durante todos estos años. El fin de semana que viene lo celebraremos como se merece.
Precisamente en el club de lectura de la Biblioteca Provincial estamos leyendo una novela muy divertida, firmada por uno de los más conocidos escritores catalanes contemporáneos: La magnitud de la tragedia, de Quim Monzó.
Respecto a los clubes de lectura y cine de Más Libros Libres, toda la información en este enlace:
En el club de lectura de la Biblioteca Cristóbal Cuevas (seguramente con presencia del autor), celebraremos una sesión dedicada a recordar nuestro pasado colonial en Marruecos con Quebdani, el cerco de la estirpe, de Antonio Abad. Y resulta ser, por una de esas raras casualidades del destino, el primer libro que se leyó en el Club de la Biblioteca Provincial.
En los clubes de lectura del Centro Andaluz de las Letras, por una parte, La ley del menor, la última novela de uno de los escritores británicos más interesantes de las últimas décadas, Ian McEwan y por otra, la novela Grietas, de Santi Fernández Patón, en una sesión en la que tendrán la suerte de contar con la presencia del autor.
En el club de lectura de la librería Luces, un libro precioso y reflexivo, en torno a un amor puro: Hace cuarenta años, de Maria Van Rysselbergue.
En el club de lectura del Museo Ruso, un clásico del siglo XX de las letras de aquel país: Cuentos del Don, de Mijaíl Sholojov, una muestra del llamado realismo científico que contaba con la aprobación del régimen soviético.
En el club de lectura de Fnac Málaga, se conmemora el centenario de la Primera Guerra Mundial con una de las novelas más significativas que se escribieron en torno al conflicto. Se trata de Los campos del honor, de Jean Rouaud, merecedora del premio Goncourt en 1990.
En el club de lectura de Casa del Libro Málaga, una narración de una de las autoras que más suele aparecer en este tipo de eventos, la malograda Irène Némirovsky: El vino de la soledad.
En el club de lectura de la librería Agapea, uno de los más jóvenes de Málaga, la reunión será en torno a la novela Malas palabras, de Cristina Morales, recién publicado y firmado por una autora muy joven, una narración en torno a la vida de Santa Teresa de Jesús.
Respecto al club de lectura del Ateneo de Málaga, reanudan sus sesiones el 1 de abril con Ágata ojo de gato, del andaluz y premio Cervantes José Caballero Bonald.
Como de costumbre pueden consultar los detalles de todas las sesiones en la columna de la izquierda. ¡Felices lecturas!
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