En primer lugar, agradecer a todos los amigos y amigas que acudieron a la primera jornada del cine fórum de la biblioteca Cristóbal Cuevas su presencia, así como la intención de aquellos que querían asistir pero no pudieron hacerlo. La visión de la película dio lugar a un interesantísmo debate acerca de lo que supone vivir en una sociedad autoritaria, experiencia que hemos tenido en nuestro país hasta hace pocas décadas. La película que pondremos el mes que viene será "Lo que queda del día" de James Ivory . Aquí el enlace al artículo:
Nos encontramos en 1938, en Italia. El fascismo lleva en el poder más de quince años y estamos a un año de que estalle la Segunda Guerra Mundial. En España, Mussolini está ayundando activamente a la toma del poder de Franco manteniendo un cuerpo expedicionario italiano en nuestra Guerra Civil. Es el 6 de mayo, en Roma. La ciudad espera la llegada de Adolf Hitler, que va a encontrarse con el Duce, por lo que los romanos han de acudir con entusiasmo a recibirle.
La
acción de "Una jornada particular" transcurre en un siniestro edificio
de viviendas, que parece concebido para que las distintas familias que
habitan en él se espien unas a otras. Casi todos los inquilinos van a
acudir al acontecimiento, con el uniforme fascista, como corresponde,
así que el edificio va a quedar vacío, a excepción de Gabriele, un
locutor de radio homosexual, que representa todo lo que el régimen
italiano rechaza y Antonietta, una mujer condenada a ser madre de
numerosos retoños que se adhieran al nuevo régimen. También anda por
allí la portera del complejo de viviendas, la típica mujer entrometida,
lo que en estas circunstancias puede suponer un peligro para cualquiera
que sostenga una opinión o una actitud heterodoxa.
El eje de la película va a ser el encuentro casual entre Gabriele y Antonietta, dos vecinos que nunca habían tenido relación y que, a primera vista, parecen tener poco en común. Nada más lejos de la realidad, pues ambos son seres marcados por las circunstancias históricas que les ha tocado vivir. Antonietta, en principio, se ve atraída sexualmente por Gabriele. Cuando este le descubre su homosexualidad, su reacción es airada en principio, pero luego extrañamente comprensiva, pues acaba entendiendo que ella misma es también una mujer frustrada, golpeada por un destino que no ha tenido la posiblidad de elegir. Antonietta es una mujer inculta, pero lo suficientemente inteligente como para atisbar que el papel que le ha sido asignado por la sociedad en la que vive le ha hecho abandonar tempranamente otras muchas alternativas de las que desconoce su existencia, pero que intuye mucho más dignas que la de sirviente de su marido.
Hay que destacar ante todo la actuación y la química que desprenden dos monstruos de la pantalla como Marcello Mastroianni, lejos de sus papeles habituales de galán un poco machista y Sophia Loren, el icono sexual italiano, que pasa en esta ocasión a interpretar a una poco glamorosa madre de familia numerosa dotada de una belleza que empieza a marchitarse, que pueden consolarse mutuamente de sus desgracias durante un día entero, un día en el que podrán tomarse una tregua en su oscura cotidianidad y practicar algo muy poco frecuente en sus vidas: conversar desde el interior de su auténtico ser y alcanzar la auténtica libertad, aunque sea por unas pocas horas.
La vuelta a la realidad para Antonietta va a ser particularmente dura, pues el breve encuentro con Gabriele le ha hecho advertir la existencia de un mundo insospechado que está fuera de su alcance ya que su papel dentro de la sociedad en la que vive está perfectamente definido: esposa y madre. En este sentido, la película de Scola constituye un preciso retrato de la ideología fascista: la alienación del hombre, la destrucción del diferente y la anulación de toda voz disidente. Esto solo era posible porque el régimen fascista contaba con el apoyo de gran parte de la población.
El eje de la película va a ser el encuentro casual entre Gabriele y Antonietta, dos vecinos que nunca habían tenido relación y que, a primera vista, parecen tener poco en común. Nada más lejos de la realidad, pues ambos son seres marcados por las circunstancias históricas que les ha tocado vivir. Antonietta, en principio, se ve atraída sexualmente por Gabriele. Cuando este le descubre su homosexualidad, su reacción es airada en principio, pero luego extrañamente comprensiva, pues acaba entendiendo que ella misma es también una mujer frustrada, golpeada por un destino que no ha tenido la posiblidad de elegir. Antonietta es una mujer inculta, pero lo suficientemente inteligente como para atisbar que el papel que le ha sido asignado por la sociedad en la que vive le ha hecho abandonar tempranamente otras muchas alternativas de las que desconoce su existencia, pero que intuye mucho más dignas que la de sirviente de su marido.
Hay que destacar ante todo la actuación y la química que desprenden dos monstruos de la pantalla como Marcello Mastroianni, lejos de sus papeles habituales de galán un poco machista y Sophia Loren, el icono sexual italiano, que pasa en esta ocasión a interpretar a una poco glamorosa madre de familia numerosa dotada de una belleza que empieza a marchitarse, que pueden consolarse mutuamente de sus desgracias durante un día entero, un día en el que podrán tomarse una tregua en su oscura cotidianidad y practicar algo muy poco frecuente en sus vidas: conversar desde el interior de su auténtico ser y alcanzar la auténtica libertad, aunque sea por unas pocas horas.
La vuelta a la realidad para Antonietta va a ser particularmente dura, pues el breve encuentro con Gabriele le ha hecho advertir la existencia de un mundo insospechado que está fuera de su alcance ya que su papel dentro de la sociedad en la que vive está perfectamente definido: esposa y madre. En este sentido, la película de Scola constituye un preciso retrato de la ideología fascista: la alienación del hombre, la destrucción del diferente y la anulación de toda voz disidente. Esto solo era posible porque el régimen fascista contaba con el apoyo de gran parte de la población.
Fue muy buena la elección de esta película para el primer cine fórum, y el debate muy interesante. Hoy día es una suerte poder participar en este tipo de tertulias con gente inteligente.
ResponderEliminarMuy buenas.
ResponderEliminarMe alegra encontrarme con Hiperión, al que no escuchaba por los blogs, tiempo ha. Para no variar, coincido plenamente con su opinión. Y la cosa promete, vista la segunda película propuesta. Vamos a ello, Miguel.
Un abrazo.
Muchísimas gracias a los dos, compañeros. Gracias a vosotros y a los demás, seguro que conseguimos que la próxima jornada sea al menos tan buena como ésta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso puedes darlo por cierto, amigo Miguel.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola:
ResponderEliminar¡Otra cinta que no llega a México! O al menos, no llegará en los próximos meses.
Me interesa lo que cuentas sobre el club cultural, ¡Como me gustaría formar parte de un club de este tipo! y de nuevo: En México la gente no se organiza así. Las actividades culturales no son tan difundidas,y hay que cazarlas cuidadosamente a lo largo del año. ¡Saludos!
Muchas gracias por escribir, Maya. Me entristece que no puedas ver esta película en México, es todo un clásico. Seguro que te la puedes bajar por internet. Aquí recientemente hasta la regaló un periódico. Respecto al grupo cultural, ojalá pudieras pasarte alguna vez...
ResponderEliminarBesos.